OPINIÓN

La crónica de la semana (Del Trumperonismo a la Justicia Fabio Zerpa)

Esta semana supimos, gracias a nuestro periodismo serio, que el triunfo de Donald Trump sería en realidad una victoria kirchnerista.

Sebastián Fernández

Terminamos otra semana trepidante en la que no tuvimos noticias de la lluvia de inversiones pero tampoco de la Pobreza Cero; es decir, una de cal y otra de arena. Aunque, según varios economistas serios, los brotes verdes ya se estarían vislumbrando y podrían desarrollarse en el inminente tercer semestre.

Esta semana supimos, gracias a nuestro periodismo serio, que el triunfo de Donald Trump sería en realidad una victoria kirchnerista. Es más, según el ineludible Marcos Novaro, desapasionado analista del peronismo en general y el kirchnerismo en particular, el nuevo presidente de EEUU sería el pichón de Miguel Ángel Pichetto y de CFK e integraría junto a ellos una hasta ahora desconocida Internacional Peronista. Internacional que según otro analista desapasionado, Jorge Fernández Díaz, sería un “arrollador movimiento formado por demagogos y autoritarios, donde se anotan Maduro, Erdogan, Marine Le Pen” y, por supuesto, Vladimir Putin. Nos preocupa la ausencia de Kim Jong-un, líder supremo del peronismo norcoreano, pero imaginamos que se debe a una distracción del conocido periodista.

Que Donald Trump, quien con un discurso antipolítico promete bajar los impuestos, eliminar regulaciones estatales, terminar con el Obamacare y expulsar a los inmigrantes, sea el pichón de quién aumentó la presión fiscal a niveles escandalosos, generó regulaciones estatales que ahuyentan inversiones, destruyó la cultura del trabajo con la AUH y llenó nuestros hospitales de extranjeros, puede parecer asombroso. Ocurre que nuestros valientes analistas políticos no temen enfrentarse a ninguna dictadura, empezando por la de la lógica.

Eso pasa también con otros periodistas serios como Jorge Lanata, que hace unas sema-nas denunciaba junto a Maximiliano Montenegro la invasión de colombianos en nuestras facultades y hoy lamenta la expulsión de mexicanos por parte de Trump, a quién, también, ve parecido a CFK. La lógica contorsionista es pandémica.

Al parecer, el kirchnerismo, hasta no hace mucho oriundo del marxismo, chavista, nazi, estalinista, menemista e incluso afín al terrorismo islamista, ahora también sería como Donald Trump. El kirchnerismo es El Aleph.

En estos días también supimos que nuestra Justicia Fabio Zerpa confirmó el procesa-miento de CFK por la causa del dólar futuro. Que una decisión de política económica sea judicializada puede parecer insólito, pero que la Cámara Federal tome como referencia el “dólar Blue”, es decir, un delito tipificado como tal por la ley penal cambiaria (ley 19.359) es algo realmente asombroso, aún para los estándares generosos de nuestra justicia federal. En todo caso, no quisiéramos estar en los zapatos de Macri, Cabrera, Sturzenegger o el propio juez Bonadío. Si establecer la operación del dólar futuro constituye un delito, no queremos ni pensar lo que significará haber tomado la decisión de devaluar, fijar el valor del dólar y por último, pagarle a los beneficiarios, incluyendo a miembros del propio go-bierno. Dura lex, sed lex.

También supimos que una nueva denuncia complica a CFK: su tatarabuelo podría haber estado involucrado en el escándalo del canal de Panamá, en 1888. El fiscal Marijuan ya habría empezado a excavar el canal, escoltado por nuestro embajador Miguel Del Sel. Para pensar.

Por último, leímos que la asociación de juristas radicales “La Carlos Nino” festejó los primeros 300 días de prisión preventiva de Milagro Sala con una mesa redonda sobre “presunción de inocencia y otros abusos del derecho”. Por su parte, Gerardo I, emperador de Jujuy, mariscal del Altiplano, protector de la Justicia y azote de Dios se habría comprome-tido a acuñar una moneda conmemorativa con la ya famosa frase "No voy a liberar a esa señora”. Como prueba de buena voluntad y con el auspicio del ministerio de Trabajo de la Nación, Su Alteza ofreció a los miembros de la Tupac Amaru puestos de trabajo en el Ingenio Ledesma bajo la relanzada modalidad del yanaconazgo.

Todo lo que quieran, pero ya no le tenemos miedo al censista.

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