CIUDAD

A un año sin bolsas plásticas en supermercados, bajó la contaminación pero se perdieron miles de empleos

La medida comenzó a implementarse el año pasado y ya se perdieron 700 puestos de trabajo directos, más de dos mil indirectos y millones de pesos en ganancias.

El 1 de enero del año pasado, la Ciudad prohibió la entrega de bolsas plásticas en comercios con el objetivo de reducir la contaminación y evitar que se tapen las cañerías. Este objetivo está encaminado pero para ello, se perdieron miles de puestos de trabajo y la industria perdió millones de pesos sólo en 2017.

El encargado de motorizar el cambio fue el Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño. Su titular, Eduardo Macchiavelli, señaló a Clarín que "los vecinos incorporaron la nueva propuesta de manera rápida; muchos ya usaban sus propias bolsas y los que no, creo que se sumaron pronto al cambio cultural. Entendemos que los cambios culturales se dan con el tiempo, pero muchas veces basta con una simple acción para tomar conciencia". Y aseguró que se evitó el uso de 500 millones de bolsas plásticas.

Con esta medida, se evitó la obstrucción de cañerías, sumideros y pluviales, lo que perjudicaba el desagote del agua. Además, según el ministerio, en la última limpieza que se realizó en el Arroyo Maldonado durante septiembre, prácticamente no se encontraron bolsas en los pluviales.

Sin embargo, esta nueva medida perjudicó a las empresas proveedoras de bolsas para supermercados, cuya producción cayó en un 75%. Según estimaciones de la Cámara Argentina de la Industria Plástica, Ecoplas y el Sindicato del Plástico, se perdieron 700 puestos de trabajo directos y 2400 relacionados con tareas de logística, comercialización y administración. En tanto, la pérdida económica ronda los $ 210 millones, a los que se suman otros $ 360 millones de costos laborales por despidos. 













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