• 23.02.2017

A 200 AÑOS DE LA EPOPEYA

"El cruce de los Andes", una muestra homenaje

La exhibición tendrá lugar en el Museo Histórico Nacional, al cumplirse 200 años de la epopeya sudamericana realizada por el Ejército Sanmartiniano. Se exhibirá el sable corvo del general.



La muestra "El cruce de los Andes", que reúne pinturas, condecoraciones y vestimenta de militares que participaron en las luchas por la independencia, se expone en el Museo Histórico Nacional al cumplirse 200 años de aquella epopeya sudamericana realizada por el Ejército Sanmartiniano.

El Museo, ubicado en Defensa 1600 de la ciudad de Buenos Aires, detrás de Parque Lezama, recuerda esa gesta libertaria con una recordada frase de San Martín que dice: "La guerra se la tenemos que hacer del modo que podamos, si no tenemos dinero, carne y un pedazo de tabaco no nos han de faltar... Seamos libres, que lo demás no importa nada".

La exhibición, que también alberga el sable corvo de San Martín, se inicia con un imponente retrato de Juan Gregorio de Las Heras, militar que tuvo un rol protagónico en la gesta comandada por San Martín para expulsar a los realistas del territorio americano, y que para lograrlo creó el Ejército de los Andes.

Fue allí que Las Heras destacó cuando San Martín le delegó la formación de un cuerpo de infantería, y tuvo otra acción destacada al participar en febrero de 1817 en la batalla de Chacabuco, fundamental para asegurar la victoria. En la pintura, realizada en óleo sobre tela con fondo neutro, aparece la imagen de Las Heras, en tres cuartos de su cuerpo con vestimenta militar, retratado por el artista mulato de nacionalidad peruana José Gil de Castro.

"El artista, conocido como el retratista de los guerreros de la independencia, aplicaba una matriz general a los retratos y así nos quedaron las fisonomía de los hombres que protagonizaron la campaña sanmartiniana", explicó a Télam el historiador del Área de Investigación del Museo, Miguel Ruffo.

Gil de Castro, nacido en Lima en 1785, que también retrató al general San Martín, Simón Bolívar y Bernardo O'Higgins, comenzó a formarse haciendo retratos de personajes de la aristocracia peruana, y luego continuó su especialización en la escuela retratista cusqueña. Vivió en Perú desde 1805, luego pasó a la Argentina y se alistó en el Ejército Libertador, con el que volvió a Chile en 1814.

En el país trasandino, el artista fue nombrado cartógrafo, topógrafo y capitán del Cuerpo de Ingenieros, cosmógrafo y proto-autografista del director supremo Bernardo O'Higgins, y se le concedió ser miembro de la Legión del Mérito.

La exhibición "El cruce de los Andes" -contigua a la muestra de objetos que pertenecieron de San Martín, como la casaca, el catre y el gorro bicornio- contiene también un largo poncho que perteneció a Las Heras, destinado a morigerar las bajas temperaturas cordilleranas; hecho de algodón y lana, color beige y guardas en negro y rojo, con escote de seda y rodeado de pequeños flecos marrones.

Además, se podrán ver las medallas y condecoraciones recibidas por los jefes, oficiales y soldados del Ejército Sanmartiniano en las campañas libertadoras. "Estas reliquias militares fueron donadas al Museo por descendientes de los guerreros de la Independencia", cuenta Ruffo. A estas distinciones se agrega un cordón realizado con hilos metálicos que fue entregado a Ángel Pacheco, general del Ejército de los Andes, por la Batalla de Maipú.

La muestra continúa con una reproducción ploteada de la pintura en blanco y negro de "El ejército de los Andes saliendo del campamento de Plumerillo", de 1901, realizada por José Bouchet, un pintor nacido en Pontevedra, España, que llegó al país cuando era niño y realizó obras de ilustración histórica en el Río de la Plata.

El cuadro original, que pertenece al Museo Nacional, fue cedido en préstamo este año al Museo de Bellas Artes de San Juan, que también tiene previsto organizar una exposición en conmemoración de esta histórica fecha, adelantó Ruffo.

Esta pintura se relaciona también con el brigadier Las Heras, ya que cuando él partía desde el campamento de El Plumerillo, Mendoza, junto a la columna que comandaba, la gente salía a la calle a ofrecer mantas y ponchos para que sirvieran de abrigo a los soldados.

Una banderola usada por el Ejército de los Andes, en 1817, realizada con terciopelo de seda color rojo con flecos de hilo metálico, también integra la exhibición. Este objeto, que ofició de guía del Ejército, tiene forma rectangular y lleva en el centro el escudo nacional, aprobado por la Asamblea del año XIII.  

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