IGLESIAS Y TEMPLOS

Los antiguos órganos de la Ciudad serán patrimonio porteño

Los 72 órganos que se encuentran en iglesias, escuelas y otras instituciones serán protegidos por una ley. Entre otros están el de la Catedral, la Iglesia Santa Felicitas y la de Balvanera, todos de fines del siglo XIX.


Los antiguos órganos son piezas en extinción. Joyas que necesitan cuidados extremos para no quedar mudas en el fondo de las iglesias de la Ciudad. Para extremar su protección y devolverles la mística, la Legislatura porteña votó un proyecto para que 72 órganos de diversos templos y entidades de la Ciudad sean protegidos por una ley.
 
La iniciativa es del Ministerio de Cultura. 72 órganos pasarán a formar parte de los bienes de Buenos Aires en la categoría “colecciones y objetos”, al considerarlos como elementos que definen la identidad y la memoria colectiva de los porteños.
 
Entre los órganos elegidos están el de Catedral Metropolitana, construido por la compañía alemana Walcker y Cía. en 1871, el de la Iglesia Santa Felicitas de 1873 y el de la parroquia de Nuestra Señora de Balvanera de 1875. También se postula a los órganos de la Iglesia Evangélica Metodista en La Boca, de la Presbiteriana San Andrés en Montserrat, de la Iglesia Dinamarquesa en Santa Telmo y el de la Sinagoga de la Congregación Israelita de la calle Libertad, en San Nicolás, entre otros.
 
La mayoría de los instrumentos son de procedencia europea, en especial de Alemania, Gran Bretaña y Austria, pero también existe un grupo que fue construido en el país por la familia Poggi. Santiago Poggi fue un italiano que se trasladó a Buenos Aires en 1867 y en suelo porteño comenzó un negocio en la fabricación de órganos. Estuvo a cargo de los montajes de los órganos de la Parroquia Nuestra Señora de la Consolación en Villa Crespo y de la Iglesia Nórdica en San Telmo. Alberto Mateo, su hijo, fue su aprendiz.
 
"La Argentina tiene alrededor de 200 órganos musicales, habiéndose detectado cerca de 100 de éstos en la circunscripción de la Ciudad", dice el texto del Ejecutivo remitido a la Legislatura, y agrega que los instrumentos fueron instalados en el país entre los años 1870 y 1930: "Son muy pocos los que datan del siglo XVIII y excepcionales los correspondientes a la segunda mitad del siglo XX", según pudo saber Clarín.
 
Si bien el listado es extenso, se destacan como los órganos más importantes a los pertenecientes a la Basílica del Santísimo Sacramento, en Retiro y con origen en 1912; la Basílica de Nuestra Señora de la Merced, en San Nicolás; y el perteneciente a la Basílica de María Auxiliadora y San Carlos, en Almagro. Sobre ellos, resaltan "la cantidad de juegos" que tienen y piezas significativas por su origen y valor histórico. En el listado también aparece el órgano del salón de actos del Colegio Nacional de Buenos Aires, construido por el alemán August Laukhuff e instalado en 1928. Tiene más de 3.500 tubos.
 
Los órganos “presentan características comunes entrelazadas: pertenecen a un sistema regional, acotado en el tiempo, que ilustra sobre la vida, la cultura, las ideas y los productos asentados en nuestro territorio en un período acotado", agrega el texto.
 
El reconocimiento para los instrumentos contemplados en la ley fue hecho por la Dirección General de Patrimonio, Museos y Casco Histórico de la Ciudad.

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