JUDICIALES

Se va un histórico juez de la Cámara Federal porteña y ya son tres las vacantes en ese tribunal

Tras más de un año con licencia médica, el camarista Horacio Cattani presentó su renuncia. Así, suman tres las vacantes en este tribunal, tras la renuncia de Gabriel Cavallo y la destitución de Eduardo Freiler.



Horacio Cattani, miembro de la Sala II de la Cámara Federal porteña, renunció a su cargo a partir del 1° de febrero, tras una licencia por enfermedad de más de un año. Así, suman tres las vacantes en este tribunal, tras la renuncia de Gabriel Cavallo y la destitución de Eduardo Freiler.

La renuncia de Cattani –de 74 años- ya fue aceptada por el Gobierno, según se publicó en el Boletín Oficial. Deja así una vacante clave, en una cámara que decide las confirmaciones de los procesamientos o prisiones preventivas en causas por corrupción.

Cattani se recibió de abogado en 1974 en la UBA y asumió como camarista federal porteño en 1987, propuesto por el ex presidente Raúl Alfonsín. Desde ese cargo, en 1998 quedó como responsable de todo lo vinculado a la "búsqueda de la verdad y destino final de las personas desaparecidas" en la última dictadura. Luego, durante el menemismo, tuvo en sus manos causas emblemáticas por corrupción.

Según consignó Clarín, el Consejo de la Magistratura le propuso al presidente Mauricio Macri una terna de candidatos a la vacante de Cavallo: integrada por al juez en lo Contencioso Administrativo Federal Esteban Furnari, seguido por Santiago Carrillo y por la magistrada en lo contencioso Liliana Heiland.

Por estos días, la Sala II está integrada por dos camaristas titulares -Martín Irurzun y Eduardo Farah-, con Cattani de licencia por razones médicas durante el último año y medio. En este lapso, cuando fue necesario un voto de desempate los camaristas recurrieron a un colega de la sala I del Tribunal de Apelaciones.

A su vez, la sala I del Tribunal, luego de la destitución de Eduardo Freiler, quedó integrada por un camarista titular, Jorge Ballestero y otro que actúa como subrogante, Leopoldo Bruglia.

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