PASEO A CIELO ABIERTO

Sacaron a los artesanos de la calle Defensa en San Telmo

El Gobierno porteño llegó a un acuerdo con un grupo de artesanos de San Telmo para que se trasladen a la calle Chile.


Los domingos, la circulación por la calle Defensa entre San Juan e Independencia era difícil de transitar debido a la cantidad de artesanos y manteros que vendían en ese lugar. Desde la semana pasada esa calle quedó libre luego de un acuerdo celebrado entre el Gobierno de la Ciudad y El Adoquín, la cooperativa que reúne a los 220 artesanos de la calle Defensa. Los artesanos ahora pueden trabajar en las calles Chile, entre Defensa y Balcarce, y Defensa, entre Independencia y Chile.
 
"Tenemos un optimismo moderado. Es insólito que esto haya ocurrido durante tantos años. Pero queremos celebrar que la Cooperativa El Adoquín decidió definitivamente reinstalarse en el lugar que el Gobierno le permite y liberar este tramo entre Independencia y San Juan. Es muy bueno que los manteros pasen a formar una feria legal. Gracias a este acuerdo, todos podremos vivir en armonía y trabajar en paz”, manifestó a La Nación Norberto Medrano, presidente de la Asociación de Anticuarios y Amigos de San Telmo.
 
En la zona se observaba una fuerte presencia policial, ya que algunos manteros no están de acuerdo con el arreglo y realizaron protestas porque temen perder su espacio. También colgaron carteles en contra de los dirigentes de El Adoquín.
 
"Nosotros rescatamos mucho el rol de la organización, de la institucionalidad, pertenecemos a la Confederación de Trabadores de la Economía Popular (Ctep) y rescatamos el trabajo de los sindicatos de las organizaciones populares que generan diálogo para resolver los conflictos", afirma a La Nación Gabriela Olguín, presidenta de la cooperativa El Adoquín.
 
"No tenemos ninguna condena con los otros trabajadores que aún no se han sindicalizado. El acuerdo no implica que se desaloje a otros trabajadores, por eso no estamos trabajando en Defensa, todavía, somos respetuosos de eso. Estamos conversando con ellos para que se integren. Es muy importante para nosotros dejar de ser ilegales, para que no te decomisen. Ese logro, esa tranquilidad, creo que todos van a ver que ese es el camino. Hay que ordenarse en el espacio público. Tenemos que ver la forma de que los comerciantes y vecinos interactúen bien con nosotros. Entendemos que es complejo por la crisis económica, que hace que mucha gente trabaje en la calle", señala Olguín.
 
"Nosotros tenemos 12 años de existencia. Somos una cooperativa de productores, somos artesanos, artistas, manualistas y microeemprendedores. Hay más intransigencia del Gobierno porteño con los que venden cosas que no producen. Esperamos que este camino les sirva. Estamos organizados en forma bastante parecida a los sindicatos, da resultados. Con el convenio logramos ser reconocidos como parte en un conflicto laboral. Creemos que este acuerdo no tiene antecedentes para los trabajadores de los espacios públicos. Somos una feria, con puestos de propiedad cooperativa que soldamos nosotros en un taller. Somos como una empresa recuperada, para nosotros la fábrica es la calle. Entendemos que había comerciantes que no nos querían", reconoce Olguín.
 
Flavio Seratti es anticuario y trabaja desde hace 23 años en San Telmo. Está muy conforme con el cambio: "Me perjudicaba mucho en cuanto al ingreso de gente porque me tapaban totalmente la vereda. Y además me tiraban bolsos, comida, cajas, no me entraba gente al negocio. Estaban ilegalmente desde hace 12 años, pero nunca nadie tomó la decisión de sacarlos", asegura a La Nación.
 
En el Gobierno de la Ciudad se muestran conformes con la situación actual: "Con todo este acuerdo que logramos hemos transformado la calle Defensa, poniendo sobre Chile a los artesanos que estaban en ese lugar. A los que todavía no acordaron les hemos ofrecido regularizarse y que cumplan con las pruebas de taller que les exigimos. Los artesanos, tanto de esa feria como de las otras habilitadas tienen que presentarse en la Dirección de Ferias y cumplir con las pruebas de taller, donde se los evalúa", destaca a La Nación Juan Pablo Limodio, subsecretario de Administración y Uso del Espacio Público del Gobierno porteño.
 
Entre Independencia y Plaza de Mayo la feria de artesanos es legal, los puestos se ponen sobre la calle, que los domingos es peatonal, y las veredas deben estar liberadas, mientras que entre San Juan e Independencia es "un paseo muy lindo de anticuarios, por lo se busca ir ordenando el espacio público, para que el peatón pueda transitar cómodamente", explica Limodio.
 
El funcionario asegura que no permitirán que vuelvan los manteros. "San Telmo es una zona turística, patrimonial, la ley regula esta feria que va de Plaza de Mayo a Independencia, es una feria muy linda que es parte de la zona de San Telmo, al turista le interesa", señala Limodio, al tiempo que rescata el trabajo manual que se está haciendo con los adoquines.
 
Los anticuarios se instalaron hace más de 40 años en la calle Defensa. Hoy, con 500 anticuarios en un radio de 1 kilómetro, San Telmo tiene la mayor concentración de anticuarios de Sudamérica y la segunda a nivel mundial después de París. En todo el mundo no hay una ciudad que, en tan pocas cuadras, concentre tantos negocios de antigüedades: los hay desde Defensa al 50 hasta Parque Lezama, algunos en calles cercanas y otros dentro de galerías de arte.


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