La UBA capacita en oficios a mujeres de barrios vulnerables

Un taller gratuito de moldería y confección de prendas de vestir, que depende del área de extensión universitaria de la Universidad de Buenos Aires (UBA), permite desde hace cuatro años que más de cien mujeres aprendan un oficio que las impulsa a crear sus propios proyectos laborales.

Todos los martes, una veintena de mujeres de entre 18 y 58 años se reúnen en un taller emplazado en el barrio porteño de Cildañez donde entre mate, tortas, tijeras, moldes, hilos, risas y concentración moldean sus aspiraciones sobre las telas.

"Yo tejía. No sabía coser, ni siquiera enhebrar una aguja, pero me cansé de no conseguir ropa que no me quedara bien, que los pantalones me quedaran como 50 centímetros más largos o anchos", compartió con Télam Aída, una de las alumnas más antiguas del taller.

Ella tiene una discapacidad motriz que la hace convivir con una muleta pero le impide hacer, con tres años de capacitación en el lugar más otros cursos extras, el molde para confeccionar un pantalón de vestir.

Aída, que también estudia trabajo social, contó con entusiasmo: "Esta ropa que tengo puesta me la hice yo. Y pienso en hacer ropa, no solo para personas con discapacidad, también para quienes tienen cuerpos reales, alejados de los inexistentes para muchos fabricantes".

Norma, Rosalía y Aída compartían una mesa donde elaboraban moldes de sastrería, unaidas además por su constancia por aprender, ya que complementan el taller de los martes con cursos en el Centro de Estudios Técnicos para la Industria de la Confección (CETIC) y en el Centro Cultural Ricardo Rojas, dependiente de la UBA.

Tanto el taller, que es parte del programa integral de acción comunitaria en barrios vulnerables de la UBA, como el curso en el Rojas están a cargo de Mariela Cañete.

"Es muy positivo el balance de esta experiencia porque cuando comenzamos, hace cuatro años, eran tres alumnas. Ya pasaron por acá más de cien personas", dijo.

Cañete también valoró el crecimiento de las producciones, porque "primero sólo hacían remeras y ahora ya hacen sastrería, se van superando, y algunas piensan en sacar sus marcas".

Gracias al entusiasmo de muchas alumnas, la Secretaría de Extensión Universitaria y Bienestar Estudiantil de la UBA (SEUBE) añadió al taller de moldería una capacitación para emprendedoras, que articula con voluntarios de la Facultad de Ciencias Económicas que las orientan para concretar su propio microemprendimiento.

Una de ellas es Rosalía, quien mientras dibujaba el molde de un traje relató su anhelo de "tener un microemprendimiento de ropa para chicos", el mismo proyecto que tiene Ana, quien ya inició su producción para bebés: "la hicimos con mi hija, trabajando en casa, y la vendí toda", contó.

La más joven del grupo 2013 es Celeste, que con 18 años ya está confeccionando ropa interior. "Empecé hace dos años y ahora estoy poniéndole más ganas, porque quiero trabajar de ésto", afirmó.

Frente a las máquinas de overlock, Gabriela y dos Patricias son alumnas recientes que hace sólo dos meses comenzaron a diseñar sus prendas. La experiencia "nos emociona, porque lo hacemos con nuestras manos" y algunas "queremos convertirla en una salida laboral junto a nuestros hijos", comentaron.

Para Blanca, de 49 años, era su segunda clase pero ya estaba "sacando un molde de una remera" para aplicar el aprendizaje "como una salida laboral", mientras Claudia, que tiene 58 y ya se da maña con la sastrería, quiere comprarse una máquina porque su intención es instalarse "un taller propio".

El titular de la SEUBE, Oscar García, resaltó que muchas de las mujeres "están finalizando sus estudios primarios y secundarios, algo que es un valor en sí mismo ya que abre más y mejores posibilidades laborales, beneficia a la familia y a la sociedad en general y produce en ellas una mayor autoestima y una proyección de futuro".

Ellas aprenden un oficio "con demanda, consiguen trabajos en condiciones dignas y se motivan para generar sus propios emprendimientos. Este taller les mejoró y mejora la calidad de vida a muchas personas, es la universidad pública atendiendo las necesidades concretas de la sociedad que le da razón de ser", agregó el funcionario.


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