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- 20.09.2013
Cabanchik: La existencia de Alternativa Popular muestra que el kirchnerismo es "mucho más plural de lo que se le supone"
Por Sebastián De Toma
Samuel Cabanchik ocupa el cuarto lugar en la lista de candidatos porteños por Alternativa Popular, la misma que encabeza Pablo Ferreyra. Actualmente, Cabanchik es senador nacional por la Ciudad de Buenos Aires cargo que obtuvo en 2007 como compañero de fórmula de María Eugenia Estenssoro por la Coalición Cívica, partido liderado por Elisa Carrio, de quien luego se alejo, a medida que la chaqueña se iba alejando de gran plarte de la plataforma original del ARI-Coalición Cívica. El candidato, además, es Doctor en Filosofía y docente de la Universidad de Buenos Aires. Nueva Ciudad lo entrevistó con motivo de las próximas elecciones para la Legislatura porteña.
Quería saber por qué decidió presentarse para legislador de la ciudad de Buenos Aires siendo senador y teniendo la posibilidad, tal vez, de ser reelecto si se hubiera presentado antes de agosto.
Ser candidato a senador requiere de una construcción política que tenga perspectivas ciertas de competir en los primeros lugares de una compulsa electoral. Nosotros así lo pudimos ver con la Coalición Cívica en el 2007, con la campaña presidencial de Elisa Carrió. Eso nos permitió ganar la mayoría aquí. En estas circunstancias, luego de la dispersión de la Coalición Cívica, de nuestra constitución de un bloque - un monobloque, el proyecto Buenos Aires Federal - teníamos que, de alguna manera, volver a confluir, a converger en una fuerza plural, en un espacio plural. Entre las conversaciones sostenidas todo este período, Alternativa Popular resultó ser esa posibilidad de construir en los dos sentidos: un espacio plural para la Ciudad de Buenos Aires que vaya sumando a una alternativa hacia el futuro y, al mismo tiempo, con trascendencia nacional por estar unida a una propuesta electoral para diputado nacional y senador nacional.
O sea que Alternativa Popular, si no entendí mal, está apoyando la candidatura de Filmus…
Sí, hay una sola boleta. Es decir, hay dos boletas de legisladores de la ciudad y una misma boleta para diputado y senador. En realidad la competencia se da con la otra lista de la legislatura.
Luego de haber sido elegido por Coalición Cívica en el 2007, ¿qué lo llevó a Alternativa Popular, qué propuestas lo acercan a ellos y también a la lista del gobierno nacional?
Por un lado, Alternativa Popular tiene mucho en común, digamos un “aire de familia”, con lo que representó en su momento el ARI. O sea, es de alguna manera una proyección – para decirlo convencionalmente – por izquierda en la política, tanto local como nacional. Ya en 2011 expresamos que encontramos en algunas políticas del gobierno nacional nuestra propia plataforma de 2007 - que yo mismo coordiné -, por ejemplo Asignación Universal por Hijo. Por más que no sea tan universal como lo habían proyectado Elisa Carca y Elisa Carrió, es lo más cercano que hemos tenido en este tiempo. Recuperar el poder del Estado o el papel del Estado en la economía y la gestión también era un ideario de la Coalición Cívica. Temas sociales sensibles como una Ley Nacional de Salud Mental, como la Ley de Matrimonio Igualitario, que aunque no la teníamos así en la propuesta de la plataforma, sí teníamos un debate importante en relación a ello; y eso se expresó en la cámara de diputados con diversidad en el bloque de la Coalición Cívica... la recuperación de YPF. O sea hay muchas políticas que llevó adelante el gobierno nacional que tenían todo que ver con el ideario original del ARI, que después parcialmente quedó consagrado en la plataforma de la Coalición Cívica. Solo que es más bien el derrotero posterior de muchas acciones en el Congreso Nacional por parte de algunos representantes de la Coalición Cívica lo que más bien habría que tratar de explicar, porque más bien ello constituyó un desvío, en nuestra opinión.
Por otra parte, hay algo independiente de eso. Esto es, diríamos, un análisis histórico el que acabo de hacer, y discutible como cualquier otro. Pero hay algo que es contundente, en 2010 se hizo un esfuerzo importante en el que participé y realmente se malogró una convergencia de la diversidad política asignable con el nombre de “no oficialismo” o con el nombre “oposición”, fracasó en la gestión en el Congreso Nacional y, sobre todo, en Diputados con el famoso “Grupo A”, en donde lo que funcionaba era solo lo que podía objetar, destruir, controvertir, pero no construir. Y la prueba palmaria de ello la tuvimos nosotros, los que trabajamos 5 meses intensamente para una Ley de Libre Acceso a la Información Pública, bandera central de nuestra plataforma: en su momento en la Coalición Cívica, como otros boleta única – yo fui el primero que presentó el proyecto de Boleta Única que hoy es ley en Santa Fe y, con variantes, en Córdoba y que fue discutida en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires para que también la Ciudad de Buenos Aires tuviera boleta única-.
Entonces, siempre trabajamos en esa dirección y con Libre Acceso a la Información Pública logramos unanimidad en la aprobación general aquí en el Senado, y en particular ganamos la votación también. O sea, logramos la media sanción, trabajando en discusión, en debate profundo, haciendo diez borradores distintos hasta llegar a una conclusión común con el oficialismo. Los demás, ausentes o “boicoteadores”. Luego que logramos esa media sanción, perdió estado parlamentario en Diputados teniendo un quórum de 142 diputados en principio, porque el 2010 empezó con 142 diputados: sobraba quórum, tenía figuras importantes que podían militar este proyecto y juntar aunque sea 129 para votar y sacarlo a ley.
¿Y? ¿Qué pasó? ¿Tenemos la ley? No la tenemos. Eso fue una muestra palmaria de que esas construcciones que se estaban configurando al “tintín” del, digamos, “oposicionismo”, no podía ser un lugar para nosotros. Y que, en cambio, desde una diferencia, desde una complejización, desde una distancia crítica, muchas veces – lo hemos probado en el 2013 donde algunos proyectos que promovió el Poder Ejecutivo Nacional aquí y nosotros votamos en contra- .
Por ejemplo…
Por ejemplo, el tema del Convenio o Acuerdo con Irán.
El Memorándum…
El Memorándum famoso con Irán, votamos en contra. En la Reforma Judicial, votamos en contra. Por ejemplo, en el Blanqueo de Capitales, votamos en contra. Eso no fue este año, fue el año pasado. Y tuvimos un proyecto alternativo para el tema Banco Ciudad, no se nos dio lugar para ese proyecto alternativo, votamos en contra. Es decir, nosotros podemos exhibir hasta el último día, hasta hoy, ya después del cierre de la lista, ya después de haber sido invitados a participar de una lista que promueve la candidatura de Daniel Filmus senador - Juan Cabandié diputado. Hemos sido invitados a participar en nuestra independencia.
También hemos apoyado otras leyes del Poder Ejecutivo Nacional y esto muestra también, y es importante mostrar esto, me parece, que es mucho más pluralismo de lo que se le supone al oficialismo. Por lo menos lugar para hacerse, a veces aunque sea a los codazos, con ese pluralismo.
La última sobre Carrió que me queda dando vueltas, ¿cómo analiza el giro hacia la derecha de cierta parte de la Coalición Cívica, empezando por ella? ¿Cómo empezó, desde lo que era la plataforma del ARI de varios años, a girar donde está ahora?
Es compleja la respuesta. Lo que pasa es que se fue reduciendo, digamos. O sea, la capacidad crítica y la proyección crítica que significó en la política argentina el ARI y luego la Coalición Cívica todavía en su fundación, al menos, se fue reduciendo. Había una propuesta a la sociedad que era muy inclusiva, de transformaciones políticas reales: en materia económica, en materia laboral, justicia, seguridad, social, salud, Fuerzas Armadas. Era integral. Yo mismo – le digo – redacté la plataforma electoral de 100 páginas tomando en cuenta todos los documentos previos existentes y poniéndolos en forma, haciendo el trabajo de edición – fui el editor, diríamos, de la plataforma del 2007 - . Y la verdad es que, de eso, en la acción política posterior, quedó muy poco. Quedó la reducción al “oposicionismo”. De todo lo que nosotros proponíamos, que era un decálogo, diez principios fundamentales, hablamos también del triple contrato… De todo eso, quedó en pie la lucha contra la corrupción como única bandera o único contenido de lo político. Eso no puede ser, es una reducción. Está bien, pero no puede ser solo eso. Entonces aparecen divergencias en casi todas las cuestiones. Y hoy, la propuesta electoral que incluye a Elisa Carrió – por quien tengo cariño y respeto, porque le tengo un reconocimiento personal y político por lo que representa en la política argentina -… pero Carrió no ha dado construcción política a la Argentina. Ha construido y destruido al mismo tiempo - no quiero decir eso, por favor, en lo personal - , digo: ha encabezado, promovido renovación política y luego no se ha sostenido en el tiempo, se ha dinamitado internamente y se ha vaciado de referentes y contenidos.
Entonces terminó en un solo punto de todo lo que había, que es la lucha contra la corrupción. Pero eso no es suficiente para sostener un proyecto político que, al mismo tiempo, tenga capacidad de proyectarse para hacer gestión a nivel nacional como pretendíamos en ese momento.
¿Qué diferencia a la lista de Alternativa Popular de la lista del justicialismo o peronismo en la Capital? O sea, llevan los dos los mismos candidatos a nivel nacional pero van separados a nivel local.
Muchas cosas son diferentes, nuestra lista es una lista plural en muchos sentidos de plural. O sea, es una lista plural desde el punto de vista de los recorridos previos, de las historias, los perfiles individuales, las representaciones colectivas de distintas agrupaciones que se encarnan en la propuesta electoral… tenemos un contenido peronista en alguna que otra agrupación de base o de apoyo pero no es el fuerte de la lista. El rasgo predominante de la lista, en cambio, que encabeza Jorge Taiana - que también es un gran candidato -, es una lista casi completamente peronista y eso marca ya una importante diferencia. Como que una lista le habla a su electorado ya establecido, como es el electorado peronista, y esta, nuestra lista, tiene un mucho más amplio nivel de interlocución.
¿Y a qué electorado cree que le hablan, teniendo en cuenta lo que sucedió en las primarias? Teniendo en cuenta los que se presentaron en las primarias, estoy pensando Frente de Izquierda, Zamora, Camino Popular, incluso algunas listas de UNEN. De todo ese conglomerado que uno a priori pensaría como progresista, ¿creen que le hablan a todo ese electorado o alguno queda afuera, o alguno estoy dejando afuera yo?
A gran parte de ese electorado que ha enumerado le estamos hablando todo el tiempo. Ya el solo hecho de la existencia de la lista le está diciendo: “hay otras alternativas de izquierda, buenas, consolidadas, respetables, en la Ciudad de Buenos Aires y también a nivel nacional, pero ésta se proyecta también con mayores posibilidades de permanencia y avance a nivel nacional”, es decir, capacidad de incidencia mayor en las discusiones por venir hasta el 2015 e incluso en el 2015. Por eso me parece que apostar a reforzar a Alternativa Popular como una – perdón por la redundancia – alternativa, como una opción, como una elección, nos parece que puede ser bueno para todo ese electorado que ha enumerado usted.
¿Qué proyectos tienen pensados, a rasgos generales, para llevar a la Legislatura en caso de que puedan ingresar?
Hay varias cosas en elaboración en los equipos de trabajo sobre temas – le puedo decir específicamente y alguno que otro proyecto mas especifico respecto del tema - .
Por ejemplo el tema vivienda. Necesitamos salir urgente en la Ciudad de Buenos Aires con una real facilitación de la primera vivienda tanto para el joven, como para la clase más postergada, como para la clase media que no tiene acceso al crédito bancario clásico. Todo ello está postergado. Es muy difícil acceder hoy a la vivienda en ésta ciudad, que es una ciudad que debería poder ofrecer, a una amplia mayoría de su ciudadanía, vivienda. Puede hacerse porque la potencialidad está. Porque es una ciudad bastante rica en la recaudación de impuestos, y la verdad, es que tenemos un Instituto para la Vivienda que funcionó muy mal en estos años. Vivienda entonces es uno de los puntos a trabajar fuertemente.
El otro tema es salud. Hay que hacer una urgente recomposición del funcionamiento de los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires. Tenemos conflictos en muchísimos hospitales: se está por cerrar en estos días, o en jaque, un servicio de veintipico de años de nefrología en el Garrahan, tenemos conflicto en el Borda, se han cerrado servicios en el Durand que eran importantes. Es decir, tenemos problemas en los hospitales de la ciudad que son inconcebibles.
El tema educativo, más allá de algunos esfuerzos, deja mucho que desear. No creemos que las tomas sean un buen camino, pero al mismo tiempo hay que atender una conflictiva permanente, reiterada – que muchas de esas demandas son atendibles, otras quizás no – pero hay muchas demandas respecto de lo edilicio. Ahora la discusión más urgente respecto a los contenidos, donde algunos contenidos muy importantes se sacrificaban muy seriamente y por eso hubo este debate.
El tema de las orquestas infantiles, algo que quedó sin apoyo prácticamente de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desde hace tiempo, cuando era un trabajo valiosísimo. ¿Entonces la cultura que apoyamos es solo la cultura que nos viste a nosotros? ¿La cultura que es buena para un movimiento, para una construcción colectiva, no la apoyamos? La “cultura – espectáculo” sí. ¿La cultura que trabaja desde las bases, no? Entonces, ese es un eje equivocado.
En lo urbanístico se han estado realizando avances últimamente, llegan un poco tarde y todavía insuficientes. Profundizar en lo bueno, porque así como creo que a nivel nacional el discurso no tiene que ser el “oposicionismo” ni tampoco el “oficialismo ciego”, sino que debe trabajarse en la superación de lo que hay: cuando hay que corregir hay que corregir. De la misma forma yo diría respecto de la Ciudad de Buenos Aires: si hay cosas que continuar, deben continuarse.
Pero hay muchísima insuficiencia. Subtes, ni que hablar. Se construyó menos que en la época de De La Rúa, asique tenemos menos kilómetros de subte que en la época de De La Rúa. Creo que tenemos mucho que hacer en la Ciudad. Apostamos a que un buen bloque de la Legislatura, con trabajo de sinergia con otros bloques, puede servir para ello y además proyectarse para ser gestión de gobierno en la Ciudad de Buenos Aires en lo posible en el 2015.
Usted hablaba de rescatar lo bueno, ¿qué rescataría de la gestión de Macri en estos años?
Algunas cosas son, digamos, claroscuros. Y otras yo diría que fueron iniciativas que sirvieron, por ejemplo, terminar el tema del Maldonado. Si bien no es un tema que inició el macrismo, es un tema que el macrismo terminó. Bueno, felizmente, fue casi una política de Estado. Tardó más de la cuenta pero no es responsabilidad de éste gobierno de la ciudad, sino de los sucesivos conjuntamente. Pero bueno, se hizo eso. Ahora una de cal, otra de arena, ¿qué pasó con el Medrano, con el Vega? Es decir, son arroyos también importantes, no son tan caudalosos ni tan grandes como el Maldonado pero siguen produciendo inundaciones. No se hizo lo suficiente. Se dejó construir de manera caótica y perjudicial en la ciudad. Entonces, alguna cosa que podemos rescatar, alguna cosa que tenemos que mostrar como negativa.
Subtes, mucha deficiencia. Entonces el corredor exclusivo para uso de colectivos de la Juan B. Justo útil, práctico, está bien. En la 9 de Julio, que es mucho menor el kilometraje – creo que son 12 kilómetros uno y 3 kilómetros el otro, es mucho menor – alivió al usuario de esos colectivos. Y lo que es bueno para la gente es bueno para nosotros y listo. Pero eso debe ser complementado con el Subte, complementado con playas que tendrán que ser eventualmente subterráneas en las puntas del Metrobus.
Es decir, hay mucho que agregarle a eso y no es responsabilidad exclusiva de la Ciudad de Buenos Aires, hay cosas que deben gestionarse políticamente para que sean tripartitas: Ciudad – Nación y Provincia. Y hay otras que tienen que hacerse con la Provincia, por ejemplo la famosa Autopista Ribereña, para permitir que no tenga que cruzar toda la ciudad aquel que viene del norte y va al sur o que viene del sur y va al norte, ¿por qué tiene que entrar por la ciudad y agregar caos al tránsito? Entonces la Ribereña sería una política de los Estados implicados, como ACUMAR, como el transporte que tiene que ser trabajado de manera tripartita. Nosotros propusimos proyectos en la Legislatura Nacional para todo eso.
También yo diría que hay otras cuestiones en donde podemos, también, señalar algún acierto, diríamos que la peatonalización del Microcentro va avanzando bien. Me parece que eso está bueno para el Microcentro. Deberíamos apuntar a que se complemente en el tiempo dicho. Hay que revisar también los costos, me parece que se paga mucha plata por las obras que se hacen, demasiada. Habría que hacer una auditoría de los costos, que me parece que son elevados. Yo ahora no tengo en mente las cifras, pero cuando las leí dije: “esto suena raro”. Para las Bicisendas suena raro, para las estaciones del Metrobus suena raro. Habría que revisar los números, me parece que se hacen obras pero no podemos permitir que esas obras se financien a un costo diez veces mayor del que correspondería.
Después está el tema de la basura, un tema crónico. La Ciudad de Buenos Aires sigue estando muy sucia y pagamos una enormidad de dinero. Durante 2012 pagamos mucho más de lo que pagábamos en 2003 o pagábamos en 2007. La verdad que aumentó muchísimo el costo de la recolección de basura, si no recuerdo mal 3 mil millones de pesos pagamos en el 2012 - pero esto le pido el favor de que me lo chequee -. Una alta cifra, y antes pagábamos cientos de pesos. Entonces, ¿qué pasa? Pagamos mucho y la ciudad está sucia. El bacheo deja mucho que desear.
Es una gestión, la actual, muy a medio camino, promesas incumplidas, cortas de miras y muy perjudiciales para lo que podríamos llamar políticas de inclusión social a través de las distintas vías de esa inclusión: la vivienda, el trabajo, el transporte. Estamos pagando $2.50 de un “saque” y el Subte quieren llevarlo a $3.50 –$ 4.00. ¿Qué tenemos, un Subte de París?
Samuel Cabanchik ocupa el cuarto lugar en la lista de candidatos porteños por Alternativa Popular, la misma que encabeza Pablo Ferreyra. Actualmente, Cabanchik es senador nacional por la Ciudad de Buenos Aires cargo que obtuvo en 2007 como compañero de fórmula de María Eugenia Estenssoro por la Coalición Cívica, partido liderado por Elisa Carrio, de quien luego se alejo, a medida que la chaqueña se iba alejando de gran plarte de la plataforma original del ARI-Coalición Cívica. El candidato, además, es Doctor en Filosofía y docente de la Universidad de Buenos Aires. Nueva Ciudad lo entrevistó con motivo de las próximas elecciones para la Legislatura porteña.
Quería saber por qué decidió presentarse para legislador de la ciudad de Buenos Aires siendo senador y teniendo la posibilidad, tal vez, de ser reelecto si se hubiera presentado antes de agosto.
Ser candidato a senador requiere de una construcción política que tenga perspectivas ciertas de competir en los primeros lugares de una compulsa electoral. Nosotros así lo pudimos ver con la Coalición Cívica en el 2007, con la campaña presidencial de Elisa Carrió. Eso nos permitió ganar la mayoría aquí. En estas circunstancias, luego de la dispersión de la Coalición Cívica, de nuestra constitución de un bloque - un monobloque, el proyecto Buenos Aires Federal - teníamos que, de alguna manera, volver a confluir, a converger en una fuerza plural, en un espacio plural. Entre las conversaciones sostenidas todo este período, Alternativa Popular resultó ser esa posibilidad de construir en los dos sentidos: un espacio plural para la Ciudad de Buenos Aires que vaya sumando a una alternativa hacia el futuro y, al mismo tiempo, con trascendencia nacional por estar unida a una propuesta electoral para diputado nacional y senador nacional.
O sea que Alternativa Popular, si no entendí mal, está apoyando la candidatura de Filmus…
Sí, hay una sola boleta. Es decir, hay dos boletas de legisladores de la ciudad y una misma boleta para diputado y senador. En realidad la competencia se da con la otra lista de la legislatura.
Luego de haber sido elegido por Coalición Cívica en el 2007, ¿qué lo llevó a Alternativa Popular, qué propuestas lo acercan a ellos y también a la lista del gobierno nacional?
Por un lado, Alternativa Popular tiene mucho en común, digamos un “aire de familia”, con lo que representó en su momento el ARI. O sea, es de alguna manera una proyección – para decirlo convencionalmente – por izquierda en la política, tanto local como nacional. Ya en 2011 expresamos que encontramos en algunas políticas del gobierno nacional nuestra propia plataforma de 2007 - que yo mismo coordiné -, por ejemplo Asignación Universal por Hijo. Por más que no sea tan universal como lo habían proyectado Elisa Carca y Elisa Carrió, es lo más cercano que hemos tenido en este tiempo. Recuperar el poder del Estado o el papel del Estado en la economía y la gestión también era un ideario de la Coalición Cívica. Temas sociales sensibles como una Ley Nacional de Salud Mental, como la Ley de Matrimonio Igualitario, que aunque no la teníamos así en la propuesta de la plataforma, sí teníamos un debate importante en relación a ello; y eso se expresó en la cámara de diputados con diversidad en el bloque de la Coalición Cívica... la recuperación de YPF. O sea hay muchas políticas que llevó adelante el gobierno nacional que tenían todo que ver con el ideario original del ARI, que después parcialmente quedó consagrado en la plataforma de la Coalición Cívica. Solo que es más bien el derrotero posterior de muchas acciones en el Congreso Nacional por parte de algunos representantes de la Coalición Cívica lo que más bien habría que tratar de explicar, porque más bien ello constituyó un desvío, en nuestra opinión.
Por otra parte, hay algo independiente de eso. Esto es, diríamos, un análisis histórico el que acabo de hacer, y discutible como cualquier otro. Pero hay algo que es contundente, en 2010 se hizo un esfuerzo importante en el que participé y realmente se malogró una convergencia de la diversidad política asignable con el nombre de “no oficialismo” o con el nombre “oposición”, fracasó en la gestión en el Congreso Nacional y, sobre todo, en Diputados con el famoso “Grupo A”, en donde lo que funcionaba era solo lo que podía objetar, destruir, controvertir, pero no construir. Y la prueba palmaria de ello la tuvimos nosotros, los que trabajamos 5 meses intensamente para una Ley de Libre Acceso a la Información Pública, bandera central de nuestra plataforma: en su momento en la Coalición Cívica, como otros boleta única – yo fui el primero que presentó el proyecto de Boleta Única que hoy es ley en Santa Fe y, con variantes, en Córdoba y que fue discutida en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires para que también la Ciudad de Buenos Aires tuviera boleta única-.
Entonces, siempre trabajamos en esa dirección y con Libre Acceso a la Información Pública logramos unanimidad en la aprobación general aquí en el Senado, y en particular ganamos la votación también. O sea, logramos la media sanción, trabajando en discusión, en debate profundo, haciendo diez borradores distintos hasta llegar a una conclusión común con el oficialismo. Los demás, ausentes o “boicoteadores”. Luego que logramos esa media sanción, perdió estado parlamentario en Diputados teniendo un quórum de 142 diputados en principio, porque el 2010 empezó con 142 diputados: sobraba quórum, tenía figuras importantes que podían militar este proyecto y juntar aunque sea 129 para votar y sacarlo a ley.
¿Y? ¿Qué pasó? ¿Tenemos la ley? No la tenemos. Eso fue una muestra palmaria de que esas construcciones que se estaban configurando al “tintín” del, digamos, “oposicionismo”, no podía ser un lugar para nosotros. Y que, en cambio, desde una diferencia, desde una complejización, desde una distancia crítica, muchas veces – lo hemos probado en el 2013 donde algunos proyectos que promovió el Poder Ejecutivo Nacional aquí y nosotros votamos en contra- .
Por ejemplo…
Por ejemplo, el tema del Convenio o Acuerdo con Irán.
El Memorándum…
El Memorándum famoso con Irán, votamos en contra. En la Reforma Judicial, votamos en contra. Por ejemplo, en el Blanqueo de Capitales, votamos en contra. Eso no fue este año, fue el año pasado. Y tuvimos un proyecto alternativo para el tema Banco Ciudad, no se nos dio lugar para ese proyecto alternativo, votamos en contra. Es decir, nosotros podemos exhibir hasta el último día, hasta hoy, ya después del cierre de la lista, ya después de haber sido invitados a participar de una lista que promueve la candidatura de Daniel Filmus senador - Juan Cabandié diputado. Hemos sido invitados a participar en nuestra independencia.
También hemos apoyado otras leyes del Poder Ejecutivo Nacional y esto muestra también, y es importante mostrar esto, me parece, que es mucho más pluralismo de lo que se le supone al oficialismo. Por lo menos lugar para hacerse, a veces aunque sea a los codazos, con ese pluralismo.
La última sobre Carrió que me queda dando vueltas, ¿cómo analiza el giro hacia la derecha de cierta parte de la Coalición Cívica, empezando por ella? ¿Cómo empezó, desde lo que era la plataforma del ARI de varios años, a girar donde está ahora?
Es compleja la respuesta. Lo que pasa es que se fue reduciendo, digamos. O sea, la capacidad crítica y la proyección crítica que significó en la política argentina el ARI y luego la Coalición Cívica todavía en su fundación, al menos, se fue reduciendo. Había una propuesta a la sociedad que era muy inclusiva, de transformaciones políticas reales: en materia económica, en materia laboral, justicia, seguridad, social, salud, Fuerzas Armadas. Era integral. Yo mismo – le digo – redacté la plataforma electoral de 100 páginas tomando en cuenta todos los documentos previos existentes y poniéndolos en forma, haciendo el trabajo de edición – fui el editor, diríamos, de la plataforma del 2007 - . Y la verdad es que, de eso, en la acción política posterior, quedó muy poco. Quedó la reducción al “oposicionismo”. De todo lo que nosotros proponíamos, que era un decálogo, diez principios fundamentales, hablamos también del triple contrato… De todo eso, quedó en pie la lucha contra la corrupción como única bandera o único contenido de lo político. Eso no puede ser, es una reducción. Está bien, pero no puede ser solo eso. Entonces aparecen divergencias en casi todas las cuestiones. Y hoy, la propuesta electoral que incluye a Elisa Carrió – por quien tengo cariño y respeto, porque le tengo un reconocimiento personal y político por lo que representa en la política argentina -… pero Carrió no ha dado construcción política a la Argentina. Ha construido y destruido al mismo tiempo - no quiero decir eso, por favor, en lo personal - , digo: ha encabezado, promovido renovación política y luego no se ha sostenido en el tiempo, se ha dinamitado internamente y se ha vaciado de referentes y contenidos.
Entonces terminó en un solo punto de todo lo que había, que es la lucha contra la corrupción. Pero eso no es suficiente para sostener un proyecto político que, al mismo tiempo, tenga capacidad de proyectarse para hacer gestión a nivel nacional como pretendíamos en ese momento.
¿Qué diferencia a la lista de Alternativa Popular de la lista del justicialismo o peronismo en la Capital? O sea, llevan los dos los mismos candidatos a nivel nacional pero van separados a nivel local.
Muchas cosas son diferentes, nuestra lista es una lista plural en muchos sentidos de plural. O sea, es una lista plural desde el punto de vista de los recorridos previos, de las historias, los perfiles individuales, las representaciones colectivas de distintas agrupaciones que se encarnan en la propuesta electoral… tenemos un contenido peronista en alguna que otra agrupación de base o de apoyo pero no es el fuerte de la lista. El rasgo predominante de la lista, en cambio, que encabeza Jorge Taiana - que también es un gran candidato -, es una lista casi completamente peronista y eso marca ya una importante diferencia. Como que una lista le habla a su electorado ya establecido, como es el electorado peronista, y esta, nuestra lista, tiene un mucho más amplio nivel de interlocución.
¿Y a qué electorado cree que le hablan, teniendo en cuenta lo que sucedió en las primarias? Teniendo en cuenta los que se presentaron en las primarias, estoy pensando Frente de Izquierda, Zamora, Camino Popular, incluso algunas listas de UNEN. De todo ese conglomerado que uno a priori pensaría como progresista, ¿creen que le hablan a todo ese electorado o alguno queda afuera, o alguno estoy dejando afuera yo?
A gran parte de ese electorado que ha enumerado le estamos hablando todo el tiempo. Ya el solo hecho de la existencia de la lista le está diciendo: “hay otras alternativas de izquierda, buenas, consolidadas, respetables, en la Ciudad de Buenos Aires y también a nivel nacional, pero ésta se proyecta también con mayores posibilidades de permanencia y avance a nivel nacional”, es decir, capacidad de incidencia mayor en las discusiones por venir hasta el 2015 e incluso en el 2015. Por eso me parece que apostar a reforzar a Alternativa Popular como una – perdón por la redundancia – alternativa, como una opción, como una elección, nos parece que puede ser bueno para todo ese electorado que ha enumerado usted.
¿Qué proyectos tienen pensados, a rasgos generales, para llevar a la Legislatura en caso de que puedan ingresar?
Hay varias cosas en elaboración en los equipos de trabajo sobre temas – le puedo decir específicamente y alguno que otro proyecto mas especifico respecto del tema - .
Por ejemplo el tema vivienda. Necesitamos salir urgente en la Ciudad de Buenos Aires con una real facilitación de la primera vivienda tanto para el joven, como para la clase más postergada, como para la clase media que no tiene acceso al crédito bancario clásico. Todo ello está postergado. Es muy difícil acceder hoy a la vivienda en ésta ciudad, que es una ciudad que debería poder ofrecer, a una amplia mayoría de su ciudadanía, vivienda. Puede hacerse porque la potencialidad está. Porque es una ciudad bastante rica en la recaudación de impuestos, y la verdad, es que tenemos un Instituto para la Vivienda que funcionó muy mal en estos años. Vivienda entonces es uno de los puntos a trabajar fuertemente.
El otro tema es salud. Hay que hacer una urgente recomposición del funcionamiento de los hospitales de la Ciudad de Buenos Aires. Tenemos conflictos en muchísimos hospitales: se está por cerrar en estos días, o en jaque, un servicio de veintipico de años de nefrología en el Garrahan, tenemos conflicto en el Borda, se han cerrado servicios en el Durand que eran importantes. Es decir, tenemos problemas en los hospitales de la ciudad que son inconcebibles.
El tema educativo, más allá de algunos esfuerzos, deja mucho que desear. No creemos que las tomas sean un buen camino, pero al mismo tiempo hay que atender una conflictiva permanente, reiterada – que muchas de esas demandas son atendibles, otras quizás no – pero hay muchas demandas respecto de lo edilicio. Ahora la discusión más urgente respecto a los contenidos, donde algunos contenidos muy importantes se sacrificaban muy seriamente y por eso hubo este debate.
El tema de las orquestas infantiles, algo que quedó sin apoyo prácticamente de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desde hace tiempo, cuando era un trabajo valiosísimo. ¿Entonces la cultura que apoyamos es solo la cultura que nos viste a nosotros? ¿La cultura que es buena para un movimiento, para una construcción colectiva, no la apoyamos? La “cultura – espectáculo” sí. ¿La cultura que trabaja desde las bases, no? Entonces, ese es un eje equivocado.
En lo urbanístico se han estado realizando avances últimamente, llegan un poco tarde y todavía insuficientes. Profundizar en lo bueno, porque así como creo que a nivel nacional el discurso no tiene que ser el “oposicionismo” ni tampoco el “oficialismo ciego”, sino que debe trabajarse en la superación de lo que hay: cuando hay que corregir hay que corregir. De la misma forma yo diría respecto de la Ciudad de Buenos Aires: si hay cosas que continuar, deben continuarse.
Pero hay muchísima insuficiencia. Subtes, ni que hablar. Se construyó menos que en la época de De La Rúa, asique tenemos menos kilómetros de subte que en la época de De La Rúa. Creo que tenemos mucho que hacer en la Ciudad. Apostamos a que un buen bloque de la Legislatura, con trabajo de sinergia con otros bloques, puede servir para ello y además proyectarse para ser gestión de gobierno en la Ciudad de Buenos Aires en lo posible en el 2015.
Usted hablaba de rescatar lo bueno, ¿qué rescataría de la gestión de Macri en estos años?
Algunas cosas son, digamos, claroscuros. Y otras yo diría que fueron iniciativas que sirvieron, por ejemplo, terminar el tema del Maldonado. Si bien no es un tema que inició el macrismo, es un tema que el macrismo terminó. Bueno, felizmente, fue casi una política de Estado. Tardó más de la cuenta pero no es responsabilidad de éste gobierno de la ciudad, sino de los sucesivos conjuntamente. Pero bueno, se hizo eso. Ahora una de cal, otra de arena, ¿qué pasó con el Medrano, con el Vega? Es decir, son arroyos también importantes, no son tan caudalosos ni tan grandes como el Maldonado pero siguen produciendo inundaciones. No se hizo lo suficiente. Se dejó construir de manera caótica y perjudicial en la ciudad. Entonces, alguna cosa que podemos rescatar, alguna cosa que tenemos que mostrar como negativa.
Subtes, mucha deficiencia. Entonces el corredor exclusivo para uso de colectivos de la Juan B. Justo útil, práctico, está bien. En la 9 de Julio, que es mucho menor el kilometraje – creo que son 12 kilómetros uno y 3 kilómetros el otro, es mucho menor – alivió al usuario de esos colectivos. Y lo que es bueno para la gente es bueno para nosotros y listo. Pero eso debe ser complementado con el Subte, complementado con playas que tendrán que ser eventualmente subterráneas en las puntas del Metrobus.
Es decir, hay mucho que agregarle a eso y no es responsabilidad exclusiva de la Ciudad de Buenos Aires, hay cosas que deben gestionarse políticamente para que sean tripartitas: Ciudad – Nación y Provincia. Y hay otras que tienen que hacerse con la Provincia, por ejemplo la famosa Autopista Ribereña, para permitir que no tenga que cruzar toda la ciudad aquel que viene del norte y va al sur o que viene del sur y va al norte, ¿por qué tiene que entrar por la ciudad y agregar caos al tránsito? Entonces la Ribereña sería una política de los Estados implicados, como ACUMAR, como el transporte que tiene que ser trabajado de manera tripartita. Nosotros propusimos proyectos en la Legislatura Nacional para todo eso.
También yo diría que hay otras cuestiones en donde podemos, también, señalar algún acierto, diríamos que la peatonalización del Microcentro va avanzando bien. Me parece que eso está bueno para el Microcentro. Deberíamos apuntar a que se complemente en el tiempo dicho. Hay que revisar también los costos, me parece que se paga mucha plata por las obras que se hacen, demasiada. Habría que hacer una auditoría de los costos, que me parece que son elevados. Yo ahora no tengo en mente las cifras, pero cuando las leí dije: “esto suena raro”. Para las Bicisendas suena raro, para las estaciones del Metrobus suena raro. Habría que revisar los números, me parece que se hacen obras pero no podemos permitir que esas obras se financien a un costo diez veces mayor del que correspondería.
Después está el tema de la basura, un tema crónico. La Ciudad de Buenos Aires sigue estando muy sucia y pagamos una enormidad de dinero. Durante 2012 pagamos mucho más de lo que pagábamos en 2003 o pagábamos en 2007. La verdad que aumentó muchísimo el costo de la recolección de basura, si no recuerdo mal 3 mil millones de pesos pagamos en el 2012 - pero esto le pido el favor de que me lo chequee -. Una alta cifra, y antes pagábamos cientos de pesos. Entonces, ¿qué pasa? Pagamos mucho y la ciudad está sucia. El bacheo deja mucho que desear.
Es una gestión, la actual, muy a medio camino, promesas incumplidas, cortas de miras y muy perjudiciales para lo que podríamos llamar políticas de inclusión social a través de las distintas vías de esa inclusión: la vivienda, el trabajo, el transporte. Estamos pagando $2.50 de un “saque” y el Subte quieren llevarlo a $3.50 –$ 4.00. ¿Qué tenemos, un Subte de París?
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