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- 14.12.2011
Las Comunas a partir del 10 de diciembre
Por Matías Triguboff, Deborah Pragier, Marcelo Pautasso, Muriel Morgan, Pablo Garibaldi. Instituto de Ciencias Antropológicas, FFyL, UBA
Sin duda, el 2011 es un año histórico para la Ciudad de Buenos Aires. El 12 de diciembre asumieron formalmente en sus funciones los 105 integrantes de las Juntas Comunales de las 15 Comunas que conforman la Ciudad. No obstante eso, es importante resaltar que las Comunas no nacen hoy. Son parte de un largo proceso de participación política que se inicia en la estatuyente de la Ciudad de Buenos Aires de 1996, y que tiene como referencia a las asambleas populares surgidas a fines de diciembre de 2001. Vecinos, organizaciones sociales y políticas, militantes de partidos políticos y dirigentes vienen trabajando desde hace muchos años para que las Comunas de la Ciudad de Buenos Aires puedan funcionar con todas sus competencias y deberes. Se han movilizado y accionado, tanto para la difusión, como para la implementación de estas nuevas instituciones, a través de reuniones informativas, seminarios, radios, páginas web, así como también mediante la presentación de recursos de amparo ante la Justicia. Este trabajo también puede observarse en los Consejos Consultivos Comunales, organizados de manera autoconvocada en la mayoría de las Comunas.
Ahora bien. ¿Cómo funcionarán las Comunas?
El pasado 19 de noviembre, desde el Instituto de Ciencias Antropológicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, en conjunto con el Centro de Estudio Desarrollo y Territorio (CEDET) de la UNSAM, organizamos unas jornadas para reflexionar junto con organizaciones sociales y políticas, legisladores y juntistas electos, sobre el recorrido realizado y los nuevos desafíos. Queremos recuperar algunos señalamientos que surgieron como producto del intercambio y debate. Por un lado, en términos políticos institucionales, las Comunas son un gran desafío. Primero, tienen un diseño institucional novedoso. Las Juntas Comunales, integradas por representantes de diferentes partidos políticos, funcionarán a través de un cuerpo colegiado de siete miembros. A su vez, deberán trabajar en conjunto con un Consejo Consultivo conformado por organizaciones territoriales y vecinos que quieran participar. Será un desafío de respeto, convivencia y, por supuesto, de disputa política e ideológica, entre partidos del oficialismo y la oposición, organizaciones políticas y sociales, sociedades de fomento, clubes, entre otros. La dinámica que tome esta interrelación irá marcando el proceso de constitución y las características específicas de cada Comuna.
Segundo, el proceso de transferencia de competencias y obligaciones está atravesado y tensionado por la coyuntura política y por la perspectiva de conformar un diseño institucional a largo plazo. Por ejemplo, la creación de las Unidades de Atención Ciudadana (UAC) por decreto del Poder Ejecutivo, son un claro ejemplo de cómo una cuestión coyuntural puede afectar el diseño institucional de fondo[i]. Tercero, las Comunas reflejan diferencias socioeconómicas que deben ser tenidas en cuenta, tanto para la dinámica que tome cada Comuna como para abordar la relación entre ellas y con el Gobierno de la Ciudad. En este sentido, tampoco hay que perder de vista que la Ciudad interactúa permanentemente con los distintos municipios con los cuales forma parte del Área Metropolitana de Buenos Aires.
Por otro lado, las primeras Juntas Comunales asumen con una serie de acciones políticas y legislativas pendientes. En primer lugar, aún falta la sanción de una ley de partidos políticos local que permita la conformación de partidos comunales. De esta manera, se fomentará la política local con sus propias demandas y problemáticas, y las múltiples organizaciones que vienen promoviendo la conformación de las Comunas tendrán la posibilidad de presentar candidatos a las Juntas Comunales. En segundo lugar, es necesario un trabajo serio y sistemático de difusión hacia la ciudadanía sobre la Comunas, acerca de los derechos y obligaciones que tiene cada ciudadano comunal. En tercer lugar, es importante avanzar hacia un proceso de mayor vinculación y articulación entre las distintas instituciones que están situadas en cada comuna. En ese sentido, consideramos que los establecimientos académicos y de investigación debemos comprometernos en mayor medida con el desarrollo de las autonomías comunales, aportando diversidad de miradas y análisis críticos sobre las Comunas, más allá de lo coyuntural.
Finalmente, en términos generales, es importante tener presente que cada una de las iniciativas, conflictos y disputas relacionadas con este proceso de transferencia e implementación de gobiernos comunales está atravesada por una concepción más general sobre qué significa la descentrentralización, sobre cuál es el rol político e institucional de las Comunas. La primera visión tiene como objetivo central que las Comunas sean instancias de gobierno local, de participación social y comunitaria con mayor autonomía del Gobierno de la Ciudad. La segunda, en cambio, apunta a la reorganización de la gestión administrativa de trámites relacionados con el espacio local del barrio. Así, el rol de las Comunas sería facilitar el acceso al gobierno central. Esta perspectiva delimita la función de las mismas hacía una dimensión burocrática, restringiéndole capacidad de decisión y, por lo tanto, de legitimidad política como institución de gobierno local.
En los próximos meses esperamos poder avanzar en los puntos señalados, sin perder de vista que el objetivo principal de estas políticas es poder conformar una ciudad cada vez más democrática, equitativa e igualitaria.
[i] El Gobierno de la Ciudad decidió crear delegaciones en cada una de las comunas con presupuesto y competencias similares a las Comunas creando un conflicto jurisdiccional que aún no se sabe cómo se resolverá.
Sin duda, el 2011 es un año histórico para la Ciudad de Buenos Aires. El 12 de diciembre asumieron formalmente en sus funciones los 105 integrantes de las Juntas Comunales de las 15 Comunas que conforman la Ciudad. No obstante eso, es importante resaltar que las Comunas no nacen hoy. Son parte de un largo proceso de participación política que se inicia en la estatuyente de la Ciudad de Buenos Aires de 1996, y que tiene como referencia a las asambleas populares surgidas a fines de diciembre de 2001. Vecinos, organizaciones sociales y políticas, militantes de partidos políticos y dirigentes vienen trabajando desde hace muchos años para que las Comunas de la Ciudad de Buenos Aires puedan funcionar con todas sus competencias y deberes. Se han movilizado y accionado, tanto para la difusión, como para la implementación de estas nuevas instituciones, a través de reuniones informativas, seminarios, radios, páginas web, así como también mediante la presentación de recursos de amparo ante la Justicia. Este trabajo también puede observarse en los Consejos Consultivos Comunales, organizados de manera autoconvocada en la mayoría de las Comunas.
Ahora bien. ¿Cómo funcionarán las Comunas?
El pasado 19 de noviembre, desde el Instituto de Ciencias Antropológicas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, en conjunto con el Centro de Estudio Desarrollo y Territorio (CEDET) de la UNSAM, organizamos unas jornadas para reflexionar junto con organizaciones sociales y políticas, legisladores y juntistas electos, sobre el recorrido realizado y los nuevos desafíos. Queremos recuperar algunos señalamientos que surgieron como producto del intercambio y debate. Por un lado, en términos políticos institucionales, las Comunas son un gran desafío. Primero, tienen un diseño institucional novedoso. Las Juntas Comunales, integradas por representantes de diferentes partidos políticos, funcionarán a través de un cuerpo colegiado de siete miembros. A su vez, deberán trabajar en conjunto con un Consejo Consultivo conformado por organizaciones territoriales y vecinos que quieran participar. Será un desafío de respeto, convivencia y, por supuesto, de disputa política e ideológica, entre partidos del oficialismo y la oposición, organizaciones políticas y sociales, sociedades de fomento, clubes, entre otros. La dinámica que tome esta interrelación irá marcando el proceso de constitución y las características específicas de cada Comuna.
Segundo, el proceso de transferencia de competencias y obligaciones está atravesado y tensionado por la coyuntura política y por la perspectiva de conformar un diseño institucional a largo plazo. Por ejemplo, la creación de las Unidades de Atención Ciudadana (UAC) por decreto del Poder Ejecutivo, son un claro ejemplo de cómo una cuestión coyuntural puede afectar el diseño institucional de fondo[i]. Tercero, las Comunas reflejan diferencias socioeconómicas que deben ser tenidas en cuenta, tanto para la dinámica que tome cada Comuna como para abordar la relación entre ellas y con el Gobierno de la Ciudad. En este sentido, tampoco hay que perder de vista que la Ciudad interactúa permanentemente con los distintos municipios con los cuales forma parte del Área Metropolitana de Buenos Aires.
Por otro lado, las primeras Juntas Comunales asumen con una serie de acciones políticas y legislativas pendientes. En primer lugar, aún falta la sanción de una ley de partidos políticos local que permita la conformación de partidos comunales. De esta manera, se fomentará la política local con sus propias demandas y problemáticas, y las múltiples organizaciones que vienen promoviendo la conformación de las Comunas tendrán la posibilidad de presentar candidatos a las Juntas Comunales. En segundo lugar, es necesario un trabajo serio y sistemático de difusión hacia la ciudadanía sobre la Comunas, acerca de los derechos y obligaciones que tiene cada ciudadano comunal. En tercer lugar, es importante avanzar hacia un proceso de mayor vinculación y articulación entre las distintas instituciones que están situadas en cada comuna. En ese sentido, consideramos que los establecimientos académicos y de investigación debemos comprometernos en mayor medida con el desarrollo de las autonomías comunales, aportando diversidad de miradas y análisis críticos sobre las Comunas, más allá de lo coyuntural.
Finalmente, en términos generales, es importante tener presente que cada una de las iniciativas, conflictos y disputas relacionadas con este proceso de transferencia e implementación de gobiernos comunales está atravesada por una concepción más general sobre qué significa la descentrentralización, sobre cuál es el rol político e institucional de las Comunas. La primera visión tiene como objetivo central que las Comunas sean instancias de gobierno local, de participación social y comunitaria con mayor autonomía del Gobierno de la Ciudad. La segunda, en cambio, apunta a la reorganización de la gestión administrativa de trámites relacionados con el espacio local del barrio. Así, el rol de las Comunas sería facilitar el acceso al gobierno central. Esta perspectiva delimita la función de las mismas hacía una dimensión burocrática, restringiéndole capacidad de decisión y, por lo tanto, de legitimidad política como institución de gobierno local.
En los próximos meses esperamos poder avanzar en los puntos señalados, sin perder de vista que el objetivo principal de estas políticas es poder conformar una ciudad cada vez más democrática, equitativa e igualitaria.
[i] El Gobierno de la Ciudad decidió crear delegaciones en cada una de las comunas con presupuesto y competencias similares a las Comunas creando un conflicto jurisdiccional que aún no se sabe cómo se resolverá.
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