SALUD

Crece la desigualdad: en el Sur porteño se viven diez años menos que en Norte

En Villa Soldati, Villa Lugano y Villa Riachuelo la expectativa de vida es diez años menor a la de Recoleta o Palermo. La mitad de la población de barrios populares habita en el Sur de la Ciudad.


El 95 por ciento de las personas que vive en los barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires se concentran en la zona sur. Más de la mitad son niños y adolescentes de entre 0 y 29 años, porque la esperanza de vida en estos barrios es 10 años menor que en las Comunas más ricas de la Ciudad, como Recoleta.
 
Las conclusiones las saca el Observatorio de Géneros y Políticas Públicas (Ogypp), que elaboró un mapa de las desigualdades y las precariedades sociales en la Ciudad de Buenos Aires basada en el análisis de la información suministrada a nivel nacional por el Registro Nacional de Barrios Populares (Renabap). El Registro permitió contabilizar 4.416 barrios populares en el todo el país, donde viven más de 4 millones de personas desde agosto de 2016 hasta 2019 de manera presencial.
 
A pesar de ser el distrito con más ingresos del país, con un PIB per cápita que casi duplica la media nacional y una red concentrada de recursos y servicios que podría abastecer una población mucho más reducida que en el resto de las provincias, el nivel de desigualdad es preocupante.
 
"Vivimos en la ciudad más rica del país y sin embargo las desigualdades crecen año a año. Esto es reflejo de una perspectiva limitada del Gobierno de la Ciudad a la hora de pensar políticas públicas con perspectiva de género", aseguró a Télam la socióloga coordinadora del observatorio, Victoria Freire.
 
La geografía de la vulnerabilidad puede observarse por comunas. En las Comunas del sur, la 4, 7, 8 y 9 se concentra el 95 por ciento de la población total que vive en barrios populares. En la Comuna 8, que corresponde a Villa Soldati, Villa Lugano y Villa Riachuelo, se agrupan 16 barrios populares y habita el 50 por ciento de la población residente en barrios populares de la Ciudad.
 
Esta distribución está directamente vinculada a la del ingreso. De acuerdo a los últimos registros publicados por la Dirección de Estadísticas y Censos de la Ciudad, para el primer trimestre de este año el ingreso medio de las personas de 10 años o más es de 57.524 en la Ciudad, con una marcada diferencia entre el sur y el norte, con ingresos medios de 40.634 y 77.656 respectivamente.
 
La representación de niños y jóvenes que viven en barrios populares es mucho mayor que la del promedio de la Ciudad. Mientras que representan el 55 por ciento de la población en los barrios, en el total de la ciudad alcanzan el 32 por ciento. Esta amplia proporción de jóvenes es relativa a una población que tiene más dificultades para llegar a la vejez. En los barrios populares solo el 6,43 por ciento de su población tiene más de 60 años, mientras que en el resto de la ciudad representan el 27 por ciento del total. En los sectores más excluidos la esperanza de vida es menor.
 
En la Comuna 8, donde existe el mayor conglomerado de población de barrios populares, el promedio de esperanza de vida alcanza los 69,3 años en los varones y 74,8 años para las mujeres. Mientras que en comunas del norte con alto nivel adquisitivo, como la Comuna 2 (Recoleta), es de 78,2 años para varones y 84 años en mujeres. La diferencia es de casi 10 años de vida en detrimento de aquellas comunas donde se encuentran la mayor cantidad de hogares populares.
 
Según la Organización Internacional del Trabajo las tareas de cuidado no remuneradas se traducen en falta de tiempo y oportunidades e ingresos perdidos, empobreciendo a las personas proveedoras y a las receptoras de cuidados.
 
En los barrios populares de CABA, el 63,5 por ciento de las viviendas tiene como responsable de hogar a una mujer. El informe asegura que en el 20 por ciento de hogares más pobres las mujeres dedican 7,07 horas de trabajo no remunerado al día y los varones 3,40 horas. En el 20 por ciento de los hogares con mayor ingreso las mujeres dedican 3,18 horas de trabajo no remunerado al día y los varones 2,08 horas. Como se puede observar, las mujeres pobres trabajan en actividades no remuneradas el doble que las mujeres de los hogares con más recursos.


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