CUATRO MEGAOBRAS

Gobierno porteño se endeudó en US$ 930 millones para obras

Se trata de créditos del exterior que serán para terminar proyectos de larga data, como la ex ribereña y trabajos antiinundación.

Con una gran apuesta el gobierno de la Ciudad tomó una nueva deuda de US$ 930 millones para financiar cuatro grandes obras que considera fundamentales para mejorar la calidad de vida en la ciudad. La deuda es con organismos internacionales de crédito y las obras, en algunos casos, ya empezaron a desarrollarse.

Según informaron desde el gobierno porteño, la inversión en estos cuatro proyectos no le quitará recursos al gasto necesario para salud y educación. El presupuesto anual de la Ciudad es de $ 120.000 millones.

Una de las obras es el Paseo del Bajo que comenzará a fin de año y permitirá unir la autopista Illia con la autopista a La Plata, con el consecuente beneficio para el tránsito entre el Sur y el Norte del conurbano, que viajará más rápido. El costo final del proyecto es de US$ 650 millones, de los cuales la Corporación Andina de Fomento (CAF) aportará US$ 400 millones, a partir de un crédito acordado el mes pasado. El resto de los fondos provendrá de recursos propios del gobierno porteño.

El segundo proyecto logró un acuerdo con el Banco Mundial por US$ 200 millones que permitirá el financiamiento de obras de infraestructura en los arroyos Vega y Cildáñez que, con el objeto de mitigar y evitar inundaciones, comenzarán a fines de este mes y demorarán dos años. Los fondos estarán destinados a la construcción del segundo emisario del arroyo Vega, a la canalización y obras complementarias del arroyo Cildáñez, y a la instalación de un sistema de alerta meteorológica.

El segundo emisario del Vega beneficiará a 315.000 vecinos de los barrios de Agronomía, Parque Chas, Villa Ortúzar, Colegiales y Belgrano, ya que duplicará la capacidad de absorción en la zona. Los desbordes del Vega causan los históricos anegamientos en Blanco Encalada y Cabildo.

El tercer proyecto es la construcción de la Villa Olímpica para los Juegos de la Juventud de 2018, ya comenzó a ejecutarse en Villa Soldati, y es también financiada por la CAF y el gobierno porteño. La corporación aportará US$ 50 millones en una primera etapa, pero existe la posibilidad de ampliar ese préstamo en otros US$ 110 millones en una segunda etapa.

La administración porteña sumará US$ 35 millones de recursos propios. Hay dos tipo de beneficiarios: los más de 6000 atletas que utilizarán las instalaciones de la Villa Olímpica durante el evento deportivo de 2018 y las 1500 familias de bajos ingresos que podrán acceder a habitar en las instalaciones cuando queden ociosas. Los proyectos arquitectónicos consideraron su uso como vivienda y podrán ser adquiridas mediante préstamos hipotecarios otorgados por el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC).


El cuarto plan para cuya concreción tomó deuda la Ciudad es la urbanización de las villas 31 y 31 bis, donde ya empezaron las obras de infraestructura. Por medio de un crédito del Banco Mundial, en este conglomerado de Retiro se tenderán cloacas, se abrirán calles, se llevarán redes eléctrica formales y se asfaltarán arterias existentes. Un 80% de las viviendas serán refaccionadas y se construirá un lote de viviendas nuevas. Todas podrán ser compradas por los habitantes con créditos hipotecarios accesibles. El banco situado en Washington aportará US$ 170 millones una vez que se apruebe el préstamo, trámite previsto para principios del año próximo.

En diálogo con La Nación, el jefe de gabinete porteño, Felipe Miguel, defendió el mecanismo de endeudamiento para estos proyectos, porque "son de largo aliento, con fondos financiados a largo plazo y a tasas convenientes, por lo que no sería razonable exigir a la generación actual que financie las obras del futuro". Miguel dijo que "el nivel de deuda de la Ciudad es muy manejable", tal como se refleja en la buena calificación crediticia que tienen los bonos porteños. Además, negó que se le estén restando recursos a la educación y salud por encarar estos emprendimientos.

"Éste es el único distrito donde creció la matrícula en la educación pública y, en salud, proveemos servicios a habitantes de muchas provincias: en un año brindamos nueve millones de atenciones en los hospitales públicos. Aunque aún hay mucho por mejorar", dijo.

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