COMUNA 4

Recorrido por los murales de La Boca

La Ciudad suma murales en los barrios, visitarlos es un atractivo turístico. En La Boca arrancó un recorrido guiado que se suma al que ya existe en otras zonas de la Ciudad.


Buenos Aires tiene un nuevo museo a cielo abierto, en el barrio de La Boca. Artistas nacionales e internacionales adornaron 26 paredes, que hicieron que al igual que en las grandes ciudades, La Boca cuente con una visita guiada para visitarlos y disfrutarlos. La salida forma parte del programa “Rincones”, que busca difundir espacios no clásicos de Buenos Aires, poco buscados por el turismo. En este caso se hace en la zona menos turística de un barrio muy elegido por los extranjeros.
 
En la esquina de Almirante Brown y Benito Pérez Galdos, Ana Julia, la guía, explica que Buenos Aires está en el top ten de las diez ciudades más grafiteras del mundo. La escuchan cerca de 60 personas. Hay turistas extranjeros y del interior del país, vecinos de La Boca, del Gran Buenos Aires, de otros barrios porteños. “El arte callejero se empieza a desarrollar en Argentina cerca del 2000, en un principio estuvo más relacionado a las protestas por la crisis del 2001, pero luego para vestir las calles de color y dejar la ciudad más linda, agradable. En 2009 la Legislatura porteña aprobó la creación de un registro de artistas, para difundir el muralismo en la Ciudad”, explica a Clarín.
 
La primera parada se produce en la esquina intervenida por Milu Correch. Al lado, casi pegada, está la obra de Pol Corona. La guía presenta a los artistas, cuenta sus características, la historia del mural y el público escucha y se saca fotos. A partir de esta esquina se verán murales de todo tipo: geométricos, del estilo stencil; intervenidos individualmente o por colectivos de artistas. Y en todo tipo de plataformas: fábricas, casonas viejas, kiosquitos, la terminal de una empresa de micros, conventillos y persianas.
 
La recorrida está llena de contrastes: de arte y de barrio. Dura cerca de dos horas y hay paradas en 6 esquinas. Pero en las paredes de La Boca, además de murales, también hay expresiones populares. “Con un vinito soy feliz…”, se lee en aerosol, sobre Benito Pérez Galdos. “La Boca no vuelve al 2001”, escribieron en negro, en el cordón alto por la vereda subida por las viejas inundaciones. Hay otras leyendas dedicadas a los tarifazos, a Boca, a murgas del barrio, entre otros. 

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