- Política
- 12.11.2025
CIUDAD
Represión en la marcha de jubilados: detuvieron al padre Paco
La Policía de la Ciudad desplegó un amplio operativo que culminó con heridos y detuvo al sacerdote frente al Congreso, en un operativo que generó enfrentamientos, heridos y repudio social.
La tradicional marcha de jubilados frente al Congreso Nacional terminó este miércoles en un operativo policial que dejó heridos, detenidos y denuncias de represión. Entre los arrestados se encontraba el sacerdote Paco Olveira, referente del Grupo de Curas en Opción por los Pobres, quien fue liberado horas más tarde y responsabilizó a la ministra y senadora electa Patricia Bullrich por la intervención.
El operativo, considerado desproporcionado por testigos y organizaciones sociales, fue desplegado por la Policía de la Ciudad y la Policía Federal en las inmediaciones de Callao y Rivadavia, donde desde temprano se habían vallado calles y cortado el tránsito.
Según relataron testigos, el incidente comenzó cuando los efectivos exigieron al grupo correrse de la vereda, donde se encontraban realizando su tradicional “semaforazo” para reclamar aumentos de haberes y repudiar los vetos del presidente Javier Milei.
Olveira y un joven identificado como Fidel Tomás Bravo fueron detenidos mientras acompañaban con oraciones al pequeño grupo de manifestantes. También se detuvo a un trabajador de prensa que cubría la movilización. Según relató el sacerdote tras su liberación: “Nos empujaron como si fuéramos un trapo de piso. Agarraron a Fidel para llevárselo preso y, si no iba, se lo llevaban a él. Nos esposaron y nos metieron al móvil”.
La Mesa Ecuménica, organización que acompaña cada semana a los jubilados, denunció la actuación policial y exigió explicaciones. “No sabemos por qué lo detuvieron ni quién dio la orden. ¿Van a judicializar la posibilidad de venir a orar a la plaza, como hacemos todos los miércoles?”, cuestionó el pastor Leonardo, compañero de Olveira.
Las movilizaciones semanales buscan visibilizar la crítica situación de los jubilados, golpeados por la pérdida del poder adquisitivo. Actualmente, la jubilación mínima es de $333.052,70, complementada con un bono extraordinario de $70.000, montos que no alcanzan para cubrir las necesidades básicas. “Solo venimos a orar y a pedir justicia”, declaró una de las manifestantes durante el operativo. El padre Paco, conocido por su labor en barrios populares y su compromiso con los adultos mayores, aseguró tras su liberación: “Lo único que sabe hacer este gobierno es reprimir. Por más que haya gente a la que no le importe lo que les pasa a los jubilados o a los pobres, hay otros que sí, y son los que salen a la calle”.
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