PRIVATIZACIÓN

Adorni anunció la decisión del gobierno de Javier Milei de privatizar AYSA

El Gobierno acelera la privatización de AySA, fundando su decisión en lo que consideran un deterioro del servicio. "Se incorporará capital privado mediante la transferencia del 90% de las acciones de la empresa, actualmente por supuesto en manos del Estado".

El vocero Manuel Adorni confirmó que el Gobierno nacional avanzará con la privatización de AySA, la empresa que brinda servicio de agua potable y saneamiento en el área metropolitana. La propuesta contempla una transferencia mayoritaria del capital social a través de una "licitación pública, nacional e internacional para seleccionar un operador estratégico", sumado a una oferta pública inicial para otros inversores.
 
El primer paso que dará Nación será ceder el 90% de las acciones, mientras que el 10% restante permanecerá en manos de los empleados, "como accionistas de AYSA", dentro de un programa de propiedad participada que ya estaba vigente. Este esquema mixto, según explicó Adorni, estará regulado por la Comisión Nacional de Valores y ajustado a "los más altos estándares" para garantizar la transferencia.
 
Sobre el estado financiero y operativo de AYSA, el vocero sostuvo que "desde su reestatización en 2006, AYSA requirió aportes permanentes del Tesoro Nacional totalizando más de 13.400 millones de dólares hasta el 2023". Aun así, consideró que "hubo un fuerte deterioro en la infraestructura de la empresa, los costos operativos crecieron y la dotación de personal aumentó un 90% durante la gestión estatal".
 
Asimismo, señaló que la empresa sanitaria "gastó 4.800 millones de dólares en la última gestión", por tanto, el próximo legislador porteño sostuvo que "la empresa funcionó como una plataforma de campaña", con "200 millones de dólares destinados a obras", de las cuales "el 25% se asignaron a Tigre y Malvinas Argentinas, los dos municipios de donde provenía su cúpula directiva".
 
Finalmente, el vocero estimó que "la privatización de la empresa permitirá modernizar el sector y mejorar el precio y la calidad del servicio. Es el paso más importante". Sin embargo, la decisión de avanzar con la transferencia mayoritaria de un servicio estratégico a manos privadas encendió alarmas por el carácter repetitivo de la medida, que remite a la venta y desmantelamiento de empresas en los noventa que incluyeron despidos y el disparo de las tarifas.
En la Casa Rosada reconocieron hace pocos días que el pliego para la privatización de AySA está casi listo, mientras la gerencia de la empresa difundió un informe que indica que, gracias al aumento de tarifas, "en 2024 se consiguió el superávit", dato utilizado por el Gobierno para atraer potenciales inversores, mostrando que la compañía presenta ganancias y "constituye una buena inversión de negocios".


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