PROMOCIÓN DE LA CONCIENCIA ALIMENTARIA

Camps busca promover las huertas en la Ciudad

Por tercera vez, el legislador busca promover la práctica de la agroecología creando huertas en toda la Ciudad, a partir de una iniciativa presentada por el ex legislador Pablo Bergel.

El diputado porteño Adrián Camps (PSA) ha decidido intentar nuevamente la aprobación de una iniciativa que originalmente promovió el ex legislador Pablo Bergel en 2012 y 2014, a partir de la presentación de un proyecto de ley que propicia "promover, difundir y sostener las prácticas agroecológicas en todo el ámbito territorial de la ciudad de Buenos Aires".

Se trata de "una alternativa a la agronomía convencional, que se basa en la aplicación de conceptos y principios de la ecología al desarrollo y gestión de sistemas agrícolas sostenibles", según se desprende del propio articulado. Obviamente no es esta una Ciudad con grandes extensiones de tierra libre de uso, por esa razón es que se habla de "agricultura urbana", que se practica en huertas a partir de una "actividad localizada en la ciudad, que cultiva, cosecha y procesa una diversidad de productos alimenticios y no alimenticios".

La idea es establecer diferentes modalidades de este tipo de unidades productivas. Por ello se plantea la realización de "huertas verticales" en base a este tipo de extensión, "huertas del sistema de salud" que tiene fines terapéuticos, "huertas del sistema educativo" en el ámbito de la enseñanza inicial, primaria, media y superior, "huertas barriales" que serían cuidadas por la participación vecinal y las "huertas comunales" espacios promovidos y sostenidos por cada Comuna.

Todo esto contando con una "certificación participativa" en base a distintas "redes de productores y consumidores que comparten la responsabilidad sobre la calidad y confiabilidad de la producción y distribución" de esos alimentos cultivados. Esta búsqueda de la calidad de origen se traslada incluso a la utilización de abonos que se obtendría en base al "tratamiento aerobio o anaerobio mediante microorganismos de las partes biodegradables de los residuos, pudiendo utilizar lombrices, y en condiciones ambiental y sanitariamente adecuadas".

Además este compostaje doméstico resultará ser de ayuda a partir de su aporte a la reducción del "costo del tratamiento de los residuos y es una herramienta de educación ambiental". Cuestión que también tiene un beneficio para la comunidad como consecuencia que "un gran porcentaje del gasto municipal se destina a la gestión de los residuos sólidos, de los cuales casi el 50% es orgánico".

Un tipo de actividad que actualmente se realiza en muchas partes de Latinoamérica como es el caso de "Lima, Montevideo, Rosario, México DF, Belo Horizonte, Porto Alegre, como así también en ciudades europeas como Berlín, Milán, París, por nombrar algunas de tamaño comparable con Buenos Aires". Indica el promotor de este nuevo intento parlamentario que en la propia Ciudad hay este tipo de iniciativas "sin intervención estatal, sostenida por vecinos y vecinas de la Ciudad comprometidos con los principios de la agroecología".

Existen, concretamente, en colegios, en hospitales, en espacios barriales, sumado a que "en los últimos años los emprendimientos comerciales de venta de productos agroecológicos también aumentaron su número, entre los que pueden contarse el Galpón de Chacharita y el Mercado de Bompland como casos importantes, además de otras ferias itinerantes a lo largo de la Ciudad". A la hora de enumerar los beneficios se destacan "el desarrollo productivo y la autosubsistencia en materia alimenticia de la agricultura urbana", colaborando como "mecanismo de erradicación de la pobreza, desarrollo local y de seguridad alimentaria, reduciendo de esta manera las distancias de intercambio".

Al texto original el diputado Camps le adiciona la pretensión de fortalecer el "programa Escuelas Verdes, dependiente del Ministerio de Educación y de la Comisión de Presupuesto de la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires", en el marco de aplicación de estas huertas. Una actividad pensada para ser realizada "tanto en espacios públicos como privados aptos, previa autorización, en caso de corresponder", destinados para producir "hortalizas, verduras, legumbres, frutas, plantas aromáticas, medicinales y ornamentales".

Pensando inclusive en generar un "banco de semillas, lombrices, plantas nativas y plantines de los vegetales", transformándose en una reserva que "servirá como centro de desarrollo e intercambio de semillas". Toda la implementación estaría siendo llevada adelante desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público, futuro encargado de crear un programa respectivo, realizar un seguimiento técnico permanente de las huertas, capacitando a quienes estén en condiciones y deseen producir alimentos, estableciendo estímulos como pude ser el caso de subsidios o créditos, entre otras responsabilidades.

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