Bill Viola en el Parque de la Memoria

“Punto de partida” es la primera muestra de este artista en la Argentina, una manifestación que trasciende la mera experimentación tecnológica. Con siete video-instalaciones que representan el momento de la ruptura y de la separación, y se resignifican con la fuerza simbólica del agua en el Parque de la Memoria.

Cómo elaborar la tragedia colectiva del Terrorismo de Estado, de los crímenes de Lesa Humanidad perpetrados en nuestro territorio y en nuestro cuerpo. A lo largo de estos años a medida que avanzan los juicios, crecen los testimonios y los nombres engrosan las piedras de esa herida abierta en la tierra que desemboca en el Río de la Plata.

El Parque de la Memoria recibe al reconocido artista estadounidense Bill Viola que de la mano del curador Marcello Dantas, seleccionaron una serie de videos realizados entre 1991 y la actualidad, que se exhiben por primera vez en nuestro país.

Bill Viola (Nueva York, 1951) es un pionero en la utilización del video como herramienta artística, como un pintor contemporáneo utiliza el fluir de la imagen y del tiempo, recurre a escenas paradigmáticas de la arte clásico, en una gramática expresiva donde es la luz, que entra por los ojos, la que lleva el mensaje poético. Lo espiritual en el video arte que trasciende la mera experimentación tecnológica.

De ese modo inauguró un nuevo lenguaje, como soporte en sus desvelos de un humanismo radical. Con la certeza que no sólo el arte, sino que el ser humano está en este mundo para recomponer y curar las heridas.

“Bill Viola construyó un impresionante conjunto de obras de video en las últimas cuatro décadas. En ellas existen varias ideas recurrentes que reaparecen años más tarde con el desarrollo tecnológico de los medios de comunicación, del que él no sólo dio testimonio, sino que ayudó a crear”. “Su importancia en la historia del arte es estructural: como uno de los creadores de una nueva forma de arte”.

“Pero también reconectó el plano mítico con el arte contemporáneo y dio un nuevo cuerpo a metáforas visuales fundamentales de la historia del arte y de la filosofía. Con su pensamiento iluminado tanto por las ideas de poetas sufistas como de San Juan de la Cruz o William Blake”

Así lo expresa el brasilero Marcello Dantas, curador invitado, que conoció al artista en 1988, y confiesa: “Aquel encuentro marcó mi vida. La luz que emanaba de su pensamiento claro y sincero, con un toque casi místico de métrica precisa y de contenido emocionalmente relevante, parecía algo llegado de otro planeta, puesto que eso sucedía en pleno auge del cinismo americano de la era Reagan. Bill Viola significaba en aquel momento una puerta abierta hacia un universo paralelo; despertó en el mundo una conciencia sobre la máquina perceptiva del ser humano”.

“Cuando el Parque de la Memoria me buscó para desarrollar una exposición de Bill Viola, en primera instancia no me pareció que la conexión fuese obvia. Sin embargo, al poco tiempo me quedó clara. Había un nexo importantísimo en la idea de la partida que se hace evidente en los 30.000 nombres eternizados en las paredes del Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado”.

“La representación del dolor, de la resurrección y del agua también tiene una fuerza simbólica que se multiplica por el contexto en el que las obras son expuestas. Su elección terminó por ofrecernos una narrativa de la exposición, con puntos de vista sobre ese momento de ruptura entre lo inconsciente y lo que pasa en el plano de la percepción. Surgió así una conexión inusitada”, afirma Dantas.

Estos 7 videos instalados en la Sala PAyS, acondicionada especialmente, como una serie de galerías oscurecidas por paneles que obturan la entrada de luz, provoca en la paradoja del contraste un estado de recogimiento y predisposición a percibir situaciones difíciles. El artista le da cuerpo a la ruptura, a la despedida, a la muerte y el renacer, en una idea circular del eterno retorno.

En el recorrido junto Florencia Battiti curadora del Parque y Estela de Carlotto, inmersas en el silencio que produce la oscuridad de las salas apenas iluminadas por estas imágenes, que como en una visión, a veces desafectada, dispara innumerables reflexiones.

En el Parque de la Memoria hasta el 2 de septiembre, de lunes a viernes de 10 a 17 hs y los fines de semana y feriados de 12 a 18 hs con entrada libre y gratuita. En Av. Costanera Norte - Rafael Obligado 6745 (adyacente a Ciudad Universitaria).


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