EN LA REDACCIÓN

Lousteau: "Carrió expresa la "indignanza", mezcla de indignación y esperanza"

El candidato a diputado nacional manifestó que "la elección de hoy no nos conforma" porque desde Evolución aspiran a ser una fuerza que "aspira a la transformación", por lo cual "hablamos a largo plazo".

Martín Lousteau
El candidato a diputado nacional por Evolución, Martín Lousteau, manifestó, luego de haber obtenido un lejano tercer puesto en las PASO del 13 de agosto, que "la elección de hoy no nos conforma" porque "somos una fuerza que aspiramos a la transformación y para eso tenés que construir mayorías y esa sigue siendo nuestra aspiración".

En una entrevista exclusiva a Nueva Ciudad, el líder de Evolución aclaró que "cuando uno compara elecciones, hay que comparar los parámetros. La comparación nuestra, a lo que aspirábamos, era a la elección del 2015 en las generales, o de las PASO, si querés. En las PASO nuestro espacio sacó 18% y Ocaña sacó 4% y quedamos segundos. Es cierto que desde UNEN y desde ECO, dejamos dos veces al kirchnerismo en segundo lugar en la Ciudad".

Sin embargo, en 2017 la elección no fue buena para su espacio y "no nos conforma. Somos una fuerza que aspira a la transformación y para eso tenés que construir mayorías y esa sigue siendo nuestra aspiración. Sabemos que es un camino largo, hablamos siempre a largo plazo y nos autoimponemos la disciplina a largo plazo a nosotros mismos".

En este contexto, atribuyó los pocos votos al espacio que lidera porque "hay un contexto de fanatismo muy importante. La sociedad se polariza y las opciones intermedias, cuando alguien está enojado con el otro, son difíciles de escuchar".

En relación a su ex aliada, hoy candidata por el oficialismo, Elisa Carrió, Lousteau analizó que es "un resultado de la "indignanza", que es una mezcla de indignación y esperanza. Indignación por el pasado, por los bolsos de López, De Vido, Jaime, el autoritarismo, el abuso y hay una parte de esperanza. Para nosotros, lo relevante es que esa esperanza tenga bases concretas y eso tiene que ver con qué discutimos en la Argentina. Tenemos mucho por discutir y la forma de discusión concreta, no de los grandes títulos porque todos queremos bajar la pobreza, queremos mejor educación, la pregunta es cómo llegamos. Y ahí nosotros somos una fuerza muy propositiva que tiene un diagnóstico y quiere contribuir a esa discusión".

En este marco, el candidato remarcó que Evollución "no comulga con el pasado. Nadie puede acusar a Débora Pérez Volpin o a Alvaro de Lamadrid o a Carla Carrizo de ser kirchneristas. Pero al mismo tiempo, no somos obsecuentes, tenemos una independencia de criterio y la mejor contribución que podemos hacer no es "lo hacemos porque otros lo hacían" sino que hay cosas para discutir para construiri un futuro distino. Ellos tendrán otro orden de prioridades, es válido pero es decisión de ellos".

Lousteau también analizó los principales conflictos que atraviesa la Ciudad en la actualidad, como la toma de escuelas secundarias en rechazo a la reforma educativa que impulsa el Gobierno porteño. Al respecto, manifestó que esta reforma "no se puede imponer. Tiene que ver con un consenso de todos los actores del sistema educativo, tiene que ver con una discusión muy profunda. Me parece que a este proyecto le falta esa etapa de hacia dónde estamos caminando y por qué. El modo de imponer una reforma sin discusión genera una reacción de llamar la atención de una forma muy potente que, para nosotros, no es la mejor, de cómo sentar a todos en la mesa. El tema es que si vos empezás así, sentar a todos en la misma mesa es muy difícil".

Finalmente, se refirió a uno de los temas que está en agenda, el de las fuerzas de seguridad y su accionar frente a las manifestaciones. Luego de la represión vivida durante la marcha que exigió la aparición con vida de Santiago Maldonado, o los manteros de Once, por ejemplo, Lousteau analizó que "una cosa es una manifestación o protesta, una forma válida, legítima de manifestar un problema que el Estado no resolvió a tiempo, y otra cosa es que una manifestación se transforme en violenta. Un piquete, cuando tiene un objetivo de destruir, se tiene que actuar de manera distinta. No con la virulencia con que se ha visto en algunas manifestaciones recientes. Pero así como lo hemos visto en la Ciudad, tampoco nos parece que se pueda permitir que alguien en una protesta, en una fábrica que cierra, tire un adoquín y le rompa una pierna a un miembro de la Fuerza de Seguridad. Hay una escalada de modos de interacción entre nosotros que son violentos y es obligación del Estado reducirlos".




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