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- 20.12.2011
Buenos Aires ruidosa: la contaminación sonora supera lo permitido por ley en casi toda la Ciudad
En Buenos Aires, el rumor continuo de la gente que pasa, los gritos, los bocinazos, los motores en marcha y las frenadas de la esquina de Cabildo y Juramento son más poderosos que las turbinas de los aviones que despegan o aterrizan en el Aeroparque Jorge Newbery. Esta es una de las sorpresas que surgen de un estudio realizado por la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Palermo sobre la contaminación sonora en la Ciudad.
Los lugares que son percibidos como más ruidosos por los vecinos, si bien son lugares con alta contaminación, no coinciden con los puntos donde se registran las mediciones más altas. Con todo, la mayor parte de las mediciones supera los niveles que establece la ley 1.540 de Control de la contaminación Acústica de la Ciudad, que para el día permite hasta 65 decibeles en zonas residenciales y hasta 70 en zonas comerciales . Niveles que por la noche deben bajar a 50 y 60, respectivamente.
La investigación fue realizada por los estudiantes de Ingeniería, coordinados por los docentes Mónica López Sardi, Maricel Cattaneo y Ricardo Vecchio. Con un decibelímetro, en Aeroparque detectaron un nivel de polución sonora de 105,80 decibeles (db): 25% menos que los 131,90 db que deben soportar los vecinos de Cabildo y Juramento, cuando el máximo tolerable para la Organización Mundial de la Salud es de 70 db .
“No necesariamente los lugares que la gente cree más ruidosos coinciden con la realidad –sostiene Cattaneo–. Como Aeroparque es un lugar abierto y no hay edificaciones que limiten el espacio, el ruido no se siente con tanta intensidad como en Cabildo y Juramento. Un lugar donde la contaminación sonora supera a la de una sala de máquinas industrial”.
El ruido, es considerado por la OMS como un tipo más de contaminación desde 1972. Cabeza explica que produce tres tipos de enfermedades. Las auditivas consisten en el daño en las células que se van desgastando. También ocasionan problemas fisiológicos producidos por el estrés, como enfermedades cardiovasculares, hormonales y digestivas. Y afecciones psicológicas, como insomnio y falta de concentración.
Fuente: Clarín
Los lugares que son percibidos como más ruidosos por los vecinos, si bien son lugares con alta contaminación, no coinciden con los puntos donde se registran las mediciones más altas. Con todo, la mayor parte de las mediciones supera los niveles que establece la ley 1.540 de Control de la contaminación Acústica de la Ciudad, que para el día permite hasta 65 decibeles en zonas residenciales y hasta 70 en zonas comerciales . Niveles que por la noche deben bajar a 50 y 60, respectivamente.
La investigación fue realizada por los estudiantes de Ingeniería, coordinados por los docentes Mónica López Sardi, Maricel Cattaneo y Ricardo Vecchio. Con un decibelímetro, en Aeroparque detectaron un nivel de polución sonora de 105,80 decibeles (db): 25% menos que los 131,90 db que deben soportar los vecinos de Cabildo y Juramento, cuando el máximo tolerable para la Organización Mundial de la Salud es de 70 db .
“No necesariamente los lugares que la gente cree más ruidosos coinciden con la realidad –sostiene Cattaneo–. Como Aeroparque es un lugar abierto y no hay edificaciones que limiten el espacio, el ruido no se siente con tanta intensidad como en Cabildo y Juramento. Un lugar donde la contaminación sonora supera a la de una sala de máquinas industrial”.
El ruido, es considerado por la OMS como un tipo más de contaminación desde 1972. Cabeza explica que produce tres tipos de enfermedades. Las auditivas consisten en el daño en las células que se van desgastando. También ocasionan problemas fisiológicos producidos por el estrés, como enfermedades cardiovasculares, hormonales y digestivas. Y afecciones psicológicas, como insomnio y falta de concentración.
Fuente: Clarín
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