Seis años de prisión para una pareja de apropiadores y para la entregadora de un hijo de desaparecidos



Este matrimonio anotaron como propio al hijo de Pereyra y Cagnola, quien nació en la ESMA en 1978. La entregadora fue Lugones, viuda de Guillermo Minicucci, que comandó el centro de detención ilegal El Vesubio durante la última dictadura cívico-militar.

El Tribunal Oral Federal 4 consideró que los tres condenados son penalmente responsables por los delitos de “retención, ocultamiento y supresión de identidad” de un menor de diez años, y de la falsificación de documento público al inscribirlo como Hilario Bacca con un certificado de nacimiento apócrifo.

El niño apropiado tiene hoy de 35 años y recuperó su verdadera identidad en el Banco Nacional de Datos Genéticos donde se comprobó su parentalidad con el matrimonio Pereyra-Cagnola.

Liliana Pereyra estaba embarazada de cinco meses cuando el 5 de octubre de 1977, fue secuestrada junto a su marido, Eduardo Cagnola, en Mar del Plata, y fueron llevados a la Base Naval de Buzos Tácticos de esa ciudad.

Posteriormente, la joven fue trasladada a la ESMA donde según el relato de sobrevivientes estuvo en la llamada “pieza de las embarazadas” y, en febrero de 1978, dio a luz a un bebé al que llamó Federico.

Mariñelarena había confesado en la instrucción que la mujer del entonces jefe de la central de reunión de inteligencia del regimiento 3 de la Tablada "sabiendo de mis grandes ganas de formar una familia más amplia, me llamó y me dijo que ella tenía un bebé para adopción y me preguntó si yo lo quería", con la condición de que no le preguntara nada sobre su origen.

En el juicio se dio por probado que el bebé fue entregado a sus apropiadores en un departamento ubicado en la avenida Luis María Campos y en el hecho participó el propio Minicucci, según confesó la apropiadora durante la instrucción.


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