PRESUPUESTO 2017

Gobierno porteño gasta cada vez menos en combatir la violencia de género

Llamadas sin atender, establecimientos vacíos, falta de personal son algunos de los conflictos que tiene que enfrentar las víctimas de violencia de género de la Ciudad a la hora de buscar refugio en el Estado. Una vez, se denuncia al Ejecutivo porteño por reducir el dinero que se ejecuta en esta área.

El gobierno de la Ciudad presentó su Presupuesto 2017 y con él surgieron varias polémicas. Una de ellas es el recorte presupuestario que se mantiene de forma gradual en el área concerniente a la violencia de género.

Una de las promesas de campaña de Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta fue el desarrollo de políticas específicas ante la violencia machista. Entre ellas estaban la creación de una red protectora contra la violencia, la extensión a todo el país de los Centros de Primera Infancia y la multiplicación de los jardines maternales. Ninguna de estas políticas se cumplieron, todas fueron achicadas por falta de fondos o subejecuciones presupuestarias.

En ese sentido, se denunció en varias oportunidades el desmantelamiento gradual del área destinada a sostener las políticas contra la violencia de género por parte del gobierno porteño. Un ejemplo de esto son los Centros Integrales de la Mujer (CIM), al que por ley el gobierno de la Ciudad debía asignar el presupuesto que garantizara el funcionamiento de un CIM por comuna. El objetivo final era llegar a la creación de uno de estos centros por cada 50 mil mujeres, lo que equivale a dos Centros de Asistencia Integral a la Mujer por cada una de estas circunscripciones. Lo cierto es que al día de hoy hay tan sólo ocho CIM.

Además el gobierno porteño anunció que en el futuro, los CIM van a ser gestionados por organizaciones sociales, relegando el lugar del Estado que tiene el deber indelegable de ocuparse de este gravísimo problema.

Por otra parte, existe una falta de personal en la Dirección General de la Mujer de la Ciudad de Buenos Aires que impiden su normal funcionamiento. No hay suficientes profesionales médicos, de enfermería, asistentes sociales, psicólogos/ as y personal administrativo imprescindible para llevar adelante una tarea tan delicada y en la que no se puede improvisar.

Para resolver la falta de personal se necesitarían aproximadamente de 22 millones de pesos anuales, monto que en los números de la ciudad es muy poco. "Esta carencia de profesionales es consecuencia de una política deliberada de ajuste por goteo: en el 2007 había 500 empleados en esta dependencia, hoy sólo hay 280. No se reemplazan las vacantes, las jubilaciones, los fallecimientos ni los retiros, por lo cual se va produciendo un ajuste de modo gradual, sin que se perciba abiertamente. Además se dificultan cuestiones básicas como la atención del call center, cuya existencia, al igual que la de los Centros de Atención, no se difunde adecuadamente. Este no es un tema que se pueda relativizar, ya que la mayoría de los llamados son de mujeres en situaciones límite, y si no se atienden puede perderse la posibilidad de ayudarlas frente a situaciones en la que podría haber riesgo de vida", denunció Juan Carlos Junio, secretario general del Partido Solidario.

Otro hecho relevante que explica la falta de voluntad política para luchar contra la violencia machista es que en la Ciudad hay sólo tres hogares convivenciales donde se asiste a mujeres víctimas de la violencia de género-, en una ciudad de tres millones de habitantes.

La partida presupuestaria destinada al programa de asistencia a las víctimas -el más importante de la Dirección General de la Mujer- se incrementó este año en tan sólo un 7% con respecto al 2015: pasó de 71 millones de pesos a 77 millones.

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