COMUNA 8

Vecinos denuncian que el Centro de Reciclaje de Villa Soldati contamina

Los vecinos de Villa Soldati advierten sobre complicaciones para la vida cotidiana. Temen por problemas de salud a largo plazo.


El Centro de Reciclaje de Villa Soldati fue inaugurado en 2013, funcionó al comienzo como planta de áridos (residuos de la construcción). Su capacidad fue ampliada y sumó otras tres plantas: poda, orgánicos y plásticos PET, que le permiten procesar 2.500 toneladas diarias de residuos, unas 600.000 por año. Los vecinos del barrio denuncian que el Centro produciría daño ambiental severo.
 
En 2017 el Centro incorporó otra planta llamada MRF, por sus siglas en inglés “Material Recovery Facility”, el primer centro verde automatizado de la Ciudad, que permite procesar todo el material seco que viene de las campanas o Puntos Verdes, y hacer una separación automática de papeles, cartones, metales, vidrios y metales no ferrosos, informa el portal Pura Ciudad.
 
Existen distintas denuncias como la de una maestra que dice que en una escuela frente a la planta a los chicos les sangra la nariz, un trabajador de una de las radios del barrio cuenta que para pasar con su bicicleta por esas calles tiene que hacerlo con los ojos entrecerrados para no lastimarlos, un vecino dice que quienes viven alrededor de la planta lo hacen a puertas y ventanas cerradas todo tiempo, una artista relata que se da cuenta del polvo que vuela por las veces que limpia la pileta de lona, una vecina enojada cuenta que su hija tiene asma.
 
El viernes pasado, los vecinos se reunieron y firmaron una nota colectiva que expresa: “Desde el año 2013 funciona en nuestro barrio una planta de tratamiento de áridos. La misma está ubicada en el cuadrante de las calles Ana María Janner, Av. Varela, José M. Chilavert, y la traza imaginaria de la calle Castañón. En su labor procesa 2400 toneladas diarias de restos de obras en construcción que dispersan partículas en el aire excediendo ampliamente los máximos permitidos para zonas como las nuestras”.
 
“Además, el transito no controlado de vehículos pesados, ruidos, vibraciones, barro en los alrededores son parte del impacto ambiental negativo generado por la actividad del predio. Somos muchos y muchas les que nos vemos afectades por el predio, escuelas primarias, jardines de infantes, clubes deportivos, trabajadores, vecinos y vecinas de las inmediaciones. Principalmente nuestro derecho a la salud y a un ambiente sano están siendo vulnerados, y el Gobierno de la Ciudad, en cabeza de Mauricio Macri en sus inicios, y de Rodríguez Larreta desde 2015 antepone los negocios y los beneficios para las empresas que lo explotan en prejuicio del pueblo”, continúa la nota presentada. 
 
“El prejuicio provocado se pone de manifiesto en la población bajo la forma de enfermedades respiratorias, sequedad de tejidos húmedos, irritación, jaquecas, ataques de asma tanto en forma aislada como crónica y, además, la presunción de contacto con elementos cancerígenos como el asbesto presente en restos de obra provenientes de construcciones antiguas. El halo de ilegalidad que pesa sobre el predio incluye la inexistencia de estudios de impacto ambiental, la inexistencia de controles gubernamentales y escases de datos fidedignos acerca de la empresa concesionaria del mismo”.
 
“Las organizaciones, instituciones, entidades y empresas expresamos el repudio a la grave afección que esta planta provoca en el ambiente y exigimos al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires el cese de las actividades en el predio y el aprovechamiento del mismo en nuevas actividades que no impliquen el menoscabo de la calidad de vida de la comunidad de la zona. A tal fin se conforma esta mesa de trabajo que tiene como principal meta el efectivo cumplimiento de las exigencias antes dichas y la elaboración de un proyecto superador que no solo logre cesar con la actual situación sino que, por el contrario, tienda al estudio y mejoramiento de las condiciones ambientales de la zona y el perfeccionamiento en material de reciclaje”, concluyen.
 


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