OPINIÓN

Del diálogo a palazos a la máquina de hacer droga

Al grito de “¡Dialoguen, mierdas!”, la gendarmería enviada por la Vidal inició un fructífero intercambio con los trabajadores de Pepsico e incluso con los periodistas. Ya sea con sus videos o el gas pimienta de la gendarmería, la gobernadora siempre logra emocionarnos.

Sebastián Fernández

Termina otra semana trepidante en la que no tuvimos noticias de la lluvia de inversiones pero tampoco de la Pobreza Cero; es decir, una de cal y otra de arena. Además, como bien lo explicó nuestra vicepresidenta Gabriela Michetti, "el año que viene quizás vamos a empezar a sentir que estamos un poco mejor" (nótese la importancia del adverbio “quizás” y del adjetivo “poco”). Volvió el tercer semestre y eso siempre es alentador.

Al grito de¡Dialoguen, mierdas!, la gendarmería enviada por la María Eugenia Vidal inició un fructífero intercambio con los trabajadores que tomaban la planta de Pepsico en Vicente López e incluso con los periodistas. Ya sea con sus tiernos videos o con el gas pimienta de la gendarmería, la gobernadora siempre logra emocionarnos hasta las lágrimas.

Tras el desalojo en PepsiCo, la CGT “amenazó con enojarse” y anunció una movilización para el 22 de agosto. La primera idea fue enviar un emoticón triste al ministro de Desempleo Jorge Triaca, pero el triunvirato prefirió algo aún más contundente.

La dura reacción de la CGT no es un hecho aislado. Muchos opositores que hasta hace poco dominaban el arte de votar las iniciativas oficialistas con ahínco para luego denunciar sus consecuencias con pasión, han descubierto que aumentó el desempleo, la pobreza e incluso la deuda. Sergio Massa llegó a denunciar que “Macri actúa como un empresario”, condición que, al parecer, el presidente logró ocultarle incluso durante el viaje que hicieron a Davos el año pasado. Azuzada por su nuevo socio político, Stolbizer opinó sobre Cambiemos: "No bajaron ni la pobreza ni el desempleo y tampoco vinieron a unir a los argentinos". Para mitigar un poco el asombro generado por una denuncia tan poco acorde a sus hábitos, nuestra incansable auxiliar de fiscalía explicó que "se puede pedir el desafuero de Máximo Kirchner”. Es el famoso desafuero preventivo, que se adelanta al pedido de un juez. Se estudia en la Anthony Hopkins University.

Acompañado de Alberto Fernández y Abal Medina, Florencio Randazzo visitó la DAIA y explicó sobre el memorandum con Irán, “yo me hago cargo y pido disculpas ante la comunidad por aquella decisión”. Hacerse cargo de una iniciativa votada por el Congreso es algo de por sí extraño, pero pedir perdón por ello a una asociación comunitaria lo es aún más. Algunos allegados del candidato sostienen que el próximo paso sería pedir perdón por el miedo al censista y la falta de diálogo.

Esta semana, Alejandra Gils Carbó fue denunciada desde la TV Pública por “aferrarse a su cargo” en lugar de renunciar, como pide amablemente el ministro de Justicia, mientras el Presidente opinaba con similar respeto que la procuradora “tiene una manifiesta militancia kirchnerista" y el indispensable diputado Pablo Tonelli explicaba que “podría ser removida por decreto”, algo bastante creativo aún para los estándares generosos del PRO.

Al parecer, la imaginaria militancia kirchnerista de Gils Carbó sería un dato relevante en la evaluación de su desempeño, así como no lo fue la militancia real de Martín Ocampo, ex jefe de fiscales de la CABA designado por Macri, abogado y amigo íntimo de Angelici, ex legislador del PRO y actual ministro de Justicia de Rodríguez Larreta. Asombros de una época asombrosa.

La Procuradora fue acusada a través de una denuncia anónima de armar una sociedad con su marido para lucrar con la compra del nuevo edificio de la procuración. Tal sociedad nunca existió pero la indagatoria reclamada los medios sí fue lanzada, y eso es lo que importa.

El ineludible economista José Luis Espert explicó por su lado que “el trabajo no es un derecho, como dice el populismo cavernícola, es una contingencia”. Que el artículo 23 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU (1948), que establece que "toda persona tiene derecho al trabajo”, diga si es populista, cavernícola o un mix de todo. Cambiemos es la primavera de las ideas zombies y los delirios reaccionarios.

Por último, gracias a Perfil, supimos que el kirchnerismo robó “la máquina de hacer drogas”. Sospechamos que gracias a ese dispositivo los K logran endrogar a nuestros periodistas serios para que escriban este tipo de notas.

Todo lo que quieran pero ya no le tenemos miedo al censista.

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