COMUNA 8

¿Cómo viven las familias del ex albergue Warnes en Soldati?

Las familias que vivían en el demolido "albergue Warnes" fueron trasladadas al barrio Ramón Carrillo de Villa Soldati. Ahora hay 15 mil personas y faltan cloacas, electricidad y agua potable.


Hace veinticinco años atrás fue demolido el “albergue Warnes” en La Paternal donde vivían unas 600 familias, las mismas fueron trasladadas al barrio Ramón Carrillo de Villa Soldati, donde ahora hay 15 mil personas y faltan cloacas, electricidad y agua potable.
 
El “albergue Warnes” era una mole de cemento abandonada en la que vivían más de 600 familias en condiciones infrahumanas, sin agua, cloacas, ni electricidad. Eran dos edificios de diez pisos cada uno que habían sido originalmente construidos para alojar el hospital más importante de Latinoamérica y uno de los más completos del mundo, pero la obra quedó inconclusa.  
 
Aquellas 600 familias fueron trasladadas a Villa Soldati, al barrio municipal Ramón Carrillo. Fue pensado para albergar a 1.500 personas; pero hoy viven más de 15.000. Las casas originales parecen las de cualquier asentamiento o villa porteña: la construcción creció hacia arriba y hacia los costados y las construcciones se apoyan unas en otras. Y aquella infraestructura original ya es obsoleta: cloacas, agua y electricidad están desbordadas.
 
Uno de los encargados de diseñar el master plan del barrio Ramón Carrillo es el reconocido arquitecto y artista plástico Rodolfo Sorondo, quien en aquel momento formaba parte de la Comisión de Vivienda. Es profesor consulto en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (UBA) y actualmente realiza una investigación en el barrio: “Lo más preocupante para los vecinos es la infraestructura, actualmente colapsada debido al uso intensivo”, señaló a Clarín. El mantenimiento de este barrio depende del gobierno porteño y del IVC.
 
“En aquel momento trabajamos en un diseño de “vivienda semilla”: viviendas mínimas, con baño, cocina y un espacio más para habitar, con la idea de que los propios vecinos construyeran sus habitaciones. Se logró incluso darle una armonía a las fachadas. Sin embargo hubo un aluvión de gente y donde había que construir habitaciones se construyeron viviendas. Hoy es un barrio de tres pisos con bases muy sólidas, con fundaciones que aguantan. Considero que no están hacinados, sino que los espacio libres se usaron al mango”, sintetiza Sorondo a Clarín.
 
Una de las casas más altas tiene cuatro pisos; el ocupante original es un hombre que pasó por el “albergue Warnes” y es fabricante de ascensores. La pequeña casa que recibió de parte del gobierno se transformó en un caserón en el que viven también sus hijos y familias; sin dudarlo, colocó un ascensor que es la curiosidad del barrio.
 
Luego de la implosión del “albergue Warnes” en 1991, las 19 hectáreas se transformaron, el terreno fue adquirido por Carrefour y en él funciona además un Easy. El resto fue cedido por la empresa para la construcción del parque La Isla de La Paternal; también está la escuela de educación media Federico García Lorca.


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