La Policía Metropolitana desalojó a trabajadores con gases lacrimógenos

Se trata de los trabajadores de Lanci Impresores SRL, que toman la empresa del barrio de Pompeya en resguardo de sus fuentes laborales. Tras el desalojo, advirtieron que "resistirán" en la calle.

"A las 7 de la mañana, efectivos de la Policía Metropolitana patearon el portón de ingreso de la planta ubicada en Mom 2862, y  lanzando gases lacrimógenos desalojaron a los dieciséis trabajadores de la firma que ocupaban la imprenta desde mayo de 2012 en defensa de las fuentes de trabajo", informó a Télam  Eduardo Montes, vicepresidente de la Unión Productiva de Empresas Autogestionadas.

El desalojo se produjo por orden de la jueza del Juzgado de Faltas Nº 16 porteño, Claudia Alvaro, quien la semana pasada ordenó la medida, que fue suspendida en su momento por la intervención del Ministerio de Trabajo. El conflicto laboral se inició en 2008 cuando, según los trabajadores, comenzaron a percibir un sueldo de 100 pesos semanales.

Adrián -uno de los gráficos- dijo a Télam que desde "el 28 de mayo del año 2012 cuando la situación se hizo insostenible ocupamos la fábrica en resguardo de nuestra fuente de trabajo y desde ese día dejamos de percibir todo tipo de sueldo".

Los trabajadores de Lanci Impresores SRL, continúan en las puertas de la planta ubicada en Pompeya y advierten que seguirán "resistiendo" en la calle en defensa de las fuentes de trabajo.

"Si es necesario colocaremos carpas para continuar la lucha", advirtió Adrián Leguizamón, empleado de Lanci en diálogo con Télam, quien junto a quince trabajadores fueron desalojados con gases lacrimógenos por la Policía Metropolitana.

El conflicto, según explicó Leguizamón, surgió en 2008, cuando el dueño de la empresa en la que trabajaban 40 personas, Alfredo Langehein, se retiró, y comenzó a ser gestionada por su hijo Cristian.

"Desde ese momento empezaron a pagar 100 pesos por semana bajo el argumento de que no había dinero, pero la situación llegó al límite cuando un día apareció en la fábrica con un auto Toyota Corolla cero kilómetro y desde entonces decidimos quedarnos", contó el empleado que desde hace catorce años trabaja en Lanci.

Según Leguizamón, actualmente los empleados que quedaron -16- no perciben sueldo, se sostienen con la ayuda de familiares, en tanto la planta se encuentra paralizada. "Queremos que se activen los mecanismos legales para transformar la imprenta en una cooperativa", indicó el trabajador.


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