COMUNA 14

Se posterga el traslado de dos elefantas del Ecoparque

El traslado de las elefantas Kuky y Pupi a Brasil se posterga por falta de presupuesto y la prioridad de las elefantas de Mendoza.


En el Ecoparque porteño están pendientes de lo que ocurre en Mendoza, donde dos elefantas se preparan para emprender un largo viaje hacia un santuario del Mato Grosso brasileño, su nuevo destino. El traslado de esos ejemplares destrabará la salida de las dos elefantas que aún quedan en el predio de Palermo hacia el mismo lugar.
 
El año pasado se había confirmado que Kuky y Pupi, las dos elefantas africanas del ex Zoológico porteño, iban a ser derivadas a Chapada dos Guimarães, a 2700 kilómetros del predio de Buenos Aires, donde se encuentra el Santuario de Elefantes Brasil (SEB), al que fue enviada Mara en mayo de 2020. El primer destino seleccionado había sido el santuario Sanwild Wildlife Trust, en Sudáfrica, pero por las exigencias burocráticas y las complicaciones de logística se cambió de opinión.
 
Más allá que se debe aguardar la salida de Pocha y Guillermina desde Mendoza para respetar el orden de prioridad, en el Gobierno porteño descartaron la posibilidad de realizar el traslado de las elefantas de Palermo este año –como habían previsto– y apuntan a concretarlo en 2022 por cuestiones económicas. Además del entrenamiento específico que deben realizar Kuky y Pupi (como entrar a las cajas de viaje y soportar una travesía de más de cuatro días por vía terrestre), que suele llevar varios meses, fuentes oficiales informaron a La Nación que no es viable realizar el gasto extraordinario que implica la logística este año.
 
Desde el Ecoparque explican que la relocalización no fue suspendida. Incluso la postergación puede darle más tiempo a las autoridades y los veterinarios, tanto de la Ciudad como del santuario, de poner en condiciones todo lo necesario. El movimiento de animales de un país a otro demanda permisos internacionales, autorizaciones, análisis, estudios médicos y otros trámites que suelen demorar la concreción de la derivación, aunque la experiencia exitosa del traslado de Mara y la relación entre ambas instituciones facilitarán la tarea.
 
Kuky y Pupi continúan en el Templo Hindú de Elefantes, uno de los edificios patrimoniales del predio, y las personas que visitan el Ecoparque pueden observarlas a la distancia mientras realizan los recorridos por los senderos del lugar. Llegaron juntas el 22 de mayo de 1993 desde el Parque Nacional Kruger (Sudáfrica) al perder a sus madres a causa de la matanza selectiva de elefantes para reducir la presión de sus poblaciones sobre la vegetación del parque.
 
La salida de las dos elefantas demandará la misma documentación que en el caso de Mara. El año pasado las autoridades del Ecoparque tramitaron el permiso de importación Cites I a Brasil, el permiso de exportación Cites I “Preconvención”, el trámite de exportación y el certificado veterinario internacional para la exportación de elefantes a Brasil. Además, ambas deberán estar en cuarentena varias semanas como parte de las condiciones requeridas en los permisos internacionales de comercio de flora y fauna entre los países involucrados. Representantes del Senasa, en la Argentina, y del Ministério da Agricultura, Pecuária e Abastecimento (MAPA), en Brasil, coordinarán las bases del acuerdo para concretar el traslado.
 
Más allá de la postergación por cuestiones presupuestarias, la realidad indica que las elefantas porteñas deberán esperar el traslado de Pocha y Guillermina, las elefantas asiáticas, madre e hija, del ex Zoológico de Mendoza, que están siendo entrenadas para emprender el viaje. Los dos se encuentran encerradas en una fosa rodeada de un muro de piedra hace más de 25 años. Personal del SEB trabaja con ellas desde hace meses para prepararlas para la larga travesía hasta el Mato Grosso.


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