Morales Gorleri, del PRO: "Lo que está en juego es cierta discrecionalidad que algunos sindicatos favorecían"

Victoria Morales Gorleri es presidenta de la comisión de Educación, Ciencia y Tecnología, donde en estos días agitados de la Legislatura porteña se estuvo discutiendo la reforma del Estatuto Docente. En una conversación exclusiva con Nueva Ciudad, explicó las razones para modificar las juntas de clasificación docente y criticó a los sindicatos docentes por su oposición al proyecto.

¿Por qué hay que reformar las juntas?

Creo que el sistema no funciona como corresponde. Tenemos 14 juntas en la Ciudad y algunas no funcionan para nada y otras funciona mal. Y los más perjudicados por esta situación son los propios docentes que no se pueden titularizar y ocupan sus cargos como interinos o suplentes y recién titularizan su cargo cuando se llama a concurso, instancia donde se titulariza por ley, y de manera masiva, a todos los docentes interinos. Es decir que cualquiera maestro que sea interino o suplente, independientemente de sus méritos se titulariza, con lo que tratamos de la misma manera a aquel que tiene título universitario, cursos, capacitación, que  al que no los tiene. Por lo tanto creo que es un sistema injusto y que no garantiza que los docentes que están ocupando los cargos, sean los docentes formados para los desafíos de la escuela de hoy. Este es uno de los motivos por los cuales creo que hay que reformar las juntas.

¿Cuáles son las reformas más importantes que están proponiendo?

Nosotros proponemos que las juntas funcionen a través de una oficina coordinada en el Poder Ejecutivo y a través de Internet. Entonces el docente no tiene que recorrer las 14 juntas de la Ciudad los días sábados para ir a los actos públicos para poder acceder a un interinato y estar cuatro o cinco años como interino y no poder titularizarse, sino que se inscribiría a través de internet y el sistema web automáticamente le daría un puntaje. ¿Y por qué le va dar un puntaje el sistema y no un ser humano?  Porque se establecerían de antemano todos los puntajes a los títulos. Entonces cada docente de enseñanza primaria va a tener un puntaje, todo aquel que haya hecho un curso en tal institución va a tener tal puntaje. no va a haber una decisión subjetiva o arbitraria ya que a todos les va a dar el puntaje que le corresponda según sus estudios. Y además el docente lo va a poder ver y comparar con otros el puntaje que se le puso. El sistema por lo tanto va a ser más ágil, porque el docente lo va a hacer desde su casa con una computadora y realmente va a ser más transparente y más justo.  Además el mismo sistema va elaborando el listado por orden de mérito, poniendo según el puntaje de los docentes quién está primero, quién está último y el que adquiera la titularidad la va a tener por su puntaje y no porque no se haya presentado otro al acto público o porque es amigo de un gremio, sino realmente por su puntaje.

¿Por qué no se consensuó el proyecto de reforma con los gremios?

Hubo charlas previas con los líderes de los distintos sindicatos. No en el marco de una negociación, porque el Estatuto del Docente no  es un convenio colectivo de trabajo como en otros ámbitos, es una ley que establece derechos y deberes de los docentes dependientes del Gobierno de la Ciudad. Y la modificación del Estatuto es por ley, y desde que yo estoy en la Legislatura ya hubo 54 modificaciones que se hicieron por ley. Entonces esto de que no se discutió previamente es una expresión de deseos válida, pero no es que debiera haber sido de esa manera, sino que el ámbito en que debe discutirse una ley es en la Legislatura de la Ciudad, en donde están los representantes del pueblo elegidos democráticamente. Por otra parte, de todos modos, en la Legislatura se abrió el diálogo durante dos meses en distintas reuniones, en donde se dio participación a todos los sindicatos docentes, a los docentes, a los integrantes de juntas y se escucharon las opiniones de todos. Y no solo eso, también el Ministro tuvo muchísimas reuniones con los sindicatos sobre este tema y las sigue teniendo. Lo que pasa es que cuando se legisla respecto a la Juntas de Clasificación en el Estatuto Docente para la Ciudad de Buenos Aires, se loa hace respecto de lago que se hizo en el año 84/85, cuando recién salíamos de dictadura militar y la decisión fue que sean los mismos docentes los que califiquen a los docentes. Esto porque claramente no había confianza en los poderes ejecutivos, a diferencia del resto del país. En el resto del país, y de otros países, hay un informe muy interesante de la UNESCO que compara 50 países, la cosa es diferente. La Ciudad es la única jurisdicción donde los docentes clasifican a los mismos docentes. Pero esta decisión tuvo que ver con un contexto histórico en el que vivíamos y, después de 28 años de democracia, y habiendo visto que las Juntas de Clasificación no funcionan,  y que además la ciudadanía vota sus representantes sistemáticamente cada 4 años democráticamente, creemos que debemos velar por aquello que establece la Constitución de la Ciudad y la Constitución Nacional, que es que los poderes ejecutivos, a través del Ministerio de Educación, son quienes fijan las políticas publicas de comunicación y velan por la calidad educativa . Y la designación de los docentes es clave en la calidad educativa.
¿Por qué cree que hay tanta resistencia de los sindicatos docentes?

A lo mejor a algunos sindicatos docentes les servía el tema de que no hayas concursos, porque cuando ellos presentaban las titularizaciones masivas cada 5 años, conseguían muchas afiliaciones  y mucha aprobación, porque esos docentes estaban en una situación de incertidumbre y necesitaban tener una titularización. Creo que eso es una de las cosas que están en juego, cierta discrecionalidad, que algunos integrantes de algunos sindicatos favorecían.

¿Está siguiendo las negociaciones en el Ministerio?

Me parece muy positivo que se haya abierto el diálogo, quiero resaltar esto.  Si bien todavía el resultado de las negociaciones no está claro, lo que vemos es que algunos de los 17 sindicatos docentes, porque en la Ciudad tenemos 17 sindicatos docentes, están dispuestos a este diálogo y están haciendo propuestas de modificación para las juntas de clasificación. Hay un par de cosas que ya están consensuadas con todos que es el tema de la informatización, el tema de que los docentes se inscriban vía web y el tema del legajo único. En eso hay un consenso generalizado con los sindicatos. Y si bien sigue habiendo diferencias en otros puntos, y diferencias entre los sindicatos, cuanto más consenso pueda tener esta ley es mejor para todo el sistema educativo y sobre todo para nuestros chicos, ya que el objetivo de todo esto es que nuestros chicos tengan la mejor educación.

¿La decisión es tratar el tema de la reforma de las juntas este año?

La intención es tratar el tema este año. Y aunque quisiéramos, que no queremos, no tenemos posibilidad de imponer. Quisiéramos que se trate este año porque necesitamos que el año que viene los docentes ya puedan empezar a inscribirse por métodos más transparentas y puedan empezar a concursar y transparentar toda esta situación que es muy compleja en la Ciudad. Así que creemos que hay que dar el debate este año.

¿Cómo evalúa, desde su lugar como presidenta de la Comisión de Educación, la relación con los gremios docentes?

Siempre fue muy buena mi relación con los sindicatos.  Yo la evalúo así al menos. La Comisión de Educación es una de las pocas que se reúnen todas las semanas y que rompe los reglamentos, ya que estos designan media hora para que la gente que se acerca a la comisión pueda dar su opinión y nosotros por lo general escuchamos a la gente hasta dos horas y, en la formalidad y en la informalidad, tenemos buenas relación con los gremios. Por supuesto que existen diferencias de pensamientos y de miradas y a veces es muy difícil llegar a puntos de encuentro, pero esa es la democracia también. Yo creo que es buena la relación con los sindicatos. Ahora por supuesto esta es una situación tensa y difícil, porque este problema es central para la educación de la Ciudad y tenemos miradas distintas, con lo cual se hace más difícil el diálogo, pero de todos modos yo hago una buena evaluación.


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