ABORTO NO PUNIBLE

“Me dijeron asesina por pedir el aborto, ¿y ellos qué son que mataron a mi hija y a su beba?”

Ana María Acevedo murió porque no le daban quimio por estar embarazada ni le permitían abortar. Su caso se convirtió en un emblema del movimiento de mujeres, lesbianas, travestis y trans. Su madre Norma expondrá hoy en Diputados para pedir que se despenalice y legalice el aborto.

Ana María Acevedo era mamá de tres nenes y tenía 19 años cuando le diagnosticaron cáncer. Por suerte lo habían encontrado a tiempo, por desgracia Ana María era mujer y pobre. “A mi hija la mataron y la hicieron sufrir un año y nueve días”, aseguró a Nueva Ciudad Norma Cuevas, su madre.

Todo comenzó en mayo de 2006, por poner un principio a este camino de injusticias que comenzó mucho antes cuando Norma fue violada por su tío a los 14 años y tampoco encontró justicia. Ana María Acevedo fue al hospital Samco de Vera para que se le extrajera una muela pero luego del procedimiento regresó con fuertes dolores. Aquí comenzó el abandono estatal, durante meses le recetaron antibióticos sin prestarle mayor atención al caso.

Su madre Norma cansada del destrato se presentó con un abogado en el hospital y logró una interconsulta en el hospital José María Cullen, donde le diagnostican un sarcoma, un tipo de cáncer que se genera en tejidos, músculos o huesos. Allí es derivada al hospital Iturraspe para iniciar el tratamiento oncológico.

Desde mayo hasta diciembre tuvo que esperar Ana María para lograr obtener el tratamiento, sin embargo, cuando el 5 de diciembre llegó al hospital presentaba un atraso en su período menstrual por lo que se le realiza una prueba de embarazo que da positivo.

Para poder continuar con el tratamiento para su enfermedad, sus padres exigieron que se le realce un aborto no punible o terapéutico que le corresponde según el artículo 86 del Código Penal, en que se determina que el aborto no será punible “si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre”.

Pero el Comité de Bioética del Iturraspe desestimó el pedido y la obligó a continuar con su embarazo hasta el 26 de abril cuando, con 25 semanas de gestación, le hacen una cesárea en la que nació una nena de 450 gramos que murió horas después. A las tres semanas, tras una larga agonía, Ana María fallece.

Recién en octubre de 2015, el gobierno de la provincia de Santa Fe reconoció su responsabilidad en el hecho: fueron médicos de un hospital provincial los que le negaron la interrupción del embarazo y al mismo tiempo, no quisieron brindarle el tratamiento oncológico que estaba indicado para el cáncer que tenía en la mandíbula, porque privilegiaron la vida del feto antes que la de ella.

“Ojala tengamos suerte y se haga esta ley para otras mujeres porque para mi hija ya no”, dijo hoy a Nueva Ciudad Norma, que expondrá esta tarde en Diputados.

“Nosotros tenemos derecho a decidir por nosotras, cómo van a decidir si es tu cuerpo, no es de ellos”, aseguró sobre su posición en relación al aborto legal, seguro y gratuito. “Ellos dijeron que yo era una asesina por pedir el aborto, y ellos qué son que mataron a mi hija y a su beba”, sentenció.

COMENTARIOS