Reclaman que se arregle una escuela de Agronomía

El Jardín de Infantes N° 4 y la Escuela N° 22 de Agronomía tienen una gran cantidad de problemas por la falta de mantenimiento edilicio. Hay manchas negras que muerden la pintura de los techos y paredes, hay filtraciones por las que avanza el agua con cada lluvia, en los marcos oxidados de puertas y ventanas o en los desprendimientos de mampostería que se estrellan en el piso.
 
El mal estado de los edificios, ubicados en la avenida Constituyentes al 3100, tiene al menos siete años. Desde entonces, directivos y padres exigieron respuestas a las distintas áreas del Ministerio de Educación; aprovecharon las charlas con vecinos que encabezó el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, en campaña y ya electo, para entregarle un informe; pidieron asesoramiento a la Defensoría del Pueblo; juntaron 300 firmas que entregaron a la Dirección de Infraestructura Escolar y hace unas semanas dejaron un escrito en la Legislatura porteña.
 
"La escuela está muy deteriorada. Llueve y el revoque empieza a desprenderse, se ven las vigas. Tenemos miedo que haya un accidente con nuestros hijos", dijo Valeria Calvo, mamá de un nene de tres años, a Clarín. Nielen Bernardino, mamá de mellizos de cuatro años, sumó: "Al estar en Agronomía, el predio está rodeado de verde. Es hermoso pero está abandonado. El problema más serio son las filtraciones: en la sala de uno de mis hijos se perdió material didáctico por el agua que cae del techo".
 
Por la falta de respuesta a las mejoras estructurales, los padres aprovecharon la primera semana de vacaciones de invierno para implementar soluciones propias. Así organizaron jornadas de trabajo, en las que se convirtieron en pintores, carpinteros y albañiles. Divididos en grupos lijaron y pasaron enduido a la sala de música, ajustaron mesas y sillas, pintaron unos arcos de fútbol del patio y dejaron una pared lista para un mural. "Nos duele ver a la escuela así. Tratamos de darle una mejor apariencia para cuando vuelvan los chicos", agregó Calvo.
 
Desde el Ministerio de Educación de la Ciudad enviaron a profesionales que evaluaron el estado de los establecimientos. En principio, se decidió pintar el comedor y arreglar la carpintería de esa área. La obra se inició el 18 de julio y contempla una inversión de 1.300.000 pesos.
 
"No entendemos cómo van a pintar con filtraciones, es la plata de todos, sentimos que estos trabajos son sólo un lavado de cara", se quejaron los padres a Clarín. Desde Educación negaron que se esté pintando en un techo con pérdidas y adelantaron que para octubre se licitará una reforma de la instalación eléctrica y la impermeabilización del jardín y la escuela, entre otros puntos. Esos trabajos  costarán 10.280.000 pesos.