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- 07.05.2013
Sánchez Andia: “En el recinto votamos leyes que tienen consecuencias”
Por Sebastián De Toma
A partir de lo ocurrido el pasado viernes 26 de abril en los terrenos del Hospital Borda, cuando se echó abajo el Taller Protegido 19 a instancias del gobierno de la Ciudad, que derivó luego en represión por parte de la Policía Metropolitana, hablamos con la legisladora porteña Rocío Sánchez Andia.
La diputada por la Coalición Cívica se hizo presente mientras transcurrían los hechos y fue víctima de los palos de la Metropolitana.
¿Cómo fue tu experiencia personal el viernes 26 de abril en el Borda durante la represión de la Policía Metropolitana?
Llegué a media mañana. Me avisó gente del Borda y que también estaba implicada en las decisiones acerca del conflicto allí. Ya se había producido el primer enfrentamiento de la Policía con la gente y ya había detenidos. Se había hecho presente un grupo de legisladores bastante importante y heterogéneo, de distintos bloques, y estaban pidiendo hablar con el jefe del operativo, que hasta ese momento no daba la cara. Después nos damos cuenta que es otro, que le habían dado un piedrazo a primera hora de la mañana a uno. Es lo que muestra ahora el PRO, mucho, esa escena.
¿Al final quién era el jefe del operativo?
(Horacio) Giménez (jefe de la Policía Metropolitana). O sea: en algún momento aparece Giménez y nosotros solamente hablamos con Giménez. (Continua el relato) Para pasar ese cordón de Infantería teníamos permiso, habíamos dicho “queremos pasar a ver si podemos solucionar esto”, porque veíamos que se podía desmadrar. Infantería nos hizo como un ‘puente chino’, muy gentilmente, y ya ahí recibimos varios palitos todos los diputados que logramos pasar esa valla. Escuchábamos máquinas todavía que estaban trabajando y ya habían hecho el vallado de chapas. Pedimos que se frene todo eso y que venga algún funcionario. Nos decían “bueno, espera que la orden la dio Chaín”, “ya hable con Chaín”, “lo llamó a Montenegro”, mientras Vidal (María Eugenia, vicejefa de gobierno de la Ciudad) llamaba a algunos legisladores para que fuéramos a la Legislatura y ahí ella hablaba con nosotros. En un momento nos dicen: “vamos a dar diez minutos, la Policía va a retroceder, vamos a parar las máquinas y vamos a ver si en estos diez minutos conseguimos que venga algún funcionario”. En ese plazo los trabajadores se organizan y, como estaban chocando constantemente con la Metropolitana, retroceden un poco. Queda un espacio neutral que no fue tan neutral al final porque por ahí pasaban los periodistas, camarógrafos, fotógrafos, y caían provocaciones por parte de la Policía, algún palito, o no los dejaban pasar para el otro lado. Había un tipo delescuadrónn ese que no logra definir Montenegro que era el que habilitaba el paso hacia donde estaba el jefe del operativo y “Tito” Nenna (legislador porteño del Frente para la Victoria) que, en un encendido momento, le dice, por mi, “ella es la diputada Sánchez Andia”. También estaba Amor (Alejandro, legislador también del FPV) detrás de Infantería, que tampoco había podido pasar, y le dice “él también es diputado”, así que él puede pasar sin ningún golpe. Ya eran las 11 de la mañana y en ese tiempito, habrán pasado cinco minutos, este escuadrón que estaba con la cara tapada, solo tenía los ojos descubiertos, tenía otro uniforme a Infantería, no tenían escudo y tenían armas largas, por eso nosotros creemos que estaban ahí para disparar. En un momento, cuando ya me habían identificado como legisladora, y no que estaba en ese lugar violando lo acordado, uno de estos tipos me dice “correte” y le dijo “soy legisladora”, como para decirle que podía estar ahí, que no estaba provocando, me dice “¿Y te pensas que no te voy a tirar?”. Ahí tenemos un diálogo con el muchacho, y me doy cuenta que al minuto de esto, empieza a disparar Infantería, que se va contra la gente...
¿Sin provocación física? ¿Hubo gritos, insultos, pero no provocación física'?
No, no hubo. Además la policía constantemente incentivaba. Había mucha policía, algunos de chomba, hombres y mujeres, estaban también los de Infantería, estaba el grupo especial que comentaba antes, había unos con el chaleco puesto, y de cualquier lado venían algunos que se ponían detrás de Infantería y patoteaba desde ahí. En ese último choque, que para mi fue el más importante, de todos. Muchos diputados que estaban del otro lado vuelven para intentar frenar. Hay golpeados, heridos. Le disparaban al montón. Yo veía que disparaban al cuerpo, por encima de la cintura. Están como registros las heridas de la gente. Yo no podía dejar de pensar en el lugar, porque veía algunos de los internos dando. vuelta. Luego me enteré que uno en particular que yo conozco por haber ido en otras oportunidades estaba herido en un hospital. Yo no estuve presente en el desalojo del Indoamericano, llegue un par de horas después, y había dos muertos. Larreta dijo “pero ahí había mucha Federal” y... son primos, se manejan de la misma forma. Fue un desmán provocado por la Policía. Y a esto lo puedo aseverar con lo que me paso a mi: el tipo que me dijo “correte”, me lo dice porque tiene que disparar y tiene que tener una línea de fuego más amplia, no puede tener a alguien a uno, dos metros como estaba yo. Y no estaba pasando nada: no hubo un piedrazo, como dicen; no había nadie prendiendo fuego nada.
¿Te parece que todo lo que paso antes, las charlas con el jefe del operativo, fue una táctica dilatoria?
Absolutamente, y lo decíamos con Fabio Basteiro en el lugar. Simplemente estaban estirando el tiempo, para terminar de sacar eso, para sacar las máquinas. Ahí nos estaban distrayendo.
¿Encontraron algún motivo para que hay ocurrido lo que paso? ¿Te parece que hubo alguna orden o le dieron vía libre para actuar a la Policía Metropolitana, al estilo del “despejen la Plaza” de diciembre de 2001?
Esto hay que ver de dónde viene. Lo que ocurrió en el Indoamericano, para mi, es una de las más impunes que haya ocurrido en los últimos tiempos, pero después tenés otros ejemplos: feriantes en Florida, en Parque Centenario, lo que pasó en la Sala Alberdi. No todos los operativos se te pueden ir de las manos, y si se te va de las manos es porque no podes estar en ese cargo. Ahora, si conscientemente, como ahora lo vemos, Montenegro quiere esta policía, que la policía actúe así, no importa en qué lugar, cuál va a ser el límite. Si actuaron así en el Borda, un neuropsiquiátrico, con lo simbólico que resulta, qué va a quedar para un grupo de trabajadores que se manifieste en la Jefatura de Gobierno, gente que defiende el espacio público, para cualquier protesta social que pueda darse en la Ciudad. Si ya reprimieron en el Borda con gran brutalidad, ¿qué va a quedar?. La salvajada más grande ya la hicieron. Además para los pacientes internados en el Borda es el lugar donde viven. Que me vengan a decir ellos cuál es la consecuencia. Y todo por un pedazo de tierra. Es más, Montengro dijo que desplegaron este operativo porque hubo resistencia a la mañana. Entonces era a toda costa, como pudimos verlo. Y lo vemos. No fue un error, no hubo un “se me fue de las manos, estos policías están desbandados y hacen lo que quieren”, o “el jefe de la Metropolitana no los pudo contener”. Montenegro, en cambio, dice “actuaron bien, los culpables están del otro lado”. Eso es una de las cosas que ha desnudado esta situación. También desnudó los negocios inmobiliarios, el pacto PRO-K que ya habíamos planteado antes, en noviembre.
¿Hubo un mea culpa del bloque del Frente para la Victoria y Nuevo Encuentro por haber votado este proyecto?
Fue el interbloque completo, más allá de algunos diputados en particular, el Frente Progresista y Popular de Ibarra, Nuevo Encuentro, y el Frente para la Victoria el que votó el proyecto, y no, no hubo un reconocimiento. Sí, ellos ahora están en la calle, yo veía a sus militantes en el Borda, ví militantes de Nuevo Encuentro ahí. Ahora, Gabriela Cerruti votó y defendió el proyecto. En la segunda sesión, cuando efectivamente se votan esas leyes, Cerruti comete un furcio: dijo “cada uno vota lo que quiere cobrar”. Tal vez quería decir otra cosa pero el inconsciente es más pleno en algunos momentos de tensión. Y nosotros lo marcamos entonces, y la consecuencia está acá. Esto no fue un acuerdo parlamentario, sino que fueron expedientes que se trataron sobre tablas, sin tratamiento en comisiones, con audiencias públicas vergonzosas, en donde la gente se anotó masivamente y nadie, absolutamente nadie, por parte de los K, contempló que se estaban haciendo en simultáneo para que la gente no pudiera concurrir. Pedían cuartos intermedios para que la gente se fuera, etcétera, etcétera. Vergonzosa incluso la instancia mínima de defensa que puede hacer cada uno de los ciudadanos que quieran participar de una audiencia pública. Y después tenes la segunda lectura: intercambiaron negocios. Un negocio para vos, un negocio para mi, en el medio estaba el Borda, y no les importo nada.
A pesar que ese día hubo militantes del FPV y Nuevo Encuentro en el Borda.
Si, yo ví militantes de Nuevo Encuentro, militantes K recibiendo los palos. Ahí hay una responsabilidad política que también tiene que asumir la militancia, porque sino acá dicen una cosa y después claro que van a realizar un repudio. ¿A qué mandan a los militantes K? ¿A qué les peguen en el Borda cuando sus diputados votan el financiamiento para esa obra? ¿O a repudiar en una marcha por unos acontecimientos que tuvieron lugar porque sus diputados votaron el financiamiento a una obra? No pueden decir que no, porque lo dijo Chaín 15 días antes, en una primera lectura: el distrito gubernamental iba a ubicarse en los terrenos del Borda. Se lo pregunte yo en una sesión. Le pregunté: “Ministro, por todos estos acontecimientos que conocemos y por toda la resistencia que hay en el Borda para que se usen esos terrenos, ¿se cambia de alguna manera la obra, el proyecto, la idea?” Y me dijo: “No, diputada. Nosotros tenemos el Edificio del Plata para vender y así construir el Centro Cívico sobre terrenos que no le pertenecen más al Hospital Borda.” Y listo. Hay otra contradicción también, van a la Justicia pero acá votan otra cosa. Y eso también es parte de la doble cara y, hoy por hoy, justifican el cinismo. Yo no lo he visto al diputado Cabandié, en estos días, más allá de estar en 678, discutiendo con nosotros, qué fue y qué pasó ahí, por qué pasó lo que pasó. Estuvo en el Borda. junto con diputados de su bloque, con sus militantes, recibiendo palos como yo, como todos. Pero esas son las consecuencias de lo que ocurre en el recinto, nosotros no estamos haciendo ficción en el recinto, votamos leyes que tienen consecuencias en la gente. Y que además han tenido resistencias, durante un largo periodo, y se lo hemos hecho saber. Esto no se votó de un día para el otro, el tránsito para llegar a votarse duró un mes y medio, aunque luego se puso sobre tablas entre gallos y medianoches. Y si vos me preguntas: ¿estas tranquila porque siempre te opusiste, porque votaste en contra? Y no, no estoy tranquila, no estamos tranquilos, y por eso desde la Coalición Cívica vamos a pedir el juicio político a Montenegro y otros funcionarios.
A partir de lo ocurrido el pasado viernes 26 de abril en los terrenos del Hospital Borda, cuando se echó abajo el Taller Protegido 19 a instancias del gobierno de la Ciudad, que derivó luego en represión por parte de la Policía Metropolitana, hablamos con la legisladora porteña Rocío Sánchez Andia.
La diputada por la Coalición Cívica se hizo presente mientras transcurrían los hechos y fue víctima de los palos de la Metropolitana.
¿Cómo fue tu experiencia personal el viernes 26 de abril en el Borda durante la represión de la Policía Metropolitana?
Llegué a media mañana. Me avisó gente del Borda y que también estaba implicada en las decisiones acerca del conflicto allí. Ya se había producido el primer enfrentamiento de la Policía con la gente y ya había detenidos. Se había hecho presente un grupo de legisladores bastante importante y heterogéneo, de distintos bloques, y estaban pidiendo hablar con el jefe del operativo, que hasta ese momento no daba la cara. Después nos damos cuenta que es otro, que le habían dado un piedrazo a primera hora de la mañana a uno. Es lo que muestra ahora el PRO, mucho, esa escena.
¿Al final quién era el jefe del operativo?
(Horacio) Giménez (jefe de la Policía Metropolitana). O sea: en algún momento aparece Giménez y nosotros solamente hablamos con Giménez. (Continua el relato) Para pasar ese cordón de Infantería teníamos permiso, habíamos dicho “queremos pasar a ver si podemos solucionar esto”, porque veíamos que se podía desmadrar. Infantería nos hizo como un ‘puente chino’, muy gentilmente, y ya ahí recibimos varios palitos todos los diputados que logramos pasar esa valla. Escuchábamos máquinas todavía que estaban trabajando y ya habían hecho el vallado de chapas. Pedimos que se frene todo eso y que venga algún funcionario. Nos decían “bueno, espera que la orden la dio Chaín”, “ya hable con Chaín”, “lo llamó a Montenegro”, mientras Vidal (María Eugenia, vicejefa de gobierno de la Ciudad) llamaba a algunos legisladores para que fuéramos a la Legislatura y ahí ella hablaba con nosotros. En un momento nos dicen: “vamos a dar diez minutos, la Policía va a retroceder, vamos a parar las máquinas y vamos a ver si en estos diez minutos conseguimos que venga algún funcionario”. En ese plazo los trabajadores se organizan y, como estaban chocando constantemente con la Metropolitana, retroceden un poco. Queda un espacio neutral que no fue tan neutral al final porque por ahí pasaban los periodistas, camarógrafos, fotógrafos, y caían provocaciones por parte de la Policía, algún palito, o no los dejaban pasar para el otro lado. Había un tipo delescuadrónn ese que no logra definir Montenegro que era el que habilitaba el paso hacia donde estaba el jefe del operativo y “Tito” Nenna (legislador porteño del Frente para la Victoria) que, en un encendido momento, le dice, por mi, “ella es la diputada Sánchez Andia”. También estaba Amor (Alejandro, legislador también del FPV) detrás de Infantería, que tampoco había podido pasar, y le dice “él también es diputado”, así que él puede pasar sin ningún golpe. Ya eran las 11 de la mañana y en ese tiempito, habrán pasado cinco minutos, este escuadrón que estaba con la cara tapada, solo tenía los ojos descubiertos, tenía otro uniforme a Infantería, no tenían escudo y tenían armas largas, por eso nosotros creemos que estaban ahí para disparar. En un momento, cuando ya me habían identificado como legisladora, y no que estaba en ese lugar violando lo acordado, uno de estos tipos me dice “correte” y le dijo “soy legisladora”, como para decirle que podía estar ahí, que no estaba provocando, me dice “¿Y te pensas que no te voy a tirar?”. Ahí tenemos un diálogo con el muchacho, y me doy cuenta que al minuto de esto, empieza a disparar Infantería, que se va contra la gente...
¿Sin provocación física? ¿Hubo gritos, insultos, pero no provocación física'?
No, no hubo. Además la policía constantemente incentivaba. Había mucha policía, algunos de chomba, hombres y mujeres, estaban también los de Infantería, estaba el grupo especial que comentaba antes, había unos con el chaleco puesto, y de cualquier lado venían algunos que se ponían detrás de Infantería y patoteaba desde ahí. En ese último choque, que para mi fue el más importante, de todos. Muchos diputados que estaban del otro lado vuelven para intentar frenar. Hay golpeados, heridos. Le disparaban al montón. Yo veía que disparaban al cuerpo, por encima de la cintura. Están como registros las heridas de la gente. Yo no podía dejar de pensar en el lugar, porque veía algunos de los internos dando. vuelta. Luego me enteré que uno en particular que yo conozco por haber ido en otras oportunidades estaba herido en un hospital. Yo no estuve presente en el desalojo del Indoamericano, llegue un par de horas después, y había dos muertos. Larreta dijo “pero ahí había mucha Federal” y... son primos, se manejan de la misma forma. Fue un desmán provocado por la Policía. Y a esto lo puedo aseverar con lo que me paso a mi: el tipo que me dijo “correte”, me lo dice porque tiene que disparar y tiene que tener una línea de fuego más amplia, no puede tener a alguien a uno, dos metros como estaba yo. Y no estaba pasando nada: no hubo un piedrazo, como dicen; no había nadie prendiendo fuego nada.
¿Te parece que todo lo que paso antes, las charlas con el jefe del operativo, fue una táctica dilatoria?
Absolutamente, y lo decíamos con Fabio Basteiro en el lugar. Simplemente estaban estirando el tiempo, para terminar de sacar eso, para sacar las máquinas. Ahí nos estaban distrayendo.
¿Encontraron algún motivo para que hay ocurrido lo que paso? ¿Te parece que hubo alguna orden o le dieron vía libre para actuar a la Policía Metropolitana, al estilo del “despejen la Plaza” de diciembre de 2001?
Esto hay que ver de dónde viene. Lo que ocurrió en el Indoamericano, para mi, es una de las más impunes que haya ocurrido en los últimos tiempos, pero después tenés otros ejemplos: feriantes en Florida, en Parque Centenario, lo que pasó en la Sala Alberdi. No todos los operativos se te pueden ir de las manos, y si se te va de las manos es porque no podes estar en ese cargo. Ahora, si conscientemente, como ahora lo vemos, Montenegro quiere esta policía, que la policía actúe así, no importa en qué lugar, cuál va a ser el límite. Si actuaron así en el Borda, un neuropsiquiátrico, con lo simbólico que resulta, qué va a quedar para un grupo de trabajadores que se manifieste en la Jefatura de Gobierno, gente que defiende el espacio público, para cualquier protesta social que pueda darse en la Ciudad. Si ya reprimieron en el Borda con gran brutalidad, ¿qué va a quedar?. La salvajada más grande ya la hicieron. Además para los pacientes internados en el Borda es el lugar donde viven. Que me vengan a decir ellos cuál es la consecuencia. Y todo por un pedazo de tierra. Es más, Montengro dijo que desplegaron este operativo porque hubo resistencia a la mañana. Entonces era a toda costa, como pudimos verlo. Y lo vemos. No fue un error, no hubo un “se me fue de las manos, estos policías están desbandados y hacen lo que quieren”, o “el jefe de la Metropolitana no los pudo contener”. Montenegro, en cambio, dice “actuaron bien, los culpables están del otro lado”. Eso es una de las cosas que ha desnudado esta situación. También desnudó los negocios inmobiliarios, el pacto PRO-K que ya habíamos planteado antes, en noviembre.
¿Hubo un mea culpa del bloque del Frente para la Victoria y Nuevo Encuentro por haber votado este proyecto?
Fue el interbloque completo, más allá de algunos diputados en particular, el Frente Progresista y Popular de Ibarra, Nuevo Encuentro, y el Frente para la Victoria el que votó el proyecto, y no, no hubo un reconocimiento. Sí, ellos ahora están en la calle, yo veía a sus militantes en el Borda, ví militantes de Nuevo Encuentro ahí. Ahora, Gabriela Cerruti votó y defendió el proyecto. En la segunda sesión, cuando efectivamente se votan esas leyes, Cerruti comete un furcio: dijo “cada uno vota lo que quiere cobrar”. Tal vez quería decir otra cosa pero el inconsciente es más pleno en algunos momentos de tensión. Y nosotros lo marcamos entonces, y la consecuencia está acá. Esto no fue un acuerdo parlamentario, sino que fueron expedientes que se trataron sobre tablas, sin tratamiento en comisiones, con audiencias públicas vergonzosas, en donde la gente se anotó masivamente y nadie, absolutamente nadie, por parte de los K, contempló que se estaban haciendo en simultáneo para que la gente no pudiera concurrir. Pedían cuartos intermedios para que la gente se fuera, etcétera, etcétera. Vergonzosa incluso la instancia mínima de defensa que puede hacer cada uno de los ciudadanos que quieran participar de una audiencia pública. Y después tenes la segunda lectura: intercambiaron negocios. Un negocio para vos, un negocio para mi, en el medio estaba el Borda, y no les importo nada.
A pesar que ese día hubo militantes del FPV y Nuevo Encuentro en el Borda.
Si, yo ví militantes de Nuevo Encuentro, militantes K recibiendo los palos. Ahí hay una responsabilidad política que también tiene que asumir la militancia, porque sino acá dicen una cosa y después claro que van a realizar un repudio. ¿A qué mandan a los militantes K? ¿A qué les peguen en el Borda cuando sus diputados votan el financiamiento para esa obra? ¿O a repudiar en una marcha por unos acontecimientos que tuvieron lugar porque sus diputados votaron el financiamiento a una obra? No pueden decir que no, porque lo dijo Chaín 15 días antes, en una primera lectura: el distrito gubernamental iba a ubicarse en los terrenos del Borda. Se lo pregunte yo en una sesión. Le pregunté: “Ministro, por todos estos acontecimientos que conocemos y por toda la resistencia que hay en el Borda para que se usen esos terrenos, ¿se cambia de alguna manera la obra, el proyecto, la idea?” Y me dijo: “No, diputada. Nosotros tenemos el Edificio del Plata para vender y así construir el Centro Cívico sobre terrenos que no le pertenecen más al Hospital Borda.” Y listo. Hay otra contradicción también, van a la Justicia pero acá votan otra cosa. Y eso también es parte de la doble cara y, hoy por hoy, justifican el cinismo. Yo no lo he visto al diputado Cabandié, en estos días, más allá de estar en 678, discutiendo con nosotros, qué fue y qué pasó ahí, por qué pasó lo que pasó. Estuvo en el Borda. junto con diputados de su bloque, con sus militantes, recibiendo palos como yo, como todos. Pero esas son las consecuencias de lo que ocurre en el recinto, nosotros no estamos haciendo ficción en el recinto, votamos leyes que tienen consecuencias en la gente. Y que además han tenido resistencias, durante un largo periodo, y se lo hemos hecho saber. Esto no se votó de un día para el otro, el tránsito para llegar a votarse duró un mes y medio, aunque luego se puso sobre tablas entre gallos y medianoches. Y si vos me preguntas: ¿estas tranquila porque siempre te opusiste, porque votaste en contra? Y no, no estoy tranquila, no estamos tranquilos, y por eso desde la Coalición Cívica vamos a pedir el juicio político a Montenegro y otros funcionarios.
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