Lo que le dicen a la Ciudad los autos del Super TC 2000

Por Carla del Cueto*

La realización de la carrera del Super TC 2000 en la Ciudad de Buenos Aires constituye una situación paradojal si se pone en línea con otras políticas que viene desarrollando el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por un lado, se impulsan políticas que tienden a ordenar el tránsito y mejorar la seguridad vial a través del fomento del uso de bicicletas como medio alternativo de transporte. El Programa “Bicicletas de Buenos Aires” incluye, entre otras iniciativas, la construcción de una red de ciclovías protegidas (bicisendas), infraestructura para estacionar bicicletas, la implementación de un sistema de transporte público en bicicletas. El fomento del uso de la bicicleta se establece desde el Estado local como una forma de ordenar y mejorar la seguridad del tránsito y también la calidad de vida. El uso masivo de bicicletas tendría beneficios para los que la usan y para quienes no la usan y viven en Buenos Aires: menos contaminación, menos ruido, menos atascamiento de tránsito. El uso de las bicicletas es una forma que encontró el Estado municipal de intervenir en el espacio urbano.

Por otro lado, el gobierno local viene buscando instalar a la ciudad de Buenos Aires como escenario de carreras callejeras, que habían estado prohibidas desde 1960 y hasta 2010, cuando un legislador del PRO presentó la iniciativa de derogar la ordenanza 17.348. Es indudable que el automovilismo es un deporte muy arraigado en nuestro país y la respuesta del público demuestra que todavía tiene vitalidad: asistieron al evento alrededor de 500.000 personas. El público respondió y el gobierno local mostró que también puede montar un espectáculo de masas.

Ahora bien, estas competencias desde sus orígenes estuvieron orientadas a colocar al automóvil como objeto de valor, dándole un lugar y un protagonismo vinculado no sólo con su uso como medio de transporte sino también celebrando uno de sus sentidos más sobresalientes: la velocidad. Quienes transmitían ese fin de semana repetían “hoy no hay fotomulta”, y en algunos tramos la velocidad alcanzó los 240km por hora.

El automóvil, además, materializa el deseo ambivalente de seguridad y de riesgo y las carreras acentúan enfáticamente este doble carácter. Los valores de libertad, individualismo y autonomía son reforzados en las coberturas de las competencias. Al mismo tiempo, se establece un fuerte vínculo con el territorio nacional: quienes han estudiado el fenómeno en los primeros años del TC, surgido en la década del treinta, señalan el efecto de promoción de la integración territorial, tal como el nombre “Turismo Carretera” lo evoca, en un tiempo en el que empezaban a construirse las principales rutas nacionales. La cobertura a través de la radio daba cuenta de las bondades de cada una de las distintas regiones de nuestro país en las que tenía lugar la competencia.

Esta vez, en cambio, el relato deportivo en Buenos Aires festejó que la ciudad estuviera a la “altura de otras ciudades” (europeas), y la principal comparación se hizo con Mónaco. Mientras en las primeras crónicas de hace ochenta años el acento estaba puesto en la integración, en el plano simbólico, de cada lugar con la idea de Nación, en estos días, en cambio, hemos sido testigos de una exacerbación de la estirpe europea de la ciudad de Buenos Aires. La transmisión televisiva mostró imágenes poco frecuentes, con avenidas despejadas a la espera del comienzo de la competencia: la 9 de Julio y la Avenida de Mayo, escenarios habituales de atascamientos de tránsito y manifestaciones populares, esta vez estaban ocupadas por una fiesta de motores.

En las carreras, el automóvil se coloca en un lugar de supremacía: se lo festeja, se lo elogia, se da cuenta de sus atributos técnicos. Se distinguen las marcas y se resalta la pericia de los pilotos. El automóvil se convierte en amo y señor de la escena. Es una fiesta que difícilmente se combine de manera armoniosa con la austeridad de las bicicletas.

* Socióloga, investigadora docente de la Universidad Nacional de Gral. Sarmiento y docente de la Universidad de Buenos Aires.


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