MALA PRAXIS

“Débora no tenía ni úlcera, ni hepatitis, nada de lo que dijo la clínica: sufrió una muerte violenta”

El informe final de la autopsia confirmó que Débora Pérez Volpin sufrió una perforación instrumental en el esófago. “La verdad es triste. Pero es la verdad para que la Justicia empiece a actuar”, dijo su marido. El abogado, durísimo con el juez y la clínica Trinidad.



Luego de que trascendieran los resultados del informe final de la autopsia realizada a la periodista y legisladora Débora Pérez Volpin, su pareja y el abogado de la familia dieron una conferencia de prensa en la Legislatura. El estudio confirmó que la mujer tenía una perforación instrumental en el esófago. “La verdad es triste. Y no tiene remedio. Pero es la verdad para que la Justicia empiece a actuar”, dijo Enrique Sacco. Diego Pirota, su abogado, fue muy duro con el juez y con la clínica Trinidad. Los profesionales que participaron de la endoscopía, muy comprometidos.

“Nos sorprendió lo que pasó el 6 de diciembre y toda la familia merecía una respuesta. Débora era una mujer sana. Nos habíamos estado riendo antes de la endoscopía. Íbamos a ir a cenar esa noche y nos parecía increíble que haya ocurrido lo que ocurrió”, relató Sacco, marido de Pérez Volpin, al dar inicio a la conferencia de prensa en el Salón Montevideo de la Legislatura porteña. Contó que, tras el trágico hecho, “la única respuesta fue la incertidumbre. Nadie nos sabía decir qué pasó”.

Sacco resaltó: “No tenemos rencores, no tenemos sed de venganza, sólo queremos la verdad. Esa verdad es necesaria para que haya justicia. Que se tomen los recaudos necesarios. Que esto no le suceda a nadie nunca más. Para que un estudio que tiene un riesgo de un 4% no se transforme en un 100%. Y para que todos los ciudadanos que se sometan a una endoscopía reciban la aparatología correspondiente”.

Tras agradecer el apoyo del entorno y de la prensa, remarcó que conocer los resultados “va a permitir esta noche a toda la familia abrazarnos y tener un poco de paz. Ahora le toca al nuevo juez. Que tenga la personalidad, la sabiduría, la experiencia y el compromiso para resolver esto”.

A su turno, el abogado Diego Pirota cuestionó duramente el rol del juez Gabriel Ghirlanda, quien renunció al juzgado en el que está radicada esta causa. “Solamente el paso del tiempo va a permitir conocer el daño que el juez le hizo a la causa”, señaló el letrado.

Pero agregó: “No ha sido sólo el juez sino también la clínica Trinidad. Ese ha sido otro de los obstáculos. Cuando trataron de salir a explicar qué pasó, mintieron. Ellos saben qué fue lo que pasó para que en el cuerpo de una persona se produzca semejante desastre”.

Pirota resaltó que “Débora no tenía ni una úlcera, ni una hepatitis, nada de lo que dijo la clínica. Acá (en el informe) está la verdad. Una perforación instrumental en el esófago. La falla cardíaca tiene que ver con ese procedimiento instrumental que le causó lesiones. Cuando llegan los médicos terapistas y la cardióloga que vienen a asistir a los dos profesionales responsables de lo que pasó con Débora, ya era tarde. Desde que empezó el procedimiento, a los 10 minutos la suerte de Débora ya estaba echada. La muerte se trata de una muerte violenta”.

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