Alertan por la desaparición de un club de rugby al que asisten chicos de bajos recursos

Por estos días el futuro del Floresta Rugby Club preocupa. Si para octubre de este año no consigue un lugar propio, será excluído de la Unión de Rugby de Buenos Aires (URBA), que integra hace diez años, lo que representa una trágica situación para los jóvenes que practican allí ese deporte "más de la mitad viene de barrios humildes, tenemos socios del Cildañez, del Ramón Carrillo y de la 1-11-14. Nuestro club se propone llevar el rugby a todos los sectores, sin distinción de clase social o de condición económica", señaló a Clarín Juan Marchetti, presidente de la institución.

Desde que el club forma parte de la URBA, en 2008, jugó siempre de local en estadios que otras instituciones le prestaban. Sin embargo, a fines del año pasado el Área de Competencias de la Unión de Rugby les exigió un lugar propio para seguir integrando la Unión.

Es por ello que alertan que, de quedarse fuera de la URBA, perderían el club y, con él, el espacio que muchos jóvenes tienen como refugio y como lugar para desarrollar actividades de interés y sociales. “En este club se le abren las puertas a los adultos o a los chicos con algún tipo de dificultad. Se trabaja desde la inclusión y la contención, los chicos llegan y te cuentan los problemas que tienen en la casa o en la escuela, y te reconocen que acá se sienten mucho más comprendidos y cómodos que en otros ámbitos. Siempre se trata de sumar”, señaló Agustín García Lofriego, jugador y entrenador del FRC.

Actualmente entrenan en el Polideportivo de Parque Avellaneda, en Lacarra al 1200 y piden la ayuda de los vecinos para poder seguir funcionando. Como no cuentan con sponsors ni ayuda económica, quienes puedan contribuir lo pueden hacer comunicándose al 1563635592.