Enrrejan la plaza seca del Centro Cultural San Martín

Limitan el acceso a un espacio público que frecuentan jóvenes artistas. La restricción se suma al deterioro del edificio, que contrasta con la millonaria inversión realizada en los subsuelos.

Todavía no se inauguró el nuevo espacio subterráneo del Centro Cultural General San Martín, pero el gobierno porteño ya resolvió cercar con rejas la plaza seca de Sarmiento y Paraná, aislando así un espacio tradicionalmente frecuentado por artistas urbanos y hasta por enamorados furtivos. Al sistema de cámaras de seguridad, se agregaría, según información extraoficial que manejan los trabajadores del complejo, una guardia privada para control de ingresos y egresos, lo que no suena descabellado teniendo en cuenta la política de contratos abultados con agencias de seguridad del gobierno macrista.

El gris de las rejas que cubren toda la esquina contrastará con la nueva fachada vidriada y plena de luces del Teatro San Martín, ubicado justo del otro lado del Centro Cultural, cuya remodelación se inaugurará esta tarde.

“Esto tiene que ver con una política de alejar a la gente de los espacios públicos, como hizo Macri con las plazas, es igual”, dijo Alejandro Flores, delegado de los empleados del San Martín. “Nos vimos sorprendidos y superados porque ya es un hecho. Lo armaron entre gallos y medianoche y no hubo consultas de ningún tipo”, refirió, indignado, uno de los profesores del centro.

El Ministerio de Cultura porteño respondió  a través de los voceros del área que la instalación se debió a “cuestiones de seguridad”. El Centro Cultural San Martín fue motivo de cuestionamiento hace meses, por el estado de deterioro de su edificio central y la reducción de talleres y cursos, en franco contraste con la obra millonaria y moderna que se realizó en los subsuelos y sería inaugurada a principios de noviembre.

La semana pasada, el ministro de Cultura, Hernán Lombardi, visitó la Legislatura para explicar los alcances del Presupuesto 2012 en su área. En esa reunión, el diputado de Proyecto Sur, Ariel Basteiro, cuestionó por posiblemente escasos los 34 millones de pesos asignados para obras en el Centro Cultural, teniendo en cuenta las refacciones necesarias. “Están la radio y el canal de la Ciudad, las salas, el Centro Cultural artístico, hay muchísimas actividades. ¿Va a mantener una torre que se viene abajo, incluso con serio riesgo para las personas que trabajan allí o transitan por el edificio?”, se preguntó.

Lombardi respondió sin mayores precisiones: “Creemos que estamos en los números, pero, efectivamente, eso nadie lo puede decir”, afirmó. La diputada Gabriela Alegre recordó que la Sala B, la más importante del complejo, está siendo usada “como un depósito del patrimonio mueble del teatro”.

En tanto, los alumnos de la Sala Alberdi continúan la toma en el piso 6 del edificio. “No tenemos perspectiva de negociación”, dijo Ryan, uno de los estudiantes que el viernes a las 19 realizarán una intervención artística en la plaza seca “en repudio a las rejas y cámaras de seguridad, la persecución política y el vaciamiento del espacio público”.


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