SOLEDAD ACUÑA, MINISTRA DE EDUCACIÓN

“Todos los días entran policías a las escuelas”

La funcionara PRO defiende la presencia de uniformados y cuestiona el proyecto presentado por el Frente para la Victoria. Señala que está trabajando en la creación de vacantes y que no existen escuelas sin gas. Sobre Lousteau, sostiene que “le dijo que no al presidente”.

Werner Pertot
Foto: Eliana Waiser
Radiante, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, muestra la maqueta de lo que será la futura sede del ministerio en la villa 31. Algo para lo que faltan no menos de dos años. La estructura del futuro edificio está en la entrada de su despacho, para que todos la vean al pasar. En su oficina, mientras bebe de su taza de Starbucks, de fondo, en la pared de su despacho resplandece una frase del pedagogo marxista Paulo Freire: “Desconfiaré de quienes me digan, en voz baja y precavidos: es peligroso hacer. Es peligroso hablar. Es peligroso andar”. Los sindicalistas que se le quejaron en los primeros días de su gestión por el uso de esa cita ya deben estar habituados a esta altura a verla en la pared de su despacho. Sobre todo este año, cuando tuvieron conflictos con el Gobierno macrista como pocas veces antes.

-¿Cómo piensan resolver lo que es la paritaria docente en la Ciudad?

-Nosotros avanzamos con la propuesta original y ya la venimos aplicando: era un 10% en el mes de marzo, que representó un 14% para los salarios más bajos. Hay un segundo tramo, que es el 9,75% restante que se aplica a partir de agosto, y en el medio está la cláusula que permite ajustar si la inflación supera el 18%. Con lo cual a partir de esta cláusula lo que decimos es que esto es un piso. Es sobre la base de un parámetro que los sindicatos reconocen como válido, que es el IPC de la Ciudad de Buenos Aires.

Uno siempre quiere pagar mejor y tener salarios más altos para los docentes, porque estamos convencidos de que son la profesión que determina el progreso de una sociedad.



-Medida por ese indicador, la inflación ya llegó a la mitad de ese porcentaje: 9,1% acumulado.

-El primer trimestre, sí. Pero es estacional. Nosotros creemos que va a tender al descenso. Uno siempre quiere pagar mejor y tener salarios más altos para los docentes, porque estamos convencidos de que son la profesión que determina el progreso de una sociedad. Pero hoy estamos garantizando un salario en mano, de bolsillo, para un joven recién recibido, de 26 mil pesos. Una jornada completa que es la jornada de trabajo habitual de cualquier trabajador formal de la Argentina. Y pasa a ser 27.300 en agosto con el segundo tramo de los aumentos.

-Habían mantenido seis años ininterrumpidos con un comienzo de clases donde llegaban a un consenso con los gremios. ¿Qué pasó esta vez?

-Hubo seis años consecutivos de comienzos de las clases en término. Pero sí hubo paros docentes. Y hubo paros hechos a la administración de la Ciudad y paros nacionales. Cuando Cristina dijo que los docentes eran vagos, los docentes de la Capital hicieron paro. Este año lo que pasó es que hubo diez días de paro. Fueron los días convocados por las organizaciones sindicales nacionales. Y fueron por motivos nacionales. No hubo paros convocados por motivos locales. Todos los paros, si mirás para atrás todas las declaraciones de los sindicatos, fueron por la paritaria nacional. Lo que pasó es que es un paro de organizaciones sindicales nacionales en un año electoral.

- ¿En qué estado está la infraestructura en las escuelas?

-Nosotros sabemos que siempre hay cosas por hacer. Pero venimos de recibir una ciudad que tenía escuelas sin gas. Y hoy estamos hablando de conectividad con fibra óptica en las escuelas. Entonces, hemos hecho un montón. Se ha invertido un montón de plata en infraestructura escolar. Tenemos la mitad de los edificios con más de cien años, con lo cual el mantenimiento siempre es un tema complejo. Las soluciones no son rápidas ni son permanentes. Como en una casa, las cosas se van rompiendo. Pero hemos avanzado muchísimo y vamos a seguir avanzando. Este año tenemos un presupuesto de más de 1.300 millones de pesos para infraestructura y mantenimiento. Y ya llevamos un nivel de ejecución superior al 50% en lo que es mantenimiento. Ya llevamos más de 70 multas aplicadas a las empresas. Y hasta hemos dado de baja una empresa por no cumplir con el nivel de satisfacción que nosotros considerábamos necesario. Hemos puesto en la web a disposición un mapa interactivo con todas las obras, escuela por escuela.

-Los estudiantes del Avellaneda intervinieron un video suyo sobre ese mapa y dicen que ellos no aparecen.

-En el caso del Avellaneda hay muchas situaciones de vandalismo. El propio video de los chicos lo demuestra. Muchas de las paredes que muestran están vandalizadas. Sí hay una deuda de equipamiento con todas las escuelas, no solamente con el Avellaneda. Sobre todo con escuelas secundarias. Por eso este año vamos a reemplazar todo el equipamiento de los primeros y segundos años de todas las escuelas secundarias. Y con respecto al Avellaneda, es verdad que no entró en el plan de obras del verano, lo que no quiere decir que no se hagan cosas. Y es una de las escuelas, como otras, a las que les falta realizar obras pero está dentro del plan de trabajo y en el invierno van a tener una intervención.

Un planteo que vengo haciendo desde que asumí como ministra es que faltan maestros y faltan profesores. No es que hay un montón de maestros y nosotros no los estamos tomando.



-¿Qué pasa con la calefacción en las escuelas? ¿Hay 45 sin calefacción?

-No. Nosotros hoy no tenemos escuelas sin gas. Durante el verano se hizo la prueba en todas las escuelas de todas las calderas y se fueron solucionando los problemas que había. Tenemos 730 edificios escolares con triple turno de utilización, o sea que es una utilización intensiva. Lo que puede pasar es que en algunas haya alguna falla, pero está la empresa de mantenimiento a disposición permanente.

-¿Entonces, no hay 45 escuelas sin gas?

-Puede haber fallas, pero que se solucionan en el momento. Las estructurales las tuvimos en el verano cuando revisamos las calderas. Me refiero a cuando hay que reemplazar la caldera o tubería.

-En la escuela Homero Manzi de Pompeya distintos sindicatos y legisladores denunciaron que no hubo clases durante dos semanas.

-Ahí tuvimos una situación de infraestructura donde hay una obra grande que se está haciendo. Empezó la obra grande en el verano. Hubo un accidente dentro de la obra. La Justicia lo está investigando porque no se sabe si era un trabajador o el hermano de un trabajador que fue a buscarlo y entró sin permiso. Está la Justicia investigando. Entonces estuvo la obra frenada por ese motivo. Ahí lo que hay es, como pasa en muchas escuelas, la convivencia necesaria entre una obra grande que es requerida hace mucho y la cursada permanente. Puedo nombrar un montón de escuelas que están pasando por esa situación: el Lengüitas, la Técnica General San Martín que está en avenida Libertador. Tienen obras enormes que generan inconvenientes: ruidos, cableado, polvo. Ahora, las dos cosas tienen que convivir: la obra y los chicos en la cursada. Porque si no hay obras que no se pueden hacer. Acá lo que no hay, en esta escuela en particular, es tolerancia a la situación de esa convivencia. Hay una politización de la situación: los sindicatos metieron la cola, algunos partidos y legisladores metieron la cola. Y donde plantean situaciones diría terminantes que impiden un diálogo.

Foto: Eliana Waiser


Soledad Acuña nació en Río Colorado, en el valle de Río Negro. Vivió su niñez y adolescencia en Bariloche, donde todavía están sus padres. La primaria la empezó en la escuela Pública 61, pero por los distintos paros durante el gobierno de Raúl Alfonsín, sus padres consideraron que estaba perdiendo muchos días de clase y la cambiaron de colegio. La inscribieron en una escuela experimental, manejada por una cooperativa de padres, donde había un enfoque en artes y de pegadogía alternativa: tenían un sistema autoevaluación en el que participaban los docentes y los estudiantes. “Era bastante progre”, recuerda. Salían al bosque a hacer trabajos prácticos e investigaciones para biología. “Estudiamos mucho el arrayán”, se ríe. El secundario, en cambio, lo hizo en un colegio privado alemán. Su madre era docente allí y, por eso, Acuña tenía beca. Luego, estudió en la Universidad de Buenos Aires y se recibió de licenciada en Ciencias Políticas.

-UTE-CTERA tienen un planteo de que no se cumplen las suplencias y se pierden más de mil horas cátedra por semana…

-No es un planteo de UTE, es un planteo que vengo haciendo desde que asumí como ministra: que faltan maestros y faltan profesores. Es uno de los problemas más importantes. Nosotros venimos trabajando en un plan desde el año pasado para un programa de incentivo para que se reciban en menos tiempo. Otra línea de trabajo que tenemos para tener más maestros tiene que ver con que armamos un programa que se llama ‘elegí enseñar’, para que los chicos de secundario despierten su vocación docente. Porque el problema es que los jóvenes no eligen la carrera. No es que hay un montón de maestros y nosotros no los estamos tomando. Yo los tomaría a todos, pero no hay suficientes.

Todos los que viven en la ciudad o vienen a la ciudad y quieren mandar a sus hijos a la escuela pública en la edad obligatoria –que hoy es desde los cuatro años- tienen una vacante garantizada.



-Con respecto a las vacantes, le pusieron una multa por no responder a la orden judicial de Elena Liberatori...

-Nosotros tenemos una mesa en el ámbito de la Justicia que está funcionando hace por lo menos seis años. Está la Justicia, está ACIJ, estamos nosotros y vamos presentando toda la información de seguimiento que la mesa nos va pidiendo en términos de las construcciones que se están haciendo, las vacantes que se van abriendo y los déficits que pueda seguir existiendo. En esa mesa tenemos todo presentado, estamos al día. Esa mesa surge del consenso a partir de una resolución del Tribunal Superior de Justicia. La multa de Liberatori fue por un trámite administrativo que se traspapeló, pero al otro día estaba la respuesta. No es nada grave. Aclaro, igual, que estamos orgullosos porque seguimos garantizando la educación obligatoria para todos los que eligen la educación pública como opción. Todos los que viven en la ciudad o vienen a la ciudad y quieren mandar a sus hijos a la escuela pública en la edad obligatoria –que hoy es desde los cuatro años- tienen una vacante garantizada. Y el 80% dentro de las dos primeras opciones. No es que lo mandamos a cualquier lado. Y cubrimos de los que eligen la escuela pública para sala de tres, el 70%.

-¿Cuál es el déficit hoy?

-Maternal: o sea, los bebés.

-¿Pero qué cantidad? ¿Hay una cifra?

-No… El año pasado debe haber cerrado en el promedio histórico, entre seis mil y siete mil de sala de tres para abajo. Claramente hoy el desafío más grande es la sala maternal. De todas formas desde que empezamos a trabajar en la ciudad, hace diez años, todos los años se abrieron vacantes nuevas en la ciudad. No es que no hubo política al respecto. Todos los años se generaron vacantes. Cuando asumimos en la ciudad en 2007, que estaba (Alberto) Sileoni como ministro de la Ciudad y después fue nacional, no estaba garantizada la cobertura de vacantes de sala de cinco, que era lo obligatorio en ese momento.

Desde que empezamos a trabajar en la ciudad, hace diez años, todos los años se abrieron vacantes nuevas en la ciudad.



-¿Qué acciones tomó el Ministerio a partir de la entrada de un policía armado al colegio Mariano Acosta?

-Es inentendible. Los policías siempre están armados. Los policías, aún cuando salen de su horario de trabajo, están armados. Es su obligación. Es el estado policial. Todos los días entran policías a las escuelas. ¿Por qué? Cuando hay un caso de un chico desaparecido, cuando hay una situación de violencia doméstica. Los policías son asistentes judiciales: van a la escuela a pedir información, a buscar un legajo, a ver cómo contactar a un chico. Todos los días. Este caso en particular, en el Mariano Acosta, fue dramatizado y politizado con intencionalidad. Lo mismo que el proyecto de ley que presentaron en la Legislatura. Lo único que genera es la división entre nosotros como ciudadanos, para mirar a la policía como si fueran el enemigo. Cuando en realidad la policía está al servicio, para cuidarnos. La actitud que tomaron y lo que está haciendo el Frente para la Victoria con ese proyecto de ley lo único que crea es mayores distancias entre los ciudadanos y las fuerzas de seguridad. Lamento que los legisladores del FpV hayan querido hacer política con esto.

-¿La directora de la escuela fue separada a raíz de esto?

-De ninguna manera. Hace cinco años está en condiciones de jubilarse. Estaba en un proceso jubilatorio. Ella había pedido permanencia, después retiró la permanencia. Es todo lo que corresponde por ley.

-¿Y ocurrió justo en este momento?

-No, ocurrió en diciembre del año pasado. No tiene nada que ver con esto.

-Ella dijo que la llamaron específicamente ese día…

-Es mentira. Desmiento absolutamente los dichos de la directora del Mariano Acosta. Además lamento que haya tenido esa actitud con respecto a todo este proceso. 

- ¿Cómo lo vienen repensando el Plan Sarmiento? ¿Qué tipo de herramienta digital van a recibir a partir de ahora los estudiantes?

-Nuestro compromiso es que todos los jardines de sala de cinco van a tener un atelier digital, para que los chicos comiencen a descubrir lo que es la tecnología de forma más temprana. De acá a fin de año las escuelas van a estar conectadas con fibra óptica, que es la forma más rápida de conexión, y van a tener Wi Fi dentro de la escuela. Vamos a reemplazar todos los dispositivos: por netbooks a partir del segundo ciclo y por tablets en el primer ciclo. Está focalizado en que los chicos aprendan más y que los docentes puedan enseñar mejor. Vamos a desarrollar una plataforma donde se va a poder avanzar en inglés y en matemática. También vamos a tener una plataforma que nos va a permitir mandarles mensajes a las familias más rápido y tener el presentismo on line.

-¿Cuándo se va a mudar el ministerio de Educación a la Villa 31?

-Está previsto para mediados de 2019, que se terminará la obra del barrio 31. Vamos a concentrar todos los edificios que están dispersos del ministerio y vamos a construir el primer polo educativo, que incluye un jardín, una primaria y un centro educativo de adultos. Va a convivir con la escuela banderitas, que está en muy mal estado: vamos a tirar abajo y hacerla de vuelta.

Foto: Eliana Waiser


Acuña es una de las originals: está desde la fundación del macrismo. Comenzó a trabajar con Horacio Rodríguez Larreta en 1997 y lo siguió en sus distintos cargos en el INAP, el PAMI y en el Instituto de Previsión Social bonaerense. Como parte del Grupo Sophia, que conducía Larreta, se sumó a la Fundación Creer y Crecer, en donde trabajó en los planes de gobierno para la jefatura de Gobierno de Macri. Fue candidata a legisladora en 2003: Macri no ganó pero ella pasó a ser parte de la primera camada de macristas, muchos de ellos jóvenes, que entraron a la Legislatura. En esa época había una interna entre los peronistas más experimentados (a los que se llamaba Grupo Nogaró) y los jóvenes recién llegados, a los que se apodaba “Festilindo”. Acuña era de los festilindos, junto con Marcos Peña, Gabriela Michetti y Paula Bertol. En 2012, Acuña fue viceministra de Desarrollo Social de María Eugenia Vidal. Luego fue subsecretaria de equidad educativa, desde donde debió enfrentar un conflicto con las orquestas infantiles. Estuvo en pareja con el entonces jefe del bloque kirchnerista Diego Kravetz, con el que tiene un hijo. El año pasado ella repudió públicamente un escrache en la escuela de su hijo.

-¿Se siente cómoda con Elisa Carrió como candidata en la Ciudad?

-Primero, es una mujer. Que sea una mujer la candidata me llena de satisfacción y orgullo. A Lilita la conozco desde hace muchísimos años y representa los valores del partido. Yo tengo un carácter fuerte al igual que ella, así que me siento representada.

-¿No hubieran preferido a alguien más del PRO, como Diego Santilli?

-Diego es un excelente vicejefe y complementa a Horacio en el trabajo de la Ciudad todos los días. Hubiera sido una pérdida para nosotros que Diego se vaya.

Nosotros somos un equipo. Yo no elijo a dónde ir. El equipo define donde es que yo puedo aportar más. Y Martín, al que le tengo un aprecio muy grande, decidió decirle que no al presidente.



-¿Por qué no fueron a una interna con Martín Lousteau?

-Porque él se fue de Cambiemos.

-Se fue de la embajada…

-Se fue de la embajada y le dijo que no al presidente. Es lo mismo. Cuando uno como proyecto político se suma a una mirada colectiva y se suma a un objetivo que es superador de lo individual los tiempos y los lugares los va determinando el proyecto colectivo. Nosotros somos un equipo. Yo no elijo a dónde ir. El equipo define donde es que yo puedo aportar más. Y Martín, al que le tengo un aprecio muy grande, decidió decirle que no al presidente y en un momento en el que el presidente le pidió que estuviera y en donde necesitábamos un trabajo fuerte.

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