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- 19.12.2011
R. Aizcorbe, de la Confederación Farmacéutica: "En términos sanitarios, lo que hizo Macri es vergonzoso”
Nueva Ciudad conversó con Ricardo Aizcorbe, presidente de la Confederación Farmacéutica Argentina, sobre el veto de Macri a la adecuación de la Ciudad a la Ley Nacional de Medicamentos. La falta de criterio sanitario y la presión de Farmacity para que se tomara esa decisión.
¿Cuál es la posición de la Confederación Farmacéutica Argentina sobre el veto de Macri a la Ley Nacional de Medicamentos?
El macrismo se basó en dos puntos: el primero, es el argumento según el cual algunos sectores de la Ciudad no están atendidos por las farmacias, y por lo tanto se hace necesario la venta en los kioscos para satisfacer esa demanda. Es un argumento falaz porque, justamente, al permitir la venta de medicamentos concentrados en algunas cadenas de farmacias, en góndolas, lo que sucedió justamente es que muchas farmacias hayan cerrado, con lo que se perdió la red sanitaria. En vez de promover una ley que regule la instalación de farmacias en los barrios en los que no hay servicios, hace esto, que la verdad que es una absoluta contradicción.
Una de las cosas que la Ley Nacional prohíbe, y que ahora el veto de Macri vuelve a permitir, es la venta de medicamentos en góndolas, como las de las grandes cadenas de farmacias. ¿Cuáles son los riesgos de eso?
El permiso para vender en góndola lo que hace es incentivar a la automedicación, al no tener consejo ni médico ni farmacéutico. Esto no tiene ningún sustento desde el punto de vista profesional. El argumento de facilitar el acceso es muy blando, desde el punto de vista sanitario, no tiene ningún sustento. Y, además, lo basan en una encuesta totalmente dirigida. Si le preguntan a alguien si compra en Farmacity y si le gusta comprar ahí; si quiere que un antiácido esté en una góndola o no, es obvio lo que va a contestar. Ahora, nunca le preguntaron si le interesaba que lo atendiera un farmacéutico, o si conoce los derechos que tiene la gente de hacerse atender por un profesional; eso nunca se preguntó para fundamentar el veto.
Por otro lado, uno imaginaría que es más relevante la opinión de los profesionales sobre un tema como este, que la de los consumidores.
Sí, la verdad es que no hay una orientación del consumidor para que realmente sepa que, cuando adquiere un medicamento, está corriendo un riesgo sanitario. De hecho, nosotros hicimos un trabajo en la Ciudad, en el que entregábamos muestras gratis, y la gente las recibía, se las llevaba, no preguntaba; eso podría haber sido un veneno. Si en vez de nosotros, era Bin Laden, hubiera desaparecido la mitad de la población de Buenos Aires, porque realmente no hay controles, no ya sobre las farmacias: mucho menos sobre los kioscos. El gobierno no tiene un Departamento de Farmacia, no tiene inspectores preparados para eso. Lo que ha hecho Macri es, desde el punto de vista sanitario, vergonzoso.
¿Cuánto cree que influyó la presión de Farmacity para que el Gobierno de la Ciudad tomara esta decisión?
Creo que influyó decisivamente. Nosotros tenemos fotos de (Horacio) Rodríguez Larreta abrazado con el CEO de Farmacity, que son muy amigos; está el tema de que Gabriela Michetti es la pareja del Gerente de General CAPEMVEL, que es la cámara que agrupa a los laboratorios de venta libre, que obviamente quieren vender por fuera de las farmacias; y además hay una influencia muy fuerte del Jefe de Prensa de Macri (N. de R.: se refiere a Miguel de Godoy, Secretario de Medios de la Ciudad), que en su empresa privada tiene la representación de Pegasus, de Farmacity y CAPENVEL, que son justamente quienes han estado trabajando en contra nuestro y sobre Macri.
¿Cuáles son los pasos a seguir desde la Confederación?
El martes tenemos una reunión con nuestros asesores, con los que vamos a ver los caminos legales a seguir, y también vamos a insistir en presentar la ley de nuevo. Macri está acostumbrado a que lo que pierde en la legislatura, lo quiere ganar con los vetos, y eso me parece muy poco serio de su gobierno. Nosotros vamos a insistir en que la Ley Nacional de Medicamentos se aplique en la Ciudad, y de hecho vamos a ir a la Corte Suprema, porque una ley provincial no puede estar por encima de una ley nacional.
¿Cuál es la posición de la Confederación Farmacéutica Argentina sobre el veto de Macri a la Ley Nacional de Medicamentos?
El macrismo se basó en dos puntos: el primero, es el argumento según el cual algunos sectores de la Ciudad no están atendidos por las farmacias, y por lo tanto se hace necesario la venta en los kioscos para satisfacer esa demanda. Es un argumento falaz porque, justamente, al permitir la venta de medicamentos concentrados en algunas cadenas de farmacias, en góndolas, lo que sucedió justamente es que muchas farmacias hayan cerrado, con lo que se perdió la red sanitaria. En vez de promover una ley que regule la instalación de farmacias en los barrios en los que no hay servicios, hace esto, que la verdad que es una absoluta contradicción.
Una de las cosas que la Ley Nacional prohíbe, y que ahora el veto de Macri vuelve a permitir, es la venta de medicamentos en góndolas, como las de las grandes cadenas de farmacias. ¿Cuáles son los riesgos de eso?
El permiso para vender en góndola lo que hace es incentivar a la automedicación, al no tener consejo ni médico ni farmacéutico. Esto no tiene ningún sustento desde el punto de vista profesional. El argumento de facilitar el acceso es muy blando, desde el punto de vista sanitario, no tiene ningún sustento. Y, además, lo basan en una encuesta totalmente dirigida. Si le preguntan a alguien si compra en Farmacity y si le gusta comprar ahí; si quiere que un antiácido esté en una góndola o no, es obvio lo que va a contestar. Ahora, nunca le preguntaron si le interesaba que lo atendiera un farmacéutico, o si conoce los derechos que tiene la gente de hacerse atender por un profesional; eso nunca se preguntó para fundamentar el veto.
Por otro lado, uno imaginaría que es más relevante la opinión de los profesionales sobre un tema como este, que la de los consumidores.
Sí, la verdad es que no hay una orientación del consumidor para que realmente sepa que, cuando adquiere un medicamento, está corriendo un riesgo sanitario. De hecho, nosotros hicimos un trabajo en la Ciudad, en el que entregábamos muestras gratis, y la gente las recibía, se las llevaba, no preguntaba; eso podría haber sido un veneno. Si en vez de nosotros, era Bin Laden, hubiera desaparecido la mitad de la población de Buenos Aires, porque realmente no hay controles, no ya sobre las farmacias: mucho menos sobre los kioscos. El gobierno no tiene un Departamento de Farmacia, no tiene inspectores preparados para eso. Lo que ha hecho Macri es, desde el punto de vista sanitario, vergonzoso.
¿Cuánto cree que influyó la presión de Farmacity para que el Gobierno de la Ciudad tomara esta decisión?
Creo que influyó decisivamente. Nosotros tenemos fotos de (Horacio) Rodríguez Larreta abrazado con el CEO de Farmacity, que son muy amigos; está el tema de que Gabriela Michetti es la pareja del Gerente de General CAPEMVEL, que es la cámara que agrupa a los laboratorios de venta libre, que obviamente quieren vender por fuera de las farmacias; y además hay una influencia muy fuerte del Jefe de Prensa de Macri (N. de R.: se refiere a Miguel de Godoy, Secretario de Medios de la Ciudad), que en su empresa privada tiene la representación de Pegasus, de Farmacity y CAPENVEL, que son justamente quienes han estado trabajando en contra nuestro y sobre Macri.
¿Cuáles son los pasos a seguir desde la Confederación?
El martes tenemos una reunión con nuestros asesores, con los que vamos a ver los caminos legales a seguir, y también vamos a insistir en presentar la ley de nuevo. Macri está acostumbrado a que lo que pierde en la legislatura, lo quiere ganar con los vetos, y eso me parece muy poco serio de su gobierno. Nosotros vamos a insistir en que la Ley Nacional de Medicamentos se aplique en la Ciudad, y de hecho vamos a ir a la Corte Suprema, porque una ley provincial no puede estar por encima de una ley nacional.
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