ELECCIONES 2023

Polémica por la compleja votación organizada por el Gobierno porteño

Durante una conferencia de prensa para explicar el circuito que se pondrá en marcha en la jornada electoral, el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, dijo que se combinará la boleta en papel para elegir los cargos nacionales y la electrónica para las categorías locales.


El Gobierno porteño lanzó ayer miércoles una campaña de difusión sobre cómo será la votación en las PASO con la Boleta Única Electrónica (BUE) y pidió a la población concurrir temprano a emitir el sufragio, ante los cuestionamientos a la organización de la elección con doble urna en la Ciudad de Buenos Aires y las posibles demoras en la jornada del domingo 13 de agosto,
 
"Recomendamos ir a votar a la mañana que es un horario de menor concurrencia", sostuvo el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, durante una conferencia de prensa para explicar el circuito de votación que combinará la boleta en papel para elegir los cargos nacionales y la electrónica para las categorías locales en lo que será un esquema nunca implementado con anterioridad.
 
La intención de las autoridades porteñas, que a través del Instituto de Gestión Electoral organizan las elecciones locales, es evitar que se generen atrasos el día de la votación por la doble urna, por lo cual adelantaron que desde el lunes próximo desplegarán unos 150 dispositivos de votación electrónica en "puntos de alto tránsito" para que la ciudadanía practique.
 
Al respecto, el funcionario porteño admitió que será un "proceso electoral con particularidades", pero descartó que vayan a producirse largas filas de espera al señalar que fueron exitosos los simulacros que hicieron del acto de votación ya que es un sistema "ágil, sencillo y fluido".
 
El domingo 13, los más de 2,5 millones de porteños y porteñas deberán concurrir a los lugares de votación autorizados, donde notarán que las autoridades de mesa estarán ubicadas dentro de cada una de las aulas y no en las puertas de ingreso como habitualmente ocurre.
 
Posteriormente, cada votante podrá elegir entre los candidatos a cargos nacionales de Presidente y Diputados y Diputadas a través de la boleta papel, las que estarán distribuidas en un "cuarto oscuro móvil" compuesto por un biombo de cartón de más de dos metros de altura. Luego, el ciudadano colocará el sobre en la urna y recibirá de las autoridades de mesa la BUE y -con ella en mano- se trasladará hacia otro sector del aula en el que estará situado el dispositivo de voto electrónico.
 
Una vez seleccionados los candidatos locales de Jefe y Jefa de Gobierno, Legisladores y Legisladoras y Juntas Comunales, regresará a la mesa para introducir el segundo voto en la urna restante y así concluirá el circuito establecido para sufragar en la Ciudad de Buenos Aires. El esquema de doble votación fue dispuesto por el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta para que coincidiera el cronograma de los comicios porteños con la convocatoria nacional en las instancias de elecciones primarias, generales y un eventual balojate.
 
A diferencia de años anteriores, la organización de la votación local está a cargo del Instituto de Gestión Electoral, que viene recibiendo cuestionamientos desde las agrupaciones políticas porteñas respecto del cumplimiento de los lineamientos fijados por el Código de la Ciudad de Buenos Aires.
 
Para Lisandro Teszkiewicz, apoderado de la lista de Unión por la Patria (UxP), "no se respetaron los plazos del Código Electoral y las máquinas de votación electrónica fueron adquiridas de manera improvisada, el software y las pantallas se siguieron modificando hasta el lunes pasado y no se realizaron medidas de capacitación a la población para una nueva forma de emitir el voto". "Establecer dos elecciones distintas con métodos distintos en el mismo momento, en el mismo lugar y con las mismas autoridades va a generar muchísimas molestias y complejidades a todas y todos los ciudadanos porteños a la hora de emitir su voto", alertó en declaraciones a Télam.
 
Por su parte, Patricio Del Corro, referente de una de las listas del Frente de Izquierda, indicó que el diseño de las pantallas que mostrarán los dispositivos electrónicos aprobado por el Instituto de Gestión Electoral es "antidemocrático", al tiempo que cuestionó "el desdoblamiento de las elecciones" porque "va a aumentar los tiempos" y apuntó sobre "el armado de este sistema que ya fue hackeado en 2015".
 
Diego Fernández, a cargo de la Secretaría de Innovación y Transformación Digital, aseguró que el sistema de BUE "tiene todas las características de seguridad necesaria" y remarcó que "tomando la experiencia del 2015" y las "diez elecciones en Salta" donde se utilizó este sistema "no hay ninguna evidencia de hackeo".
 
A fines de junio, la Fundación Vía Libre (FVL) presentó un amparo contra el Gobierno porteño para que se le ordene la suspensión de la concesión otorgada a la empresa MSA para la prestación del servicio de BUE, por el que cobraría unos 29 millones de dólares para proveer el software y los dispositivos. En la acción de amparo, la titular de la FVL, Beatriz Buseniche, afirmó que la compañía tiene de "serios problemas de seguridad", por lo que consideró que no estaban dadas las garantías "del correcto cumplimiento del derecho al voto".
 
El lunes pasado, el Tribunal Electoral porteño rechazó "in limine" la medida al afirmar que "no se advierte que dentro del objeto social de la entidad actora se encuentren comprendidas la defensa y tutela de los derechos electorales de la ciudadanía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires".
 
El Gobierno porteño comenzará una fuerte campaña de capacitación para explicar cómo funciona el voto electrónico. Habrá 150 puntos en distintas esquinas porteñas para que los electores puedan practicar antes de las PASO. Es por eso que cerca de mil máquinas se destinarán a capacitaciones de la Defensoría del Pueblo y el Ministerio Público Tutelar. Esas instituciones se acercarán a centros jubilados y centros de la tercera edad.
 
La licitación de las máquinas de voto electónico se hizo al filo de los límites legales y en medio del operativo renunció Ezio Emiliozzi, ex director del Instituto de Gestión Electoral. La explicación para la partida de Emiliozzi fue un problema de salud, pero el funcionario había recibido cuestionamientos internos. La maniobra de separar las urnas de elecciones nacionales y porteñas fue un guiño de Horacio Rodríguez Larreta a sus aliados radicales.  
 

Con boleta papel, Martín Lousteau hubiera corrido con desventaja frente a Jorge Macri porque desde hace meses se sabía que la UCR no tendría candidato a presidente. La Boleta Única Electrónica costará 25 millones de dólares para las PASO, la primera vuelta y un eventual balotaje y el servicio será provisto por MSA Argentina, una empresa que recibió cuestionamientos de organizaciones civiles y que ya organizó las elecciones porteñas de 2015.


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