CONTAMINACIÓN SONORA

¿Cuál es la esquina más ruidosa de la Ciudad?

En la intersección de las avenidas Corrientes y 9 de Julio, durante el día, se registran hasta 76,18 decibeles, mientras que el máximo permitido es de 70; de noche, el pico se alcanza en Rivadavia y Callao.


Un nuevo estudio arroja datos preocupantes sobre los niveles de ruido en la Ciudad, especialmente durante la noche, que pueden tener efectos adversos sobre la salud. En la intersección de las avenidas Corrientes y 9 de Julio, durante el día, se registran hasta 76,18 decibeles, mientras que el máximo permitido es de 70; de noche, el pico se alcanza en Rivadavia y Callao.
 

Un estudio elaborado en diciembre por el Consejo Económico y Social de la Ciudad (Cesba) y la Universidad de Palermo, al que tuvo acceso La Nación, detectó niveles de ruido nocturno superiores al máximo establecido por la ley 1540, de control de la contaminación sonora. La norma, aprobada en 2004, cataloga las diversas zonas de la Ciudad de acuerdo con su sensibilidad acústica y fija topes de ruido.
 
La esquina de las avenidas 9 de Julio y Corrientes, al pie del Obelisco, es la más ruidosa durante el día. Allí se registraron niveles sonoros continuos y equivalentes (denominados "leq") diurnos de 76,18 decibeles (dB), por arriba de los 70 dB autorizados para las zonas comerciales.
 
El escenario no mejora en el horario nocturno, cuando las mediciones ascienden a 68,97 dB, mientras que la ley indica un tope de 60 dB. De noche, los excesos se repiten en otros puntos comerciales, como Cabildo y Juramento (67,7 dB) y Callao y Rivadavia, que con 69,67 dB es la esquina más ruidosa después de las 22 horas.
 
Estudios previos realizados por el Gobierno porteño situaron también entre las esquinas con más polución sonora las de Rivadavia y Castro Barros, Santa Fe y Callao, y Alem y Corrientes. Federico Saravia, presidente del Cesba, destacó cómo el ruido afecta sensiblemente la calidad de vida. "Genera perjuicios en cuestiones simples, como la dificultad de descansar. Se termina haciendo imperceptible porque uno se acostumbra, pero es un tema al que hay que prestar atención", dijo a La Nación.
 
El estudio reproduce un listado de las diez ciudades más ruidosas del mundo donde Buenos Aires es la única presencia latinoamericana: ocupa la octava posición, detrás de Bombay, Calcuta, El Cairo, Delhi, Tokio, Madrid y Nueva York.
 
Silvia Alicia Caponetto, profesora titular de la cátedra de Audiología de la UBA y jefa de Fonoaudiología en el Hospital de Clínicas, recordó que el transporte público es una de las mayores fuentes de polución acústica en la ciudad. "El ruido de los colectivos es 85 dB y el del subte, según la última medición a la que tuve acceso, es de 80 dB. Es una barbaridad, más cuando tomamos en cuenta que desde 70 dB se considera ruido molesto", explicó a La Nación.
 
El informe incluye una vasta lista de consecuencias fisiológicas asociadas a la exposición a ruidos molestos. Entre ellas, cambios en la presión sanguínea y el ritmo cardíaco, alteración en los niveles de secreción endócrina y gastritis durante el día y alteraciones del ciclo del sueño por la noche.
 
También destaca que la contaminación sonora favorece la aparición de comportamientos agresivos y que incluso afecta el rendimiento escolar de los alumnos que asisten a clases en zonas ruidosas. Asimismo, las ciudades ruidosas presentan mayor índice de admisión de pacientes a hospitales psiquiátricos.
 
La Agencia de Protección Ambiental porteña (APRA) informó a La Nación que avanza en el desarrollo de un mapa de ruido, herramienta contemplada más de 12 años atrás en la ley 1540 y que permitirá ofrecer "un diagnóstico minucioso sobre el estado de los niveles sonoros de todo el territorio de la ciudad".
 
Ya se realizan mediciones en 10 comunas, que representan aproximadamente el 57% de la superficie de la Capital. En estas comunas residen aproximadamente 1.800.000 personas, que representan el 65% de la población porteña.

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