MERCADO INMOBILIARIO

Las ventas de las propiedades se derrumbaron

El metro cuadrado promedio ronda los US$2.330, cerca del récord. Los dueños prefieren demorar la venta antes que ceder con el precio.


Por la falta de crédito, la incertidumbre y las sucesivas devaluaciones, la venta de propiedades está en sus mínimos históricos. Sin embargo, el metro cuadrado en Capital cotiza en promedio US$2.330, cerca del récord, según indica un relevamiento elaborado por la consultora Reporte Inmobiliario. En julio se escrituraron 3.208 propiedades, lo que representa una caída de 27,6% en comparación con el mismo mes del año pasado.
 
“Las escrituras de julio sólo son comparables con 2013 y 2014, los años del cepo cambiario. Ni siquiera en 2002 se llegaron a vender tan pocos inmuebles en la Ciudad”, resume a Clarín Germán Gómez Picasso, uno de los autores del estudio. En este contexto, los propietarios rechazan rebajar los precios a la espera de la estabilización económica. “Están vendiendo sólo aquellos que necesitan vender. Y los precios no bajan porque no necesitan vender”, explica el presidente del Colegio de Profesionales Inmobiliarios, Armando Pepe.
 
El informe de Reporte Inmobiliario abarca de febrero de 2005 a agosto de este año. En todos estos años, el valor del metro cuadrado saltó de US$734 a casi US$2.400, cotizando casi siempre en alza en forma independiente de las ventas. Para Pepe, la situación tiene su lógica. “En la crisis de 2002, el metro cuadrado bajó 50%. Veníamos de la convertibilidad, con la gente hipotecada en dólares y se abrió la posibilidad de cancelarlas a $1,40. Hoy es distinto, los dueños no tienen deudas, están firmes y prefieren esperar”, dijo a Clarín.
 
En los últimos 15 años, el valor de las propiedades no paró de aumentar. Según Reporte Inmobiliario, el metro cuadrado apenas cayó en la crisis de 2009 (0,8% entre mayo y agosto) y en 2013 y 2014, durante el cepo cambiario, con bajas inferiores al 4,1%. Como contrapartida, en ese lapso las subas fueron constantes y algunas muy pronunciadas, con un pico registrado entre mayo y agosto de 2008 (9,5%).
 
La evolución de las ventas fue dispar. En el último tramo, fue crucial el lanzamiento de los créditos UVA en junio de 2016, cuyas cuotas ajustan por inflación más una tasa fija. En dos años se otorgaron 176.000 hipotecas, pero las sucesivas devaluaciones y saltos inflacionarios atrofiaron la fórmula. “Hoy es muy difícil calificar para un crédito UVA, porque los salarios están retrasados con respecto al dólar y al valor de las propiedades”, completa Pepe.
 
Entre los especialistas prevalece la idea de que el mercado inmobiliario doméstico resiste a la baja. Por lo menos en Capital. “Buenos Aires tiene una dinámica propia. Los dueños, en su mayoría, no están adeudados y pueden postergar la venta”, remarca Damián Tabakman, presidente de la Cámara de Desarrolladores Inmobiliarios.
 
El usado representa el 70% del mercado inmobiliario. El dato cobra especial valor si se tiene en cuenta que, provisoriamente, las devaluaciones mejoraron la ecuación para la construcción. “La mano de obra, que representa el 50% del costo total de una obra, está pesificada, por lo cual se abarata mucho”, dice Tabakman, pero aclara su incidencia no es directa.
 
En las inmobiliarias coinciden que algunos propietarios conceden rebajas para cerrar la operación. “Por necesidad o apuro, se aceptan contraofertas de entre 10 y 20% por sobre el precio publicado. Pero son casos aislados”, subraya Gómez Picasso. Con el último salto del dólar y el encarecimiento del crédito, los expertos opinan que la reactivación del sector demorará varios meses.
 
“En el mundo de las ventas de pozo (a estrenar) el componente pesificado es mayor, el empresario necesita vender y como sus costos se abarataron puede bajar el precio sin resignar rentabilidad”, añade. Si esto ocurre, podría empujar los precios. “Pero este arrastre no es directo ni inmediato. Son ciclos. Hoy el mercado está a la espera y no sabemos qué puede llegar a ocurrir”, finalizó.
 
La devaluación post PASO golpeó fuerte al bolsillo de los argentinos que ven cada vez más lejos la posibilidad de acceder a la vivienda propia. Un reciente relevamiento del Instituto de Economía (INECO) de la Fundación UADE sobre el Mercado Inmobiliario e Índice del Salario Real da cuenta como ya en junio la baja del poder de compra del salario real era marcada: en departamentos usados registró una caída interanual del 17,1% y en los nuevos un descenso del 21,9 por ciento.
 
Según el estudio, durante junio el salario promedio permitió comprar 22,4% de un metro cuadrado de un inmueble a estrenar en la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires, proporción inferior a la registrada en igual mes de 2018 cuando alcanzó al 28,7 por ciento. En cuanto a las propiedades usadas, el sueldo medio permitió adquirir el 26,8% de un metro cuadrado, menos que el 32,3% registrado en junio de 2018.
 
El promedio del precio de oferta del metro cuadrado es US$ 3.892 (una baja interanual del 0,3%) para los departamentos nuevos y US$3.257 para los usados, una caída del 6,1 por ciento. Recoleta es uno de los pocos barrios en donde subieron los valores de los inmuebles nuevos. Allí el metro cuadrado cotiza a US$4.117 en el segmento a estrenar, con un alza del 7,1 por ciento.
 
En Palermo (US$3.909), Belgrano (US$4.000) y Núñez (US$3.541) hubo una variación de -0,6%,-3,3% y -4.3% respectivamente. Los valores de las unidades usadas cayeron 4,2% en Núñez (US$3.200); 3,4% en Palermo (US$3.310); 13,7% en Belgrano (US$3.279) y 2,2% en Recoleta (US$3.236).
 
 


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