GATILLO FÁCIL

La mamá del ladrón fusilado le dejó una carta a Macri: quiere que la reciba igual que a Chocobar

Ivonne Kukoc reclama que el Presidente tenga con ella el mismo gesto que tuvo con el policía que mató a su hijo y que la reciba en Casa Rosada. “Chocobar le tiró como si fuese un animal, lo fusiló”.



Ivonne Kukoc, la madre del joven delincuente asesinado por el policía Luis Chocobar, reclamó que el presidente Mauricio Macri tenga con ella el mismo gesto que tuvo con el agente y que la reciba en Casa Rosada. Esta tarde le dejó una carta formalizando ese pedido. Y advirtió que, si no recibe respuesta, se plantará en la entrada de Casa de Gobierno.
"Me plantaré en la Rosada hasta que Macri me reciba", resaltó la mujer. Su hijo, Pablo Kukoc, fue asesinado a balazos por la espalda en el barrio de La Boca, el 8 de diciembre pasado, tras haber asaltado y herido con arma blanca a un turista estadounidense.

"Quiero que Macri me escuche, por eso voy a ir en persona a Casa Rosada y me plantaré hasta que me reciba. No quiero plata, solo quiero que me escuche y me ayude", dijo Ivonne Kukoc en diálogo con FM La Patriada, antes de ir a entregar la carta con su pedido.

Sobre Chocobar, dijo que es “una persona que tendría que cuidarnos, no pensó y empezó a tirar para fusilar a mi hijo. Fueron siete u ocho detonaciones según la investigación". La mujer señaló que su hijo “venía corriendo asustado porque Chocobar ya le venía tirando. En ningún momento agredió al policía. Es muy doloroso describir lo que pasó, me genera mucha impotencia y dolor. Chocobar le tiró como si fuese un animal, lo fusiló”.

"El Policía debería haber arrestado a mi hijo, pero en cambio lo asesinó. No es ningún héroe", remarcó, y agregó: "Le tiró para matarlo como si fuese un animal".

En tanto, en una entrevista con La Izquierda Diario, la mujer contó cómo era su hijo y por qué terminó delinquiendo. “Pablo era un chico tranquilo. Él tenía doce años cuando vino para acá, no le gustaba Buenos Aires, decía que era estar todo el tiempo encerrado. Estaba acostumbrado a vivir en el campo, con muchos espacios verdes. Nosotros somos de Salta, de un pueblo muy lejano de la capital”, relató la madre.

Contó también que su hijo quería ser jugador de fútbol: probó suerte en River (club del cual era hincha), jugó un tiempo en Huracán y vio derrumbarse su sueño cuando desde el predio donde entrenan las inferiores del club de la rivera le dijeron “no pibe, acá buscamos un arquero o uno que corra por la banda y vos sos delantero o media punta”. Luego, sufrió violencia familiar y adicción a las drogas. Fue el paso previo a la vida en situación de calle y los robos.

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