CULTURA

Se estrena “Partidos, voces del exilio” en el Gaumont

La película documental “Partidos, voces del exilio”, dirigido por Silvia Di Florio, con la participación de Héctor y Malena Alterio, se estrena en el cine Gaumont este jueves.


Este jueves se estrena en el cine Gaumont el documental “Partidos, voces del exilio”, dirigido por Silvia Di Florio, reconocida directora de documentales, realizadora también de “Barboza, el sentimiento de abrazar”, protagonizado por el famoso acordeonista, y “Anconetani”, donde cuenta la historia de la primera y única fábrica de acordeones de Latinoamérica.
 
Con un libro de Andrés Habegger y la misma realizadora, “Partidos, voces del exilio”, cuenta la historia emotiva y desgarradora de un puñado de hombres y mujeres que se vieron obligados a emigrar para salvar sus vidas durante la última dictadura cívico militar. Eran activistas políticos, y el peligro que corrían los hizo empezar una nueva vida en Madrid, España. Tuvieron que aprender a vivir en un país que les era ajeno. Y también habla de los hijos de ese exilio, una generación que nació en tierra extraña y otros que llegaron siendo muy pequeños.
 
“Lo que más me interesó abordar sobre el tema del exilio -y creo que habría mucho más para contar- fueron las miradas y vivencias de los jóvenes, aquellos que nacieron en el exilio o vivieron desde pequeños el exilio de sus padres”, cuenta Di Florio a Página 12.
 
“Partidos, voces del exilio” cuenta su historia en presente, como viven hoy esa vida no elegida y cómo no pudieron volver a integrarse a la que perdieron. El diálogo que se establece entre las dos ciudades con el tejido de los recuerdos y las calles y la gente, hace que hayan quedado partidos entre dos culturas y dos pertenencias. Ambas tierras son parte de ellos, y así viven hoy su vida entre dos mundos.
 
La idea de hacer algo con el tema rondaba en la cabeza de Di Florio desde siempre. Ella se exilió siendo muy joven, a los 18 años, cuando estaba embarazada de 7 meses de su hija Mariana. “El exilio marcó mi vida, como nos ha marcado a todos los que lo atravesamos. Verse forzado a dejar la tierra que te albergó, te cobijó, donde creciste y donde te reconocés, deja una marca para siempre. Y aunque mi exilio fue en Suecia y no en España, cuando mi amigo Juan Gastaldi, que sí se exilió en Madrid, me propuso hacer una película donde contar el exilio desde Buenos Aires y Madrid, no dudé en empezar a trabajar en el proyecto”, relata la directora.
 
"Partidos, voces del exilio" cuenta con la participación especial del talentoso actor argentino Héctor Alterio, que a lo largo del film recita en conmovedora actuación el poema de León Felipe, “Qué lástima”. “De todos los poemas, elegí ‘Que Lástima’ porque sentía que era el que mejor describía el destierro, el desarraigo y el exilio forzoso”, describe Di Florio.
 
Colaboraron además un grupo de argentinos, que al igual que Alterio, se quedaron en España junto a sus hijos, entre ellos Malena Alterio, que llegó al exilio con seis meses y hoy es una reconocida actriz.
 
“En 2016 viajamos a Madrid con Gustavo Cataldi, director de fotografía de la película, con un punteo de cosas que queríamos obtener de las entrevistas, algunos los contactos que Juan tenía con exiliados y recogimos algunos testimonios. Al volver, con ese material, convocamos a Andrés Habegger para armar el guion y luego presentarlo al INCAA por la vía digital. En 2018 lo presentamos y en 2019 viajamos a Madrid por segunda vez. Luego teníamos planeado un último viaje a recoger algunas otras entrevistas, pero la pandemia no lo permitió y tuvimos que finalizar el documental con el material que teníamos”, explica la directora.
 
“Desde el comienzo la concebí como una película coral, porque me parecía importante que hubiera pinceladas diferentes, vivencias distintas, más allá del denominador común que era el exilio. Pero fue Marcela Sáenz, a quien convoqué para el montaje definitivo, la persona que me propuso no dejar a nadie afuera. Había sido muy delicado y movilizante para cada entrevistado abordar el tema del destierro después de tantos años y algunos no habían podido dormir luego de la entrevista o habían tenido sueños dolorosos. Todos, sin excepción, quedaron muy conmovidos. Así que acepté el desafío de Marcela y armamos la película con todos los testimonios que teníamos”, continúa Di Florio.
 
“Me interesó indagar en cómo la generación de los hijos había recibido el relato de la historia. En muchos testimonios se percibía la dificultad de abordar el tema tanto en la generación de los mayores, como en la de los jóvenes. El dolor aparecía de diferentes formas, a veces en cosas no dichas, en silencios. Así que la premisa fundamental estaba puesta allí, en ver cómo se había transmitido esa parte de la historia o qué dificultades habían sentido los mayores para comunicarla y los jóvenes para indagar en el tema”, expone la directora.
 
“Creo que algo que une a los que se ven forzados a dejar su país es la nostalgia, lo que se extraña, a veces puesto en sabores, costumbres, músicas, paisajes o en los afectos. También aparece la idealización del lugar que dejaron, porque cuando volvieron de visita, o volvieron definitivamente en el caso de algunos, aquel lugar ya no es el que soñaban. Ese lugar es una construcción que uno lleva adentro. Hay algo común a todos los exiliados, es que una vez que fueron arrancados de su tierra, para readaptarse y vivir en otra cultura, con otras costumbres, otra identidad, aun cuando regresen al país, quedan para siempre “partidos””, concluye Di Florio.
 
Con locaciones filmadas en Madrid y Buenos Aires, un subsidio del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, INCAA, y un crowdfunding (colecta digital) realizada en España, se realizó el film, con una demora indeseada ocasionada por la pandemia.

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