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- 23.01.2012
Una multitud recibió al Año del Dragón en el Barrio Chino
El Año del Dragón fue recibido por miles de personas en el Barrio Chino del bajo Belgrano, que centró el festejo de esa comunidad asiática en Argentina por la llegada del año 4.710 de su calendario, regido por la Luna. La celebración se extendió por primera vez a dos jornadas y abarcó la plaza de Barrancas de Belgrano, debido a que el Dragón es uno de los símbolos más importantes de la cultura china y, según muchas leyendas, de él descienden los emperadores.
La inauguración oficial fue el sábado a las 15 hs con "el despertar del Dragón", a cargo del embajador de China en Argentina, Ying Heng Ming, a quien acompañó en el escenario el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Diego Santilli.
El diplomático destacó la integración entre ambos pueblos y agradeció "a los amigos argentinos por acompañar la alegría y el ambiente" del festejo, y explicó que el Dragón, único animal mitológico del zodíaco chino, "es un símbolo de vigor".
"Este será para todos un año vigoroso, próspero y feliz, en el que al cumplirse el 40 aniversario de las relaciones diplomáticas entre Argentina y China habrá visitas importantes de un lado y de otro y muchas actividades culturales entre la ciudad de Buenos Aires y Pekín", afirmó el embajador.
Decenas de puestos se desplegaron el fin de semana en la plaza y en las calles Arribeños y Mendoza con gastronomía, indumentaria y artículos chinos. En otros explicaban la técnica del origami, la ceremonia del té y respondían consultas astrológicas. Además hubo espectáculos de artes marciales, de música oriental y de tango, con orquesta y parejas mixtas, en un entorno pleno de carteles con ideogramas con buenos augurios, los típicos faroles rojos de papel con inscripciones en dorado y las danzas del Dragón y del León, que se repitieron cada hora.
El ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, dijo que la respuesta de la gente a la convocatoria superó las mejores expectativas del centro de residentes chinos, que la organizó, y muestra a "una comunidad que celebra la diversidad".
Lombardi comentó que fue con su hija de 7 años, que comió "las tradicionales empanaditas chinas" y un postre similar al bombón helado y auguró "la misma magnitud" de gente para las otras dos fiestas que esa comunidad realizará este año.
El inicio del año del Dragón, celebrado en las principales ciudades del mundo, tuvo su epicentro en Pekín y en toda China, donde estimaban que los cerca de 1.300 millones de habitantes le dieron la bienvenida con comidas especiales, ornamentación de casas y calles y fuegos artificiales.
La inauguración oficial fue el sábado a las 15 hs con "el despertar del Dragón", a cargo del embajador de China en Argentina, Ying Heng Ming, a quien acompañó en el escenario el ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Diego Santilli.
El diplomático destacó la integración entre ambos pueblos y agradeció "a los amigos argentinos por acompañar la alegría y el ambiente" del festejo, y explicó que el Dragón, único animal mitológico del zodíaco chino, "es un símbolo de vigor".
"Este será para todos un año vigoroso, próspero y feliz, en el que al cumplirse el 40 aniversario de las relaciones diplomáticas entre Argentina y China habrá visitas importantes de un lado y de otro y muchas actividades culturales entre la ciudad de Buenos Aires y Pekín", afirmó el embajador.
Decenas de puestos se desplegaron el fin de semana en la plaza y en las calles Arribeños y Mendoza con gastronomía, indumentaria y artículos chinos. En otros explicaban la técnica del origami, la ceremonia del té y respondían consultas astrológicas. Además hubo espectáculos de artes marciales, de música oriental y de tango, con orquesta y parejas mixtas, en un entorno pleno de carteles con ideogramas con buenos augurios, los típicos faroles rojos de papel con inscripciones en dorado y las danzas del Dragón y del León, que se repitieron cada hora.
El ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, dijo que la respuesta de la gente a la convocatoria superó las mejores expectativas del centro de residentes chinos, que la organizó, y muestra a "una comunidad que celebra la diversidad".
Lombardi comentó que fue con su hija de 7 años, que comió "las tradicionales empanaditas chinas" y un postre similar al bombón helado y auguró "la misma magnitud" de gente para las otras dos fiestas que esa comunidad realizará este año.
El inicio del año del Dragón, celebrado en las principales ciudades del mundo, tuvo su epicentro en Pekín y en toda China, donde estimaban que los cerca de 1.300 millones de habitantes le dieron la bienvenida con comidas especiales, ornamentación de casas y calles y fuegos artificiales.
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