CIUDAD

Sacaron la última mole de las partes de la vieja autopista porteña

Comenzó la obra para desmontar el tramo de la 25 de Mayo que mantenía los vestigios de la Autopista Ribereña.

Como parte del proyecto del Paseo del Bajo, comenzó la obra para desmontar el tramo de la 25 de Mayo que mantenía los vestigios de la Autopista Ribereña que en los años 70 imaginó el intendente de facto Osvaldo Cacciatore.

Esa rampa enlazaría la 25 de Mayo con la Illia y por eso se decidió su demolición: el proyecto del Paseo del Bajo correrá bajo el nivel del suelo, en trinchera.

La rampa de 60 metros se cortó en tres tramos, según informó hoy el diario Clarín. Cada uno, con más de 200 toneladas. Y para manipular los tres tramos y bajarlos al nivel del suelo se utilizó una de las grúas más grandes del país.

En Retiro sobreviven tres pilotes de esa Autopista Ribereña que nunca fue: uno se transformó en instalación artística-religiosa. Fue recubierta con listones de madera y representa una cruz Tau, ubicada justo en medio de ambas manos de la Illia.

Las otras dos también serán intervenidas; según la Ciudad, se consultará a los vecinos de las villas 31 y 31 Bis para que decidan el tipo de intervención.

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