GRÚAS SALVAJES

Hacete amigo del parquímetro

El PRO consiguió aprobar una ley que cubre casi el 50 por ciento de la ciudad con estacionamiento medido. En tanto, un informe de la Auditoría indica que el 95 por ciento de los agentes de tránsito advierte que las zonas donde está prohibido estacionar no están debidamente señalizadas.

Werner Pertot
El ingeniero Bombita -el de la película Relatos salvajes- debe estar como loco. Sobre todo, si se enteró que el macrismo consiguió aprobar una ley que incrementará el estacionamiento medido en más de un 2000 por ciento. En concreto, casi el 60 por ciento de la población porteña se encontrará en su barrio con los parquímetros, que pasarán de los 4000 existentes a 87 mil. La ley fue votada por el PRO y la UCR, mientras otros bloques denunciaron que era un negocio formidable para las empresas de acarreo, que se la vienen llevando en grúa. Pero hay más: un informe de la Auditoría General de la Ciudad, al que tuvo acceso Nueva Ciudad, muestra que hay falencias urgentes a resolver: el 67 por ciento de los inspectores de tránsito considera que no está capacitado y un 95 por ciento indica que las zonas donde no se puede estacionar no tienen la señalización suficiente. Como si la película de Damián Szifrón se hiciera realidad.

Vamos a los datos: como ya contamos aquí y allá, hay dos empresas concesionarias del acarreo, BRD y Dakota, que desde 1990 tienen el negocio de las grúas. No sólo se llevan todo el dinero del acarreo y pagan un canon irrisorio al Gobierno porteño, sino que desde hace años reciben un subsidio encubierto del macrismo. En 2013, el PRO hizo su primer intento de aumentar el estacionamiento medido con una ley que cubría el 45 por ciento de la Ciudad con parquímetros (la ley actual lo acerca al 50 por ciento). Se inició una licitación que finalmente fue suspendida por una decisión judicial y la gestión PRO optó por darla de baja y empezar de nuevo, con la compra de parquímetros a cargo del Estado, que desembolsará no menos de 18 millones de dólares.

Con la nueva ley, habrá parquímetros en 14 de las 15 comunas y el costo del acarreo pasa a ser de $780.



Para esto, consiguió en este fin de año agitado aprobar una nueva ley que pondrá parquímetros en 14 de las 15 comunas. Algunos detalles: el costo del acarreo pasa a ser de 780 pesos, divide a la ciudad en cinco zonas, una empresa podrá tener más de una zona si queda vacante la licitación, se privilegia –según denuncian los opositores- a las empresas actuales porque ya tienen las grúas. Habrá tarifas progresivas en el microcentro y zonas de mucho tránsito. Luego de un arduo debate, se incluyó una excepción para que las personas puedan dejar su auto a 200 metros de su casa (salvo que sea una zona altamente transitada, en cuyo caso le cobrarán la mitad de la tarifa). El problema es que sólo un vehículo por casa podrá tener la tarjeta del residente, que en su formulación original, debía tramitarse todos los días. Finalmente, se deberá tramitar una vez por mes. Imaginen las colas en los CGPs.

Pero esto no es todo. Un informe de la Auditoría General de la Ciudad, que conduce Cecilia Segura, publicado en noviembre de este año muestra una serie de falencias sobre las empresas de acarreo y cuerpo de Agentes de Control de Tránsito, que suman elementos a esta discusión. Según indica la Auditoría, “no se estaría verificando el correcto señalamiento (tanto horizontal como vertical) de los lugares prohibidos de estacionamiento dentro de las zonas asignadas a las empresas concesionarias”. Esto no solo fue constatado por los que elaboraron el informe, sino que una encuesta a los agentes de tránsito reveló que el 95 por ciento tiene cotidianamente dificultades con la demarcación y señalamiento de lugares prohibidos para estacionar.

Hay más datos de esa encuesta, hecha para auditar el año 2014, que deberían ser observados con cuidado:

* El 67 por ciento de los agentes considera que no tiene suficiente capacitación. Y un 33 por ciento indica que no tiene conocimiento de los distintos protocolos establecidos en el Manual de Procedimientos.

* El 52 por ciento tuvo situaciones problemáticas y desacuerdo con los choferes y ayudantes de las grúas, mientras que otro 67 por ciento manifestó haber padecido hostigamiento por parte de los cuidacoches.

* El 87 por ciento de los agentes tiene cotidianamente situaciones de violencia u hostigamiento en el desempeño de sus funciones por parte de los infractores.

* El 71 por ciento considera que no hay suficientes controles internos.

Casi el 60 por ciento de la población porteña se encontrará en su barrio con los parquímetros, que pasarán de los 4000 existentes a 87 mil.



Según advirtió la Auditoría, el estado de los contratos de agentes es precario en buena parte de los casos: la mayoría opera “en calidad de agente transitorio o contratado y no revestiría las facultades para efectuar el labrado de actas de infracción conforme la normativa legal y sus reglamentaciones”. Esto implica que de los 1500 agentes de tránsito, el 67 por ciento está labrando actas pese a que la normativa no se lo permitiría. Recordemos que además un porcentaje similar dijo tener capacitación “nula, escasa o insuficiente”.

A la hora de revisar los legajos de personal, los auditores se encontraron sorprendidos por el nivel de caos que hallaron, algo que quedó reflejado en el informe final: “El desorden de los legajos en soporte papel no ilustra de manera confiable ni permite acceder al conocimiento y evaluación de la documentación que debe obrar en los mismos, contienen un cúmulo de papeles desordenados que impide seguir una ilación cronológica y coherente en su compaginación, además de la inobservancia de la normativa vigente para su confección”.

Sobre este panorama que pinta la Auditoría, se aplicará en nuevo sistema de parquímetros, a los que la oposición considera una maniobra meramente recaudatoria y que no contribuye a ordenar el tránsito y detener los incidentes viales. El negocio de las grúas salvajes debe continuar.

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