NEGOCIOS MACRISTAS

Macri y la Ciudad

Para cualquiera que haya vivido en la Argentina de los 80 y los 90, estaba claro que “Mauricio” no era solo el hijo de uno de los empresarios más cuestionados de la época sino un elemento central del grupo empresario.

Matias Barroetaveña
Cuando Néstor Kirchner pronunció la recordada frase “Mauricio es Macri”, hacía referencia a un dato obvio de la realidad. Para cualquiera que haya vivido en la Argentina de los 80 y los 90 estaba claro que “Mauricio” no era solo el hijo de uno de los empresarios más cuestionados de la época sino un elemento central del grupo empresario.

La salida de la Dictadura encontraba a ese grupo con un importante crecimiento en cantidad de empresas y en importantes contratos de grandes obras públicas (represas, y puentes internacionales entre otras). En la Ciudad se hizo del manejo del principal contrato, el de higiene urbana. Como en el Correo, ese contrato terminó en un litigio en el que un tribunal arbitral condenó a la Ciudad a pagar 56 millones de dólares al grupo. Manliba no era el único vinculo del grupo con la Ciudad, rápidamente comenzó una presencia que se extiende hasta la fecha. Una historia en la que aparece hasta un incendio del edificio de la ex Municipalidad donde se “perdieron” importantes expedientes, la metodología Iron Mountain tiene sus antecedentes.

La estatización de la deuda privada de este y otros grupos empresarios en el 82 y el vaciamiento del Banco de Italia y del Río de la Plata (con numerosas sucursales y clientes damnificados en la ciudad) fueron claras apropiaciones de dineros por este grupo empresario que viviría sus mayores complicaciones judiciales con las famosas “cloacas de Rousselot” y el contrabando de autopartes vía Uruguay para cobrar reintegros de exportaciones por parte de Sevel, la empresa automotriz del grupo. Caso que se llevaría puesta a parte de la Corte Suprema de Justicia en un juicio político.

Para cualquiera que haya vivido en la Argentina de los 80 y los 90, estaba claro que “Mauricio” no era solo el hijo de uno de los empresarios más cuestionados de la época sino un elemento central del grupo empresario.



El caso ITRON durante el gobierno de Fernando De la Rúa se convirtió en un negocio perfecto al ampliarse por decreto y post licitación las zonas de foto/multa cambiando de forma sideral la ecuación económica con que habían competido.

El primo Ángelo Calcaterra sería figurita repetida en contrataciones de la Ciudad hasta la aparición de Nicolás Caputo y la UTE SES que le permite a Macri decir ante un inmutable periodista que su amigo e integrante de la mesa chica de Cambiemos no participa de contratos con la ciudad, pese a la innegable realidad. SES S.A., participó y ganó licitaciones por 1400 millones de pesos durante el gobierno de Macri y Caputo S.A. controla el 50 por ciento de SES S.A. y comparten el mismo presidente. Entre otros, el millonario contrato de mantenimiento de infraestructura hospitalaria que lejos está de brindar un servicio satisfactorio como lo puede observar cualquier paciente.

La privatización del Correo en la que las indemnizaciones a los trabajadores que despedían eran pasadas como supuestas inversiones, fue una de las peores de la época. Como sabemos terminó con su estatización por falta de pago del canon y la bochornosa negociación de estos días con las mismas personas de los dos lados del mostrador

Su paso por uno de los más importantes clubes de la ciudad (Boca Juniors) también tuvo consecuencias judiciales, a las que se sumó una de las mayores escenas de violencia sucedidas en los estadios locales cuando empleados del club dejaron pasar, de una tribuna a la otra, a la barra brava para que agrediera brutalmente a hinchas de Chacarita. La violencia alcanzaría niveles con pocos antecedentes en democracia con la represión al Borda que incluyó médicos, legisladores y periodistas de todos los colores políticos.

La reflexión que debemos hacer es ¿cómo se ha logrado construir un “Mauricio” alejado de todo esto y cómo eso ha sucedido ante nuestros ojos en la Ciudad de Buenos Aires?



Ya en la gestión la causa por las escuchas ilegales, de la que llamativamente zafó en su primera semana como Presidente, muestran preocupantes vínculos con sectores cuestionados de la Policía. También en la Ciudad fueron llamativos los desprolijos manejos con la pauta publicitaria, que sólo la infernal protección mediática de la campaña evitó que escalara para convertirse en un gran escándalo

El paso de Macri por la Ciudad también dejó cuentas sin pagar, cuadruplicó en dólares la deuda pública anticipando el festival de deuda a partir del pago a los fondos buitres.

Hoy, ya Presidente, los Panamá Papers y la causa Arribas son sólo el comienzo de la visibilización de hechos evidentes: los CEO que forman parte del Gobierno no han dejado de serlo para “sacrificarse por la Patria”, como les gusta decir. Sino para multiplicar los negocios, perseguir competidores, cobrar comisiones por el endeudamiento y destruir las empresas del Estado como YPF y Aerolíneas para servirle en bandeja esos mercados a empresas vinculadas.

La reflexión que debemos hacer es ¿cómo se ha logrado construir un “Mauricio” alejado de todo esto y cómo eso ha sucedido ante nuestros ojos en la Ciudad de Buenos Aires?

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