CIUDAD

Tras la polémica por la instalación de rejas fijas, este martes inauguran la Plaza de Mayo remodelada

Con más metros cuadrados, más espacios verdes, iluminación nueva y monumentos restaurados, la plaza más emblemática del país podrá volver a transitarse. Pese a las críticas de distintas organizaciones en defensa del patrimonio, el Gobierno porteño aseguró que buscó consensos y justificó la instalación de rejas fijas.



Con sus flamantes rejas fijas instaladas y pese a la polémica que desataron, la Plaza de Mayo será reabierta este martes, tras el proceso de remodelación que encaró el Gobierno de la Ciudad desde noviembre del año pasado. La obra, que en su totalidad costó casi 44 millones de pesos y cuyo proyecto no pasó por la Legislatura, apuntó a rescatar la impronta que le dio Carlos Thays a fines del siglo XIX y a “recuperar el concepto de las plazas hispanas, plazas secas y de concentración de gente, para tener un uso de plaza cívica”, según definió Eduardo Macchiavelli, ministro de Ambiente y Espacio Público porteño.

La obra amplió la superficie de la plaza, que pasó de 19.343 a 23.665 metros cuadrados, ganándole carriles a las calles laterales y sumando superficie verde. Además, se renovó la iluminación y se restauró la Pirámide de Mayo. La inauguración de este martes contará o no con recorrida oficial y actos, según las condiciones meteorológicas. Pero la plaza estará lista para ser transitada.

“En reemplazo de las vallas de contención que se encontraban frente a la Casa de Gobierno, se instalaron rejas y portones que cuentan con un sistema de plegado que –a diferencia de las vallas- facilita el flujo de tránsito”, señala la información oficial. “Son mucho más lindas que las vallas horribles de la Policía”, acotó Machiavelli, y justificó la instalación de rejas por una cuestión de “seguridad presidencial”. Por su parte Ariel Iasge, director General de Espacios Verdes, dijo que “el día que las condiciones de seguridad lo ameriten, retiramos las rejas”.

Esas rejas quedaron en el centro de la polémica la semana pasada, cuando se viralizaron las primeras fotos tras su instalación. Parte de las críticas llegaron desde espacios como el Observatorio por el Derecho a la Ciudad y Basta de Demoler, entre otras organizaciones en defensa del patrimonio, que ya habían denunciado irregularidades en la remodelación de la plaza y que sumaron la instalación de rejas a la denuncia judicial. La Justicia dio cinco días hábiles al Gobierno para responder, plazo aún en curso.

Uno de sus principales cuestionamientos apuntaba a que la reforma de la Plaza de Mayo no puede hacerse sin la aprobación de la Legislatura porteña, por tratarse de un área protegida a nivel histórico y ambiental. Macchiavelli, sin embargo, afirmó: “Creímos que no hacía falta (pasar por la Legislatura) y la Comisión de Monumentos tampoco lo consideró pertinente”. Además, calificó la remodelación como una tarea de “mantenimiento”, algo para lo cual sí está facultado el Ejecutivo porteño. En cuando a la denuncia judicial, dijo no estar al tanto de notificaciones recientes y aclaró que “los temas judiciales los maneja la Procuración”. Y agregó: “Hicimos todas las presentaciones ante los organismos legalmente validados”, pese a que las organizaciones denunciantes cuestionaron que nunca se presentó formalmente un proyecto de obra.

La Plaza de Mayo se reabre con los emblemáticos pañuelos de las Madres de Plaza de Mayo vueltos a pintar, luego de que las baldosas anteriores fueran retiradas. “Hubo acuerdo con todos los sectores. El jueves las Madres pintaron los pañuelos y ningún jueves quedó sin marcha”, resaltó Iasge, durante la rueda de prensa previa a la inauguración de la plaza reformada.

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