- Política
- 23.08.2016
DERECHOS HUMANOS
Avruj analiza objetar la prisión domiciliaria de Etchecolatz
El secretario de Derechos Humanos negó que haya un cambio de política en la materia.

Mientras tanto, los organismos de Derechos Humanos se movilizaron ayer a los tribunales de La Plata. Otro sector ofreció una conferencia de prensa frente a la Secretaría de Derechos Humanos, que funciona en la ex ESMA, en la que se acusó al Gobierno de favorecer las decisiones judiciales favorables a los represores.
"Los genocidas quieren que los juicios se vayan diluyendo y transitar las condenas en el living de su casa", dijo el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Legislatura porteña, el kirchnerista José Cruz Campagnoli, y acusó al Gobierno de estar "alentando esta política, y dejar de apelar las prisiones domiciliarias es parte de ese plan".
En ese sentido, Avruj desmintió que haya una orden del Gobierno para que los abogados de la Secretaría de Derechos no apelen más las prisiones domiciliarias en favor de los represores, como había trascendido la semana pasada. Además, aclaró que la secretaría no puede recurrir esas decisiones porque el Código Procesal Penal sólo permite que lo hagan las fiscalías y no las querellas. De ahí, explicó Avruj, la dificultad para intervenir en el caso Etchecolatz.
La información fue corroborada por el titular de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, el fiscal Jorge Auat. "Jurídicamente, el Gobierno no puede apelar porque la ley no habilita al querellante a intervenir", explicó Auat. En efecto, el artículo 491 del Código Procesal indica que "la parte querellante no tendrá intervención" en los incidentes de ejecución de la pena.
Las cifras oficiales indican que de los 1056 detenidos en el marco de causas por delitos de lesa humanidad 462 cumplen arresto domiciliario, casi el 44 por ciento del total. El número no se modificó mucho respecto de septiembre del año pasado, cuando los arrestos domiciliarios sumaban 445. La ley indica que los jueces tienen la facultad de otorgar la prisión domiciliaria en los casos en que los condenados sean mayores de 70 años o tengan problemas de salud.
"Históricamente, la política de la secretaría fue presentarse sólo en casos excepcionales. De todas las prisiones domiciliarias que recibimos al asumir, sólo el 5 por ciento había sido apelado", precisó Avruj, aunque insistió en que la ley impide que la querella intervenga de manera formal. El funcionario sostuvo que no se produjeron cambios en la política de derechos humanos. "La política de memoria, verdad y justicia sigue siendo una política de Estado. Somos parte querellante en 225 causas de lesa humanidad. Sería contradictorio que actuáramos para que haya justicia y condenas y que después hiciéramos lo contrario", concluyó.
- SECCIÓN
- Política
COMENTARIOS