LOUSTEAU CANDIDATO PORTEÑO

Hacerse los rulos

El líder de ECO pateó el tablero político porteño al renunciar a la embajada de Estados Unidos. En el PRO se preparan para enfrentarlo. Carrió jugará un rol central en las definiciones que vienen.

Werner Pertot
La renuncia de Martín Lousteau a la embajada de los Estados Unidos cayó cual tsunami de agua fría en la Casa Rosada, pero especialmente en la jefatura de Gobierno porteña. Si bien todos sabían que era una posibilidad que el líder de ECO los enfrentara en estas elecciones legislativas, todavía primaba la esperanza de convencerlo a él y a los radicales que lo sustentan de que aceptaran bajarse a cambio de algunos cargos y lugares en las listas. No ocurrió. Y ahora empieza un juego de ajedrez donde todavía falta mover muchas fichas. Por caso, Elisa Carrió todavía no dijo si será o no candidata en la Capital. Si antes Horacio Rodríguez Larreta le pedía que lo considerara, ahora cabe la posibilidad de que el jefe de Gobiernos vaya en una peregrinación de rodillas hasta Exaltación de la Cruz, donde reside la líder de la Coalición Cívica.

Las reacciones en el sistema político fueron todas negativas: "Allá él si quiere presentarse", lanzó Larreta. “La principal preocupación de los vecinos es la seguridad y no las elecciones”, le enrostró Diego Santilli. “Ya nos tiene acostumbrados a sus pasos fugaces por distintos gobiernos. Más que renunciar tiene que dar explicaciones sobre su rol en el intento de compra de armas”, le descerrajó Mariano Recalde, desde el Frente para la Victoria.

La renuncia de Martín Lousteau a la embajada de los Estados Unidos cayó cual tsunami de agua fría en la Casa Rosada, pero especialmente en la jefatura de Gobierno porteña.

 

Quizás lo que más hizo enojar a los macristas es que Lousteau no le adelantó la decisión a nadie. Y cuando decimos a nadie, es literal: los dirigentes de su espacio, los de Carrió –entre los que está Fernando Sánchez, al que Lousteau anunció como su compañero de fórmula en 2019-, los radicales; todos se enteraron por los medios. Lousteau prácticamente aterrizó en Buenos Aires y le plantó la renuncia a Macri. Más tarde, en la semana que pasó, tuvo un encuentro con 12 de sus dirigentes de más confianza. Allí les dijo que estaba sorprendido por la reacción furibunda del PRO, dado que él les había aclarado que no tenía intenciones de renunciar a su candidatura en la Ciudad y que nunca le habilitaron la interna en un hipotético Cambiemos porteño.

Uno de los participantes del Encuentro lo justificó ante Nueva Ciudad: “Martín más gestos de los que ya dio no puede dar. Los tiempos existen en política”. Otro de los asistentes señaló al diario La Nación que Lousteau se mostró preocupado por lo que vendrá: "Vengo a la guerra, quiero que lo sepan. Ahora más que nunca tenemos que estar unidos", fueron sus palabras. "Van a decir que tomé una decisión individual. Pero siempre dije que quiero ser jefe de gobierno en 2019", les indicó. Lo escuchaban los dos legisladores socialistas, los seis de ECO, el presidente del Consejo Económico y Social, Federico Saravia, y el primo de Lousteau (y operador político) Guillermo Laje.

"Van a decir que tomé una decisión individual. Pero siempre dije que quiero ser jefe de gobierno en 2019", indicó Lousteau.



Uno de sus contertulios dejó en claro que si no hay acuerdo con el PRO para ir a internas la voluntad de Lousteau es enfrentarlos este año: Ninguno de nosotros quiere ser del PRO. Tenemos la voluntad de consolidar nuestro proyecto para 2019. No había más tiempo. Ya está el cronograma electoral y que no exista Cambiemos porteño es una decisión del PRO. Cambiemos es cambiar. ¿El presupuesto porteño cambió? No. ¿Se ven cambios de prioridades en educación y salud? No”, dijo, y de paso, mostró la tónica que tendrá la campaña.

Cuando terminaron de hacerse los rulos, los macristas comenzaron a activar todos los mecanismos de defensa. Tanto Marcos Peña como Larreta tienen decidido hoy no habilitarle a Lousteau una interna y enfrentarlo con todo. Puede que tengan que revisar esas premisas si no consiguen lo que se proponen: que Carrió sea la candidata que lo enfrente. Está claro que Lilita jugará para Larreta, pero no es tan seguro que quiera ser candidata en la Ciudad de Buenos Aires y no en la provincia. De hecho, no está claro que vaya a ser candidata: viene aduciendo problemas de salud. Podría ir en su lugar Mariana Zuvic, pero está claro que no es lo mismo que una Carrió enfrentando a Lousteau. La líder de la CC no es una persona que permita que la presionen: ya avisó que la decisión la tomará después de Semana Santa y que lo hará con Macri (léase: no con Larreta).

Las otras opciones que tiene el macrismo deberán pasar la prueba de ácido frente a Lousteau, un candidato que estuvo a 1,5 puntos de arrebatarles la Ciudad en el ballotage de 2015. Los dos nombres que se mencionan son el del ex ministro de Economía Alfonso Prat-Gay (quien, curiosamente, también suena como reemplazante de Lousteau en la embajada) y el vicejefe Diego Santilli. Este último tiene menos ganas de lanzarse a esa contienda que de tirarse desnudo en un nido de serpientes. Pero puede que un pedido de Macri lo obligue a aceptar y a seguir el camino de Gabriela Michetti, quien debió renunciar a la vicejefatura de Gobierno también por pedido del líder del PRO.

Está claro que Lilita jugará para Larreta, pero no es tan seguro que quiera ser candidata en la Ciudad de Buenos Aires y no en la provincia. La decisión la tomará después de Semana Santa y que lo hará con Macri (léase: no con Larreta).



Desde ECO se dibujan algunas sonrisas a la hora de pensar en una elección sin Carrió. “El PRO hace diez años que gobierna la Ciudad y no tiene candidato. Raro, ¿no?”, se divierte uno de los adláteres de Lousteau, que también opina que no hay motivos programáticos que impidan a Carrió jugar con ECO y no con Larreta. “Tenemos muchísimas coincidencias con la CC-ARI. Deberían estar con nosotros”, insisten, en plan de seducción.

Una encuesta encargada por Lousteau a Analogías y difundida por el diario Clarín deja algunas claves de por qué tomó la decisión, pero también delinea cómo será el discurso del candidato de ECO. La encuesta indica que tiene un 56% de imagen positiva y un 90% de conocimiento, algo que Macri ayudó a mejorar al darle un cargo de alto perfil en lugar de dejar que se perdiera en la multitud de diputados. Una estrategia que el PRO pensó, en su momento, que lo desactivaba como candidato. Ya vemos cómo funcionó eso. La encuesta dice que Lousteau tiene “su fortaleza en la zona norte, entre las mujeres y las personas mayores de 56 años y aquellas con estudios universitarios completos”. Y agrega un dato importante más: de los que lo apoyan a Lousteau, más de la mitad (50,5%) respalda a Macri, lo que explica sus intentos de no despegarse de forma completa del Presidente. Solo el 15% de sus votantes es opositor a Macri. Lo cierto es que la llegada de Lousteau obligará a todos los jugadores a acelerar sus movidas y a ordenar sus fichas. El juego recién acaba de comenzar.

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