Vicente Lourenzo, de CAME: “Lo único que tiene que hacer el Poder Ejecutivo es aplicar la ley”

Vicente Lourenzo es Secretario de Prensa de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa - CAME -, una de las entidades qué más duramente cuestionó la actividad de los manteros y la actuación del Gobierno de la Ciudad al respecto. En diálogo con Nueva Ciudad, fija posición luego de la resolución de la Legislatura sobre el tema.

¿Por qué CAME se oponen a la resolución que la Legislatura le dio al tema de los manteros?

Fundamentalmente, porque ya hay una ley, que es la 451, el Código de Faltas, que faculta al Poder Ejecutivo para poder sacar de la vía pública a todo tipo de venta de mercadería de forma ilegal, que usurpa el espacio público. Además, no solamente le permite sacar a los vendedores, sino también decomisar la mercadería. El Código Contravencional, que  es el que define qué es una contravención, ha quedado, después de la nueva redacción, muy ambiguo,  y va a seguir permitiendo que los jueces otorguen recursos de amparo. Por eso, nosotros queremos clarificar el tema y decir “señores miembros del Poder Ejecutivo, son ustedes los que tienen la posibilidad de aplicar el código de faltas y sacar a los materos de la calle”.

Incluso, ustedes sostienen que la nueva reglamentación lo que hace es ratificar la legalidad de la venta callejera, por lo que se dispuso en relación con las ferias.

Lo que pasa es que la Ley de Ferias, que actuó como conciliadora para que se puede llegar a la reforma del Código, lamentablemente terminó permitiendo en varios parques de esta ciudad, como el Centenario, el Lezama, el Parque Patricios, el Parque del Retiro, que, a modo de excepción, se pueda vender cualquier tipo de mercadería; lo dice claramente el artículo cuarto de la Ley de Ferias, y esto es inherente a la actividad de los manteros. Y también es una locura, porque legaliza los puestos ilegales que están ahora en cada uno de los parques, y además, ahora, se habilitan otros 31 emplazamientos para que se siga ejerciendo la venta de productos, y es así que vamos a tener todos los parques tomados.

¿Cuáles deberían ser, según ustedes, los pasos institucionales?

Los pasos son los que debería haber dado el Poder Ejecutivo, que además fue ratificado después de cuatro años, para no solamente administrar nuestros recursos, sino también para administrar el espacio público. Es el que tiene que aplicar la ley, y la ley ya está. El Código de Faltas le da facultades para poder sacar de la calle la venta de productos terminados, como un pulóver, un termo o un anteojo de sol, que tanto se ve en los manteros. Eso está prohibido por el Código de Faltas; lo único que tiene que hacer el ejecutivo es aplicar la ley, sacar a los manteros y, además, decomisar esa mercadería para que no se siga agrandando este tema. Más allá de la reforma del artículo 83 del Código Contravencional, ustedes creen que ya hay herramientas legales para que el ejecutivo actúe. Exactamente. Se centraron en la discusión acerca del tercer párrafo del artículo 83, con el tema de la “mera subsistencia”, cuando, en definitiva, hay una norma de igual nivel, el Código de Faltas, que ya da todas las facultades para actuar; no hace falta que se reforme el Código Contravencional. La Ley de Faltas es muy clara para que el ejecutivo actúe, y actúe muy fuertemente, como corresponde, en todos aquellos lugares en los que los manteros se han instalado bajo el paraguas de la cuestión social.

¿Qué actitud van a tomar desde CAME a partir de ahora en más?

Muchos negocios están casi al filo de cerrar; están esperando las ventas navideñas para ver si recuperan parte de las ventas que perdieron, justamente, por la competencia desleal que se genera a través de la venta ilegal en la vía pública. Por lo tanto, para nosotros, es cuestión de horas, porque pasada Navidad, pasado Rreyes, la venta se cae por los meses de vacaciones. Necesitamos las soluciones ya, de forma inmediata. No podemos esperar ni 120 días, como dice la nueva ley, ni 48 horas. Necesitamos que el Poder Ejecutivo actúe.

 

Eso sería uno los pasos fundamentales. Pero, además, y fundamentalmente, poner orden en la ciudad de Buenos Aires, que está virtualmente tomada por la venta ilegal. Hay 3700  puestos, y no solo en Florida: estamos hablando de Once, de Liniers, de Constitución, de Av. Avellaneda, son muchísimos los centros de venta clandestina que hay.


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