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Línea B: a seis años de la compra de los trenes españoles todavía no está todos en funcionamiento

Desde Sbase y el Gobierno porteño prometieron sumar dos trenes a fin de año. Las fallas mecánicas, falta de repuestos y envejecimiento, son algunos de los problemas que deben soportar los pasajeros.

La línea B sigue estando en el foco de conflicto tras conocerse que varios de sus trenes tenían asbesto. Ahora, denuncian que de los 14 trenes que se compraron hace seis años al Metro de Madrid sólo funcionan 11. La incorporación es de un tren por año y la nueva promesa es que a fin de este año se pongan en funcionamiento dos más.

Según consignó el portal En El Subte, a mediados de 2017 había nueve trenes en servicio, mientras que para agosto de 2018 había diez. Con estos tiempos, los trenes que se compraron ya tienen 20 años de antigüedad. En ese sentido, la antigüedad de los trenes trae consigo escasez de piezas sensibles y al menos dos coches (las unidades M6021 y M6022) ya han sido apartados para funcionar como «fuente de repuestos» o, como se dice en la jerga ferroviaria, ser «canibalizadas».

Estos trenes antiguos fueron comprados en 2013 por el Gobierno de la Ciudad para modernizar parte de la flota de la línea B. El costo fue de 32,6 millones de euros, que fueron abonados “en efectivo y por adelantado” al Metro de Madrid, que siguió utilizando los trenes aún luego de que la Ciudad los pagara. Esta compra le costó el cargo al presidente de Subterráneos de Buenos Aires, Juan Pablo Piccardo, quien fue desplazado de la empresa en 2016 y terminó como funcionario de María Eugenia Vidal en la Provincia de Buenos Aires.

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