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- 30.04.2013
Los espacios terapéuticos, los pacientes del Borda tras la represión
Los pacientes del Hospital Borda expresaron incertidumbre y temor en los diferentes espacios terapéuticos que se abrieron tras la brutal represión del viernes, mientras los trabajadores buscan mantener en pleno funcionamiento el centro de salud mental.
Mientras unas 3.000 personas se atienden en los consultorios externos del Borda, otros 720 están internados, muchos de ellos, en proceso de reinserción, asistiendo a grupos sociocomunitarios.
"Al encontrarnos hoy con los pacientes, nos pusimos a hablar sobre lo que ocurrió el viernes. Muchos expresaron incertidumbre y temor por lo que pueda pasar con el hospital en el futuro. Otros empezaron a decir que tenían temor a ser trasladados", dijo a la Agencia Télam Ana Tisera, psicóloga de los grupos de "prealta".
La profesional explicó que "estos pacientes, que son vulnerables psíquicamente y algunos también socialmente, están transitando un proceso terapéutico complejo que tiene que ver con la reinserción".
En ese sentido, mencionó "las empresas sociales de fabricación de instrumentos musicales, de papel artesanal y de bolsas de plástico, que funcionan como dispositivos terapéuticos en el programa de prealta", precisó Tisera.
"No decimos que el Borda sea la casa de los pacientes; es un hospital también para ellos, pero para muchos es el lugar que les facilita ese proceso, el espacio donde se preparan para salir al mundo laboral y social", señaló Tisera.
A la dificultad propia del proceso terapéutico que deben transitar los pacientes en esta etapa "la falta de casas de medio camino, hogares protegidos, y subsidios para la vivienda que el gobierno porteño decidió no otorgar es otro obstáculo más para los pacientes", dijo la profesional.
A pesar de que todos estos dispositivos están contemplados en la ley de salud mental, "el gobierno porteño ha decido no hacer nada. Ni una sola casa de medio camino abrió esta última gestión", añadió.
"La irrupción violenta de la policía fue lo que faltaba", dijo Tisera, quien destacó el trabajo de sus colegas, y que hoy el clima que vivió el personal del Borda fue trabajar juntos y participar cada vez más".
En tanto, el presidente de la Asociación de Profesionales, Gabriel Cavia, informó que "la mayor preocupación nuestra es mantener el hospital abierto y en pleno funcionamiento". "Hubo un alto presentismo. Los únicos trabajadores y profesionales que no asistieron hoy a sus tareas fueron los que están más delicados y los que debieron hacer trámites en torno a la Aseguradora de Riesgos de Trabajo (ART) ya que las heridas sufridas fueron en plena jornada laboral", informó Cavia.
Cavia destacó que hoy le llamó la atención los pocos pacientes s que salieron al jardín. "Yo vine sábado y domingo y vi también lo mismo pero creí que hoy lunes iba a retornar la normalidad", reflexionó.
La organización que preside Cavia registró unos 80 heridos entre pacientes, trabajadores, profesionales, legisladores y periodistas. "Quiero mencionar que hubo al menos seis heridos entre los pacientes. Uno de ellos recibió 21 impactos de bala de goma en su cuerpo y otro, un culatazo en el pecho", denunció el psicólogo.
"Tal vez el grupo de internados es el que más sufrió la feroz violencia institucional del viernes que dejó tierra arrasada en el lugar donde se levantaba el taller protegido 19", sostuvo Cavia.
Mientras unas 3.000 personas se atienden en los consultorios externos del Borda, otros 720 están internados, muchos de ellos, en proceso de reinserción, asistiendo a grupos sociocomunitarios.
"Al encontrarnos hoy con los pacientes, nos pusimos a hablar sobre lo que ocurrió el viernes. Muchos expresaron incertidumbre y temor por lo que pueda pasar con el hospital en el futuro. Otros empezaron a decir que tenían temor a ser trasladados", dijo a la Agencia Télam Ana Tisera, psicóloga de los grupos de "prealta".
La profesional explicó que "estos pacientes, que son vulnerables psíquicamente y algunos también socialmente, están transitando un proceso terapéutico complejo que tiene que ver con la reinserción".
En ese sentido, mencionó "las empresas sociales de fabricación de instrumentos musicales, de papel artesanal y de bolsas de plástico, que funcionan como dispositivos terapéuticos en el programa de prealta", precisó Tisera.
"No decimos que el Borda sea la casa de los pacientes; es un hospital también para ellos, pero para muchos es el lugar que les facilita ese proceso, el espacio donde se preparan para salir al mundo laboral y social", señaló Tisera.
A la dificultad propia del proceso terapéutico que deben transitar los pacientes en esta etapa "la falta de casas de medio camino, hogares protegidos, y subsidios para la vivienda que el gobierno porteño decidió no otorgar es otro obstáculo más para los pacientes", dijo la profesional.
A pesar de que todos estos dispositivos están contemplados en la ley de salud mental, "el gobierno porteño ha decido no hacer nada. Ni una sola casa de medio camino abrió esta última gestión", añadió.
"La irrupción violenta de la policía fue lo que faltaba", dijo Tisera, quien destacó el trabajo de sus colegas, y que hoy el clima que vivió el personal del Borda fue trabajar juntos y participar cada vez más".
En tanto, el presidente de la Asociación de Profesionales, Gabriel Cavia, informó que "la mayor preocupación nuestra es mantener el hospital abierto y en pleno funcionamiento". "Hubo un alto presentismo. Los únicos trabajadores y profesionales que no asistieron hoy a sus tareas fueron los que están más delicados y los que debieron hacer trámites en torno a la Aseguradora de Riesgos de Trabajo (ART) ya que las heridas sufridas fueron en plena jornada laboral", informó Cavia.
Cavia destacó que hoy le llamó la atención los pocos pacientes s que salieron al jardín. "Yo vine sábado y domingo y vi también lo mismo pero creí que hoy lunes iba a retornar la normalidad", reflexionó.
La organización que preside Cavia registró unos 80 heridos entre pacientes, trabajadores, profesionales, legisladores y periodistas. "Quiero mencionar que hubo al menos seis heridos entre los pacientes. Uno de ellos recibió 21 impactos de bala de goma en su cuerpo y otro, un culatazo en el pecho", denunció el psicólogo.
"Tal vez el grupo de internados es el que más sufrió la feroz violencia institucional del viernes que dejó tierra arrasada en el lugar donde se levantaba el taller protegido 19", sostuvo Cavia.
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